El aprendizaje comprende varias etapas que incluye tres aspectos que el niño debe desarrollar a la perfección: el reconocimiento de letras o palabras, la comprensión del significado el lenguaje, y respuestas acertadas.
Para que ese desarrollo sea posible, el niño debe contar con:
- Un adecuado desarrollo motor;
- Un normal desarrollo del tacto, el oído y la visión;
- La adquisición de un vocabulario esencial compuesto por entre 40 y 100 palabras;
- Un desarrollo del lenguaje, de varios tipos de memorias, y de la capacidad necesaria para diferenciar objetos y establecer un conocimiento real de los mismos.
Sin embargo, en ocasiones, el niño no puede desarrollarse,ya sea por causas orgánicas emocionales o incidentales (medio ambiente) por lo que se puede presenta problemas para aprender. Entonces surge la siguiente pregunta ¿Cómo los padres pueden reconocer que el niño está confrontando este tipo de problema?
En este sentido, se recomienda que los padres estén atentos para advertir la presencia de uno o más de los siguientes síntomas característicos de problemas de aprendizaje infantil
- Falta de velocidad en la lectura oral o silente.
- Incapacidad para responder preguntas concretas sobre lo que está leyendo.
- Dificultades para recordar lo que acaba de leer (poca memoria).
- Imposibilidad de ejecutar instrucciones sencillas escritas.
- Tendencia a leer palabra por palabra, separadamente, en vez de concebir las palabras como un conjunto de ideas con sentido completo (es decir, reconocer las oraciones).
- Falta de expresión o de entonación en la lectura oral.
- Excesivos movimientos labiales durante la lectura silente.
- Desinterés o evidente intranquilidad mientras está leyendo.
- Muestran poca capacidad para diferenciar los sonidos
- Falta de capacidad para diferenciar los lados izquierdo y derecho… o arriba y abajo.
- Ligera falta de coordinación motora.
- Dificultades para centrar debidamente su atención
- Hiperactividad
Una vez los padres detectan alguna de estas características, deben consultar con el especialista más adecuado.
En otras palabras, si el niño presenta problemas de desarrollo visual, lo mejor sería que un doctor de la vista lo atienda, ya que pudiera necesitar el uso de lente. En el caso de problemas de desarrollo motor, un pediatra podría orientar a los padres. Si el niño presenta problemas de concentración o hiperactividad, un psicólogo infantil pudiera ayudar al niño.
Igualmente, la escuela puede apoyar mediante la aplicación de ejercicios fonéticos, prácticas de lenguaje y formación de oraciones y ejercicios de memorización si el niño presenta este tipo de problemas.
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