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viernes, 8 de marzo de 2013

 LOS BENEFICIOS DE LA SOYA.


La soya ha sido parte de la dieta asiática por al menos 5,000 años, pero
sólo fue introducida en los Estados Unidos en los 1800s. Los agricul-
tores comenzaron aquí la producción del grano de soya a gran escala
durante la Segunda Guerra Mundial y son los agricultores del Medio
Oeste quienes ahora producen cerca de la mitad de la producción
mundial del grano de soya.
La soya contiene compuestos llamados isoflavones, que tienen efectos
sobre el organismo como el estrógeno. Aunque los isoflavones se
encuentran en pequeñas cantidades en algunos granos y vegetales, el
frijol de soya es la fuente más concentrada de isoflavones.
La investigación sobre los isoflavones de la soya, que es de forma general
limitada, muestra cierto número de beneficios potenciales para la salud:
l
disminuye los niveles de colesterol
l
reduce la severidad de los sofocos o golpes de calor
l
mejora el sistema inmune
l
protege contra la osteoporosis
l
reduce el riesgo cardiovascular.
Fuentes
Muchos alimentos tradicionales asiáticos, tales como el tofú, tempeh y el
miso, se hacen del frijol de soya. En los países occidentales, otros
productos de la soya que están ganado popularidad son la leche de
soya, el queso de soya, el yogur de soya, y sustitutos de carnes basados
en la soya, tales como las hamburguesas de soya, los perros calientes
de soya, las salchichas de soya, el pollo de soya y el tocino de soya.
Otra forma de añadir soya a su dieta es tomando un suplemento de
soya. Estos suplementos están a la venta sin receta médica en los
Estados Unidos. Todavía no se conoce si estos suplementos tienen el
mismo efecto que los productos de la soya que se consumen. La
mayoría de las investigaciones se han realizado con personas que
comen productos de soya en lugar de tomar los suplementos de soya.
También están a la venta formulas infantiles basadas en la soya, que
contienen isoflavones de soya.
La enfermedad del corazón y el colesterol
En 1999, la Administración de Alimentación y Medicamentos aprobó el
planteamiento de que “las dietas bajas en grasas saturadas y colesterol
que incluyen 25 gramos de proteína de soya al día pueden reducir el
riesgo de enfermedad cardíaca”.
Los estudios que apoyan este planteamiento mostraron que la ingestión
promedio de 47 gramos de proteína de soya en día disminuyó el
colesterol total por un promedio de un 9% y los niveles de colesterol
LDL, o colesterol “malo” por un 13%.
Numerosos estudios muestran que el agregar soya a su dieta puede
disminuir moderadamente los niveles de colesterol total y del LDL. El
HDL, o colesterol “bueno”, parece no cambiar mucho.
Además, parece que los mayores efectos ocurren en aquellas personas
que tienen altos niveles de colesterol, y los beneficios continúan si ellos
se mantienen con esta dieta de soya aumentada.
Sofocones o golpes de calor
Muchas mujeres que están pasando por el período de la menopausia
están interesadas en la soya para controlar los sofocones o golpes de
calor. La evidencia está mezclada, pero algunos estudios muestran que
la soya reduce el número de los sofocones o golpes de calor y otros
síntomas de la menopausia en las mujeres que están en ese proceso.
Algunos estudios realizados con mujeres durante la menopausia o la
postmenopausia mostraron que cuando ellas aumentaban su ingestión
de isoflavones de soya de comidas o suplementos tuvieron de un 10% a
un 20% de disminución en la frecuencia y severidad de las sofocaciones
o golpes de calor, comparado con las mujeres que no aumentaron su
ingestión de soya.
Pérdida ósea
Las tasas de fracturas de cadera son generalmente más bajas entre
las personas de los países asiáticos que consumen alimentos de soya
que entre las poblaciones occidentales. Pero todavía no está claro si
los isoflavones de soya ayudan a prevenir la osteoporosis en los
países occidentales.
Una teoría es que los isoflavones de soya aumentan la densidad mineral
de los huesos en las mujeres que ya han pasado la menopausia, y que
los isoflavones de soya también reducen el riesgo de fracturas. Hay
cierta evidencia que los isoflavones de soya ayudan a los huesos, pero
se desconoce si el aumento en el consumo de los isoflavones de soya
realmente disminuye el riesgo de osteoporosis.

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