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viernes, 8 de marzo de 2013

El heteroerotismo.



Llegado un determinado momento el autoerotismo da paso al heteroerotismo o experiencia compartida. Esta será heterosexual, bisexual u homosexual dependiendo de cómo se haya orientado el deseo.

Analizaremos en primer lugar los comportamientos heterosexuales. En el año 1965 Schofield realizó una importante investigación sobre el comportamiento sexual de los jóvenes ingleses, hoy considerada como un "clásico" dentro de este tipo de estudios. En ella explicó el acceso de los adolescentes a la experiencia sexual compartida a través de cinco niveles de comportamiento que describimos a continuación:

1.- Poco o ningún contacto sexual con el sexo opuesto: Puede ser que se haya tenido alguna cita, pero no se ha besado todavía.

2.- Experiencia limitada de actividades sexuales: Se tiene experiencia del beso y se puede tener experiencia de estimulación de los senos por encima de la ropa pero nunca por debajo.

3.- Intimidades sexuales próximas al coito: Se tiene experiencia de la estimulación de los senos por debajo de la ropa y se puede haber experimentado la estimulación genital o el contacto intergenital, pero no se ha realizado el coito.

4.- Experiencia del coito con un sólo partener.

5.- Experiencia de coito con más de un partener.

Aunque estos niveles son útiles sobre todo en el campo de la investigación, permiten establecer la secuencia de comportamientos que dan acceso a la experiencia sexual. La temporalización de estos niveles no se puede precisar. Parte de los y las adolescentes podrían pasarse largos periodos de tiempo en algunos de los estadios intermedios, mientras que otros y otras podrían acceder a los más altos en un periodo breve de tiempo.

Desde un punto de vista actitudinal podemos afirmar que el "doble estándar" tradicional - que consiste en atribuir mayor legitimidad a determinados comportamientos sexuales de los hombres que a esos mismos en las mujeres - está siendo en gran medida superado. La virginidad tiende a ser un mito del pasado. Las relaciones sexuales de pareja son consideradas legítimas al margen de compromisos institucionales como el matrimonio. Se tiende a aceptar las relaciones sexuales sin vincularlas necesariamente a relaciones afectivas, aunque en esto existen claras diferencias en función del sexo.





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