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domingo, 3 de marzo de 2013

Bullying es un fenómeno cada vez más frecuente

El bullying es un fenómeno de comportamiento que se ha incrementado durante los últimos años principalmente en la población infantil de educación básica. Este consiste en molestar permanentemente a algún compañero de escuela mediante apodos, ofensas y agresiones físicas o psicológicas; con la finalidad de imponerse sobre el agredido sin importar el grado de violencia o daño mental que esto implique.

Este comportamiento es el reflejo de lo que ven en su casa, como por ejemplo: violencia intrafamiliar; así lo asegura Antonio González Chávez, jefe de servicio de medicina interna del Hospital General de México.

La agresión puede ser verbal, con insultos, burlas o descalificaciones, o por omisión, que incluye no ser aceptado para trabajos en equipo y exclusión por sus pares en actividades escolares o deportivas. González Chávez aseguró que los agresores son niños que tienen antecedentes de violencia y muestran una actitud de poder ante un grupo (conducta que los hace sentir satisfechos), por ello, tienden a perpetrar este tipo de comportamiento. Son agresivos, incluso con sus profesores, no tienen dimensión de las consecuencias; esto debido a que no tienen una atención adecuada de sus padres.
El agresor puede ser de dos tipos: el activo, porque directamente molesta al compañero, le pega o intimida; y el pasivo, quien busca mecanismos, a través de otros compañeros, para difundir algún rumor o chisme que incomode a la víctima; es decir, propiciar el ambiente para que el niño sea “etiquetado”.

El funcionario, a través del boletín de la Secretaría de Salud (SSA), comenta que la víctima perfecta es el más débil del grupo hablando en el aspecto físico porque en general es tímida. Puede llegar a lesiones físicas fuertes y puede continuar así a lo largo de su vida, ya que todos lo ven normal, son personas que no entienden el significado d orden y respeto. Esta situación provoca bajo rendimiento escolar en las víctimas con su consecuente deserción del centro escolar y es común que busquen mecanismos para no asistir a la escuela y, para ello, somaticen enfermedades, como dolor de cabeza o estómago.

Antonio González señaló que para combatir este problema tan común en todo el mundo, deben trabajar en conjunto los padres de familia, profesores y amigos, ya que ellos están e contacto constante con los niños y pueden observar el comportamiento tanto del agresor como de la víctima y descartar que sean bromas entre los compañeros.as víctimas no cuentan con apoyo de ninguno de estos tres niveles, por el contrario, el agresor ejerce miedo sobre él, la familia no lo toma en cuenta como persona y la escuela observa el comportamiento normal. Aseguró que los niños agredidos en general son inseguros, introvertidos o con algún problema físico, por ejemplo que sea muy delgado o gordito, use lentes, tenga alguna enfermedad o malformación congénita.

Finalmente comentó que hay falta de información sobre este fenómeno para que los profesores y padres de familia aprendan a manejar cualquier tipo de circunstancias e identificar cuando ocurra bullying. Por ello es necesario que en todas las escuelas haya campañas de información ya que es difícil que estas conductas desaparezcan debido a que forman parte de la cultura de nuestra sociedad.






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