La vida es un libro abierto a tu lectura

jueves, 7 de marzo de 2013


Busco en mi memoria, y encuentro muchos recuerdos que creía perdidos
Y vuelven a revivir en mi corazón, soltando toda su magia.
Y el que más viene a mi mente, es el de mi escuela primaria.
La escuela que me vio crecer, la que me enseño, en cierta forma, el sentido de la vida.
Recuerdo sus aulas llenas de sabiduría, el patio donde de niño siempre jugué. Sería imposible olvidar todo lo que mi escuela  me brindó.
Una parte de mi vida está basada en los años que junto a mi escuela pase,
Desde el simple aroma de los libros, hasta la experiencia, que con esfuerzos logre alcanzar.
Recuerdo el primer día de clases, ese miedo que siempre se tiene al empezar, no puedo negar el haber soltado una lagrima al ver a mi madre alejarse, y dejarme en esa aula,  fría y sin sentimientos.
Que con el correr de los años, se fue tornando cálida, y atrapando mis emociones
Cuantas veces camine tus pasillos, cuantas veces abrí tus puertas, fueron tantas que ya perdí la cuenta.
Si dios me concediera un solo deseo, le pediría revivir esos años de mi escuela primaria. Recorrer sus aulas, jugar en su patio, poder volver a sentirme un niño otra vez, contemplar el pizarrón mientras la maestra escribía. Oír el sonido de la campana, llamándonos a disfrutar del recreo,
Todo eso llenaría de júbilo mi corazón.
Cuando cierro mis ojos, despierta el sueño de mi niñez, y en un vuelo imaginario, vuelvo a revivir esos momentos de satisfacción. Volver a pisar el suelo, que muchos caminamos en lo extenso de los años, sentarme en el pupitre, donde  mis secretos quedaron guardados. Mirar el patio a través de tu ventana, y con ansias esperar el sonido de tu campana, para salir a jugar.
Seis años de mi vida viviendo esa emoción, seis años que me brindaste, escuela primaria.

Como poder olvidarte, si fuiste en gran parte el pilar de mi vida. Me enseñaste a ser, lo que hoy pude ser. Pasaron Muchos años, alegrías, logros, que en su acontecer me hicieron fuerte. Sería imposible borrar tu recuerdo, porque más allá de mi mente, está en mi corazón.
Sé que jamás de mi te olvidaras, ni de todos los que por aquí pasamos,
Por qué las sombras, de cuando niños éramos, seguirán transitando tus aulas,  recorriendo tus pasillos, jugando en tu patio. Nuestras voces, en tus cimentos quedaron grabadas, y los nombres de cada uno de nosotros, en un rincón de tus pupitres están tallados. Manteniendo vivo un sentimiento.

Hoy, soy el hombre que anhele ser, y sentado frente a este papel, a través de este escrito, solo quiero agradecerte cuanto significo para mí, los años que me brindaste.
Siempre estarás ocupando un espacio en mi corazón, escuela primaria,
Mi escuela.

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