El enfoque de educación intercultural
Definición
Interculturalidad, multiculturalidad, educación intercultural, educación
multicultural, sonconceptos que cada vez se utilizan más en nuestro ámbito, y
no siempre con el mismo sentido.
Por eso, antes de nada vamos a intentar precisar a qué nos referimos con
estos términos. Los adjetivos multicultural e intercultural, aplicables a la
sociedad o la escuela, tienen matices diferentes, como la propia etimología de
ambas palabras deja entrever: Teresa Aguado (1991) nos explica que el término multicultural
se refiere al hecho de que muchos grupos o individuos pertenecientes a
diferentes culturas vivan juntos en la misma sociedad, mientras que el término intercultural
añade a lo anterior el hecho de que los individuos o grupos diversos se interrelacionan,
se enriquecen mutuamente, y son conscientes de su interdependencia (Leurin, 1987,
citado por Aguado, 1991).
Referidos estos adjetivos a la educación, vemos cómo en América se ha
utilizado sobre todo el término “educación multicultural”, mientras que en Europa
se utiliza más “educación intercultural”, a pesar de que puedan estar
refiriéndose a un enfoque similar. En esta comunicación utilizamos el término
“educación intercultural”, tanto por ser el utilizado en nuestro entorno más
próximo, como por preferencia personal, ya que con esta expresión no se alude a
la mera coexistencia, sino que se hace hincapié en el intercambio entre
culturas.
Concretamente, hablaremos de que la escuela y la sociedad son de hecho
multiculturales (en algunos casos son además interculturales), y el enfoque
educativo deseable es intercultural.
Dada esta situación de ambigüedad terminológica, vamos a definir qué
entendemosconcretamente por educación intercultural; utilizaremos una
definición propia (Gil Jaurena,
2002: 15), derivada, entre otras, de la propuesta por Teresa Aguado1 (1996:
54). Definimos
la educación intercultural como un enfoque educativo holístico e
inclusivo que, partiendo del respeto y la valoración de la diversidad cultural,
busca la reforma de la escuela como totalidadpara incrementar la equidad
educativa, superar el racismo/discriminación/exclusión, favorecerla
comunicación y competencia interculturales, y apoyar el cambio social según
principios de justicia social.
Si nos detenemos a analizar esta definición, veremos que la educación
intercultural así planteada:
-Se trata de un enfoque educativo, una manera de entender la
educación, y supone un proceso continuo (y no un programa o acción puntual).
-Como enfoque holístico, afecta a todas las dimensiones educativas
(y no sólo al curriculum).
-Como enfoque inclusivo, supone educación de todos (y no sólo de
minorías o inmigrantes).
- Percibe la diversidad como un valor (y no como una
deficiencia).
-Pretende reformar la escuela para conseguir una educación de
calidad para todos.
-Tiene cuatro objetivos generales fundamentales: equidad,
antirracismo, competencia intercultural, transformación social.
Entre paréntesis hemos resaltado algunas de las concepciones erróneas
que se tienen acerca de la educación intercultural, que suponen limitar su
alcance y entender el modelo de manera reduccionista.
Retomando el título de la comunicación (la nueva alfabetización y los
objetivos de la educación intercultural), centramos a partir de ahora nuestro
análisis en las metas de este enfoque educativo de atención a la diversidad cultural,
y cuál es su papel dentro de lo que se llama la nueva alfabetización.
-
Objetivos de la educación
intercultural
En sintonía con la definición de educación intercultural que acabamos de
asumir, presentamos cuáles serían los objetivos a conseguir por este enfoque dentro
de cada una de las cuatro grandes metas identificadas. Se trata de un intento
de sistematización, y por tanto de una clasificación artificial, que esperamos
sirva para delimitar más claramente qué persigue el enfoque educativo llamado intercultural.
Recogemos en este apartado ideas de autores como James Banks (1989, 1997);
Ángeles Galino y Alicia Escribano (1990), Carl Grant y Christine Sleeter
(1989), Sonia Nieto (1992), Teresa Aguado (1996); Francesc Carbonell (2000),
Christine Bennett (2001), Pablo Gentili (2001) o Fentey B. Scott (2001).
Recordamos que
las grandes metas de la educación intercultural son:
-incrementar la equidad educativa,
-superar el racismo/discriminación/exclusión,
-favorecer la comunicación y competencia interculturales,
-y apoyar el cambio social según principios de justicia social
Pasamos a comentar cada una de ellas.
Incrementar la equidad educativa
El término equidad en educación significa igualdad de oportunidades para
que todos los alumnos logren desarrollar al máximo su potencial (Bennett, 2001:
174). Esta autora aclara que la equidad no debe confundirse con la igualdad
efectiva de resultados ni con la igualdad de experiencias educativas; el
potencial de los alumnos suele ser diverso, de modo que la equidad requiere un
trato diferente a cada uno de acuerdo a diferencias relevantes (p. ej., el
lenguaje utilizado en la enseñanza). Marchesi y Martín (1998: 51) aclaran, a
este respecto, que la igualdad de resultados no consiste en que todos los
alumnos obtengan los mismos resultados (lo cual no sería posible), sino en que
“las diferencias que se encuentran entre ellos no sean debidas a factores
sociales o culturales”. Tomando esta idea de equidad educativa como principio y
fin de la educación intercultural, los objetivos de este enfoque serían:
-Transformar la escuela de tal modo que todo el alumnado (los alumnos y
las alumnas, los estudiantes excepcionales, los alumnos de diversos grupos culturales,
sociales y étnicos) experimente igualdad de oportunidades de aprender en la
escuela.
-Incrementar el rendimiento académico de todo el alumnado.
-Educar en la convicción de que somos más iguales que diferentes, y en
los valores y actitudes asociados a ello.
-Reconocer y aceptar la diversidad cultural de la sociedad actual y
defender la igualdad de oportunidades para todos los grupos etnoculturales.
·
Superar el racismo/discriminación/exclusión
Se entiende el racismo como la discriminación por razón de “raza”,
género, clase social, discapacidad, y/o orientación sexual (Christine Bennett,
2001). Los objetivos de la educación intercultural en relación a la superación
de esta práctica discriminatoria serían:
-Eliminar el racismo individual, cultural e institucional.
-Desnaturalizar la situación de exclusión sistemática que viven algunas
personas y grupos en nuestra sociedad, promoviendo el cuestionamiento y la
comprensión de las causas que contribuyen a que se produzcan situaciones de
injusticia y de privación de derechos fundamentales (“volver visible lo que la
mirada normalizadora oculta”).
- Ayudar a todos los alumnos a desarrollar actitudes más positivas hacia
diferentes grupos culturales, raciales, étnicos y religiosos.
·
Favorecer la comunicación y competencia interculturales
La persona competente interculturalmente es aquella que tiene la
habilidad de interactuar con“otros”, de aceptar otras perspectivas y
percepciones del mundo, de mediar entre diferentes perspectivas y de ser
consciente de sus propias valoraciones sobre la diversidad (Byram, Nichols y
Stevens, 2001). La competencia intercultural se compone de conocimientos, habilidades
y actitudes, complementados por los valores que cada uno tiene por su pertenencia
a una sociedad y a unos grupos sociales determinados. Las actitudes (apertura, voluntad
de relativizar las propias creencias y comportamientos, empatía, etc.)
constituyen la base de la competencia intercultural. Los objetivos de la
educación intercultural derivados de la meta de favorecer la comunicación y
competencia intercultural serían:
-Potenciar a los estudiantes de grupos victimizados y ayudarles a desarrollar
la confianza en su habilidad para tener éxito académico y para influir en las
instituciones sociales, políticas y económicas.
Ayudar al alumnado a desarrollar habilidades de toma de perspectiva y a
considerar lasperspectivas de diferentes grupos.
-Ayudar a los estudiantes a comprenderse mutuamente, a través del
desarrollo de una perspectiva amplia de la sociedad en que viven.
-Ayudar al alumnado a desarrollar el conocimiento, las actitudes y las
habilidades necesarias para funcionar en su propia microcultura, en la
macrocultura, en otras microculturas, y en la comunidad global.
-Facilitar a todo el alumnado las herramientas más adecuadas y el
acompañamiento personalizado necesario para realizar una construcción identitaria
crítica, libre y responsable que se prolongará a lo largo de toda su vida.
-Facilitar los contactos e interacciones entre grupos culturales
diversos dentro y fuera de la escuela para desarrollar la capacidad de
funcionar eficazmente en medios multiculturales.
* Apoyar el cambio social según
principios de justicia social
La meta final de la educación intercultural es transformar la sociedad
en un medio más justo y democrático. Se trata sin duda de una meta ambiciosa que
confía en las escuelas como agentes de cambio social y educativo (McLeod y
Krugly-Smolska, 1997: 8-9): en la línea del pensamiento de John Dewey, se
postula que las instituciones educativas se encuentran en una posición
privilegiada para promover la transformación social, de modo que se superen las
desigualdades (racismo personal e institucional, etnocentrismo, desigual
distribución de recursos, relaciones de poder desiguales, etc.). Los objetivos
de la educación intercultural en este sentido serían:
-Aplicar los principios democráticos de justicia social favoreciendo la
participación democrática.
-Analizar las desigualdades sociales entre los estudiantes.
-Ofrecer a los estudiantes la oportunidad de ser miembros críticos y
productivos de una sociedad democrática.
-Promover la acción social frente al racismo, la discriminación y la
xenofobia.
-Apoyar cambios no sólo ideológicos, sino políticos, económicos y
educativos que afectan a todos los ámbitos de la vida diaria.
* Reformar la escuela
Además de los anteriores, son también objetivos de la educación
intercultural en su concepción de reforma de la escuela:
-Valorar y aceptar la diversidad cultural como un elemento positivo para
todos los ciudadanos.
-Propiciar la adquisición de estrategias interculturales en todos los
procesos de enseñanzaaprendizaje.
-Contribuir a la formación de profesores multiculturales.
-Atender preferentemente a la calidad de las relaciones más que a los
medios y apoyos puestos en juego.
Introducir nuevas estrategias y metodologías en el aula, en el clima
escolar y en lasrelaciones con los padres y la comunidad.
-Extender la propuesta a todos los ámbitos sociales, no sólo al
educativo; y, en éste, no sólo como atención a minorías o inmigrantes, sino a
todos y cada uno de los participantes en educación.
* La educación intercultural y la
nueva alfabetización
En la introducción ya decíamos que una de las áreas a las que se refiere
la nueva alfabetización, tal y como se plantea en este congreso, es la
interculturalidad. Estamos totalmente de acuerdo con esta afirmación, y por
ello hemos intentado delimitar cómo entendemos la interculturalidad y la
educación intercultural, dada la ambigüedad terminológico reinante, sobre todo
en lo que se refiere a los reduccionismos a los que se ve sometido este modelo
educativo.
Queda por analizar el papel fundamental que juega la adecuada atención a
la diversidad cultural en la educación que se dice prepara a las personas para
vivir en la sociedad actual.
En la medida en que somos más conscientes de la pluralidad cultural
existente a nuestro alrededor (en nuestro barrio, escuela, ciudad, país),
buscamos respuestas que nos faciliten la convivencia. Las respuestas han sido
muy variadas, y se suele hablar de distintos enfoques de atención a la
diversidad cultural; Elizabeth Coelho (1998: 19-22) diferencia cuatro
estrategias o enfoques, que no siempre resultan fáciles de delimitar en la
práctica:
-Segregación: consiste en la separación de diferentes grupos
culturales, ya sea formalmente (con políticas gubernamentales diseñadas para
limitar la participación de las minorías en la toma de decisiones y asegurar la
dominación política y económica de unos grupos sobre otros) o informalmente
(sin el apoyo explícito del gobierno). Esta ideología se enraíza en la creencia
de que los grupos racial o étnicamente diferentes deberían separarse por el
bien de cada uno (Scott, 2001: 65).
-Asimilación: consiste en la absorción de las culturas minoritarias
por parte de la cultura mayoritaria, de modo que, al menos públicamente, las minorías
abandonan su identidad étnica (incluyendo el lenguaje).
-Fusión cultural: también llamado “melting pot” o e pluribus
unum, supone un proceso de adaptación y aculturación bidireccional, en el
que la diversidad cultural se incorpora en la cultura mayoritaria, cambiando
también ésta y dando lugar a una nueva identidad cultural que contenga
elementos de todas las culturas presentes. Scott (2001: 65) llama a esta
ideología“integración”, la cual sostiene que las diferencias han de ser eliminadas
y todas las culturas deberían combinarse para formar una cultura común.
-Pluralismo cultural: también llamado “interculturalismo”,
“mosaico cultural” o “ensaladera”, supone la creación de una sociedad
cohesionada donde todos los individuos interaccionan y participan igualmente a
la vez que mantienen sus propias identidades culturales.
De los cuatro enfoques, el último es el único en el que la diversidad se
percibe como un valor y no como un problema, y es el que vamos a asumir en esta
comunicación. Bajo este modelo subyacen valores como la igualdad, el respeto
por las minorías, o el intercambio cultural enriquecedor. La educación
intercultural parte de esta misma concepción.
Desde nuestra perspectiva, la nueva alfabetización, que habría de sentar
las bases de lo que ha de ser la educación en el siglo XXI, será adecuada para
todos y logrará formar ciudadanos capaces de convivir en sociedades
culturalmente heterogéneas si se utiliza un enfoque educativo de carácter
intercultural, que persiga las metas y objetivos ya mencionados en los
apartados precedentes. Otros paradigmas de atención a la diversidad cultural en
educación, como el asimilacionista o el segregador, están privando a un sector
de la sociedad de suderecho a ser educados con las mismas garantías que el
resto de ciudadanos, es decir, buscando el desarrollo de sus capacidades y su
preparación para la vida adulta. Se trata pues de una cuestión de justicia, de
tener como principios educativos los valores fundamentales de las personas
(libertad, igualdad).
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