A lo largo del tiempo la educación de los pequeños, ha tenido cambios según las necesidades económicas, culturales, sociales y educativas de cada país y de cada lugar, se ha desarrollado a través de diferentes formas de atención o modalidades, esto es, aquellas donde se toma en cuenta las actividades de la familia en ambientes reales y cotidianos para satisfacer las necesidades de crecimiento y desarrollo de los pequeños, hasta aquellas modalidades que organizan los escenarios especialmente para el aprendizaje formal, estimulándolos con una intención pedagógica que los prepare para futuros ambientes escolares.
En México a mediados del siglo pasado se establecen algunas guarderías por iniciativa de un grupo de madres trabajadoras financiadas por ellas mismas, y es el gobierno quien se hace cargo más tarde de éstas debido a la incorporación, cada vez mayor, de las mujeres al campo laboral. En 1976 las guarderías que eran más de orientación asistencial se convierten en Centros de Desarrollo Infantil, al proporcionar una educación integral al niño con atención nutricional y estimulación para su desarrollo físico, cognoscitivo y afectivo social, al mismo tiempo se proporciona capacitación al personal encargado dentro del centro.
La historia de la Educación Inicial Indígena tiene sus raíces en 1979 cuando se propone el Programa de Educación y Capacitación de la Mujer Indígena (PECMI), como programa piloto en 3 comunidades de Amealco en el estado de Querétaro, este tuvo carácter asistencial y estuvo dirigido a las mujeres de la comunidad para fomentar en ellas el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes favorables hacia el incremento de sus capacidades personales y sus funciones dentro de la vida familiar y comunitaria. El PECMI estuvo organizado en tres subprogramas: de Capacitación para el Trabajo; de Desarrollo Educativo Bilingüe y Bicultural, y el de Educación Materno-Infantil, este último dividido en dos unidades: la de Educación Inicial y la de Educación para la Vida Familiar.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE NIÑOS Y NIÑAS DE 0 A 3 AÑOS
La primera infancia, considerada como aquella etapa del desarrollo que abarca desde el nacimiento hasta los 3 ó 4 años, y que en la mayor parte de los sistemas educacionales y en esta se estructuran las bases fundamentales de las particularidades físicas y formaciones psicológicas de la personalidad, que en las siguientes etapas del desarrollo se consolidarán y perfeccionarán.
en este periodo de la vida las estructuras biológicas, fisiológicas y psicológicas están en pleno proceso de formación y maduración, por lo que la estimulación que se pueda ejercer sobre dichas estructuras es de vital importancia. Es quizás el momento de la vida del ser humano en el cual la estimulación, la educación, es capaz de producir la acción más determinante sobre el desarrollo.
Durante el transcurso del desarrollo se dan períodos de relativa
estabilidad en que los logros y adquisiciones son poco perceptibles y relevantes, y otros en que se dan cambios espectaculares en un breve espacio de tiempo.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE NIÑOS Y NIÑAS DE 0 A 3 AÑOS
El organismo infantil se encuentra desde el mismo nacimiento en este constante proceso de maduración. El desarrollo físico de los niños está relacionado con el proceso intenso de crecimiento y desarrollo de las diferentes estructuras y tejidos, y constituye de hecho, un indicador para la evaluación de las distintas etapas de la vida del niño.
El peso también puede ser considerado como indicador del estado nutricional. En el primer año de vida los niños aumentan entre 6 y 7 kg., en el segundo entre 3 y 4 kg., y a partir de ese momento el ritmo de crecimiento hasta la adolescencia es de 2 a 3,5 kg. por año.
El niño de la primera infancia es un niño naturalmente activo, que no puede permanecer sujeto
a restricciones inconsecuentes, lo cual no es producto de una deficiente socialización, sino consecuencia de las particularidades de su actividad nerviosa., y donde una deficiente organización del proceso de aprendizaje puede conllevar a problemáticas importantes en su desarrollo. Es por ello muy importante en estos niños la instauración de un horario de vida adecuado que garantice, no sólo el ritmo correcto de la vigilia, el sueño y la alimentación, sino que proporcione el suficiente descanso a las células para que se repongan y mantengan en límites normales su capacidad funcional. Un horario de vida bien establecido permite esta recuperación funcional, estabiliza el funcionamiento del sistema nervioso, garantiza un buen estado emocional y como consecuencia, sienta las bases para un apropiado desenvolvimiento del trabajo educativo con estos niños. La existencia de un horario de vida general en estos niños, no implica la existencia de una natural flexibilidad en su incorporación y la consideración de las diferencias individuales en su cumplimiento.
INTERACCIÓN CON EL MUNDO NATURAL EN LOS NIÑOS
La educación preescolar, además de preparar a los niños para una exitosa trayectoria en su educación primaria, puede ejercer una influencia en su vida personal y social. Sin embargo, la discontinuidad entre la familia y la escuela, para algunos niños puede convertirse en un abismo insalvable que condicionará negativamente su adaptación y éxito en el medio escolar, es decir, la adaptación del niño va a depender tanto de los padres como de la educadora.
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