Las enfermedades de transmisión sexual,
anteriormente conocidas como enfermedades venéreas, son un grupo de
enfermedades que se contagian durante las relaciones sexuales sin protección.
Son causadas por virus, bacterias, hongos y otros
gérmenes microscópicos.
Una persona infectada puede seguir propagando la
enfermedad sin saber que lo hace, porque puede estar sin síntomas y la
infección puede pasar desapercibida.
Atacan a personas de cualquier edad y sexo, pero
los adolescentes y adultos jóvenes son los que están en mayor riesgo de
contagiarse. Las más conocidas son:
Si no se evitan o tratan rápidamente ocasionan
esterilidad, enfermedades crónicas e incluso la muerte.
Las condiciones que favorecen su contagio son:
·
Contacto sexual sin protección con personas infectadas.
·
Recibir transfusiones con sangre no segura o no certificada.
·
Uso de agujas contaminadas de personas infectadas.
·
A través de la placenta de la madre enferma al feto o al recién nacido.
·
Lactancia materna de una madre enferma de SIDA.
No es necesaria la penetración anal o vaginal para
contagiarse, es suficiente el roce y tocamiento de los genitales para
infectarse.
Antes de la eyaculación masculina existe salida de
líquido preseminal que también es potencialmente infectante. Una persona puede
tener dos o más enfermedades en un mismo momento de la vida.
El tratamiento de una enfermedad de transmisión
sexual debe de ser otorgado y vigilado por un médico y se trata tanto al
paciente como a su pareja sexual. No se deben de auto-recetar, debido a que si
son tratadas de manera errónea pueden tener graves repercusiones.
El uso adecuado del condón es útil para
prevenirlas.
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