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martes, 5 de marzo de 2013

EDUCACIÓN EN LA DIVERSIDAD


 
                Si se observan las personas que viven a nuestro alrededor necesariamente deberemos constatar el hecho de su diversidad; vivimos en una sociedad cada vez más plural en cuanto a culturas, religiones, intereses... y consecuentemente la escuela no puede estar ajena a esta realidad.

                En los centros cada vez con más frecuencia podemos apreciar la presencia de alumnos y alumnas heterogéneos en cuanto aspectos cognoscitivos, motivacionales, familiares, culturales, sexuales, raciales, de religión..., y según se puede adivinar esta heterogeneidad previsiblemente irá en incremento. Por esta razón, hay q ser consientes como personas y como futuros docentes que hay que hacer hincapié en el respeto por las diferencias individuales de los alumnos y alumnas, como consideración inseparable del ser humano.

                Se recoge la diversidad y la cultura en valores como pilares básicos que deben sustentar nuestras acciones educativas. Pero creemos que esta realidad que estamos describiendo no puede quedar en conceptos, en recomendaciones legales, slóganes publicitarios, modas educativas, pensamos que más bien son, debieran ser, fruto de ideologías, compromisos y pensamientos personales, y es hacia esta finalidad donde se debería encaminar la educación del futuro.

                Nuestros políticos educativos demandan una escuela que vaya mas allá de transmitir conocimientos, se exige y se proclama que ésta eduque en valores para la vida y la convivencia, que sea capaz de respetar todas las diferencias individuales y sociales independientemente de su edad, raza, sexo, creencias... que atienda a los alumnos y alumnas en función de sus diferencias y peculiaridades; pero esta escuela se encuentra en una sociedad postmoderna caracterizada por rasgos de competitividad, meritocracia, donde la tendencia al individualismo y la poca valoración de lo colectivo... delimita el patrón de comportamiento.

               Ofrecer una educación de calidad, sin discriminación de ninguna naturaleza, implica transitar hacia un enfoque que considere la diversidad de identidades, necesidades y capacidades de las personas, favoreciendo el pleno acceso la conclusión de estudios y los logros de aprendizajes de todos, con especial atención a quienes se encuentren en situación o riesgo de exclusión.


 

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