La vida es un libro abierto a tu lectura

viernes, 8 de marzo de 2013

IDENTIDAD SEXUAL




El ser humano desde que nace inicia un camino que le conducirá a su individualización que consiste en el desarrollo de la propia identidad, entendida ésta como la conciencia de ser un ser autónomo y diferenciado de los demás, la conciencia de sí mismo. Dada nuestra naturaleza sexuada, la identidad necesariamente tienen que serlo: "Yo soy yo que soy mujer, yo soy yo que soy hombre".

Podemos afirmar que en torno a los tres años los niños y las niñas adquieren la identidad de núcleo genérico (Money y Ehrhardt,1972) o identidad básica de género. Este concepto hace referencia al hecho de que, desde un punto de vista evolutivo, es la primera vez que los niños y las niñas perciben su identidad sexuada (López, 1988; Kholberg, 1973). Sin embargo, la identidad sexual y de género adquirirá su conformación madura a lo largo de la adolescencia.

Antes de introducirnos de lleno en la pubertad y la adolescencia, desearíamos hacer una aclaración terminológica. La identidad sexual hace referencia a la conciencia de pertenecer a uno sexo en función de los atributos corporales en especial los genitales, mientras que la identidad de género hace referencia a los contenidos de la identidad que provienen de las atribuciones que una cultura determinada hace al hecho de ser mujer u hombre, respecto a actitudes, valores, comportamientos, etc.

El proceso de sexuación es esencialmente un proceso de desdoblamiento en dos formas que se produce desde lo biológicamente más elemental, hasta lo psicológicamente más complejo. Por ello reiteramos que la sexualidad es el modo de vivir el resultado de la propia sexuación. Así en la pubertad, atrio de la adolescencia, se van a producir cambios en ambos sentidos, tanto en lo biológico como en lo psicológico: La nueva imagen corporal, y nuevas capacidades intelectuales de análisis de la realidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario