LA
CONDUCTA SEXUAL HUMANA
PRÁCTICAS
SEXUALES
El estudio científico de la
conducta sexual humana basado en la realización de encuestas a la población en
nuestro medio y en otros países que también se encuadran en la sociedad
occidental o industrializada es relativamente reciente, ya que, por ejemplo, el
Informe Kingsey, realizado en los EUA
y pionero en este campo, fue presentado en 1953, tras una década de trabajos
destinados a tal fin. Diversos estudios posteriores han confirmado algunos de
sus datos, mientras que han rectificado otros; en definitiva, hoy en día se
cuenta con una información suficiente y contrastada sobre estas cuestiones.
La práctica sexual más extendida en nuestra sociedad es
el coito vaginal, aunque no es la única en la mayoría de los casos. Hay algunas
prácticas que pueden considerarse en sí mismas, además de servir como
preparación para el coito, como los besos y las caricias de todo tipo _En la
zona genital o en otras, como son los pechos_, que también están ampliamente
extendidas. Después del coito, las prácticas sexuales más comunes son las
estimulaciones de la región genital, tanto manuales como bucales; se denomina cunnilligus
la estimulación bucal de la vulva femenina, y felación o fellatio,
la estimulación bucal de los genitales masculinos. En menor proporción,
también se practica el coito anal.
LA
MASTURBACIÓN
Las prácticas sexuales
comentadas anteriormente hacen referencia a las que son llevadas a cabo por dos
personas, ya sea con fines reproductivos, como
medio de comunicación interpersonal o simplemente como fuente de placer.
Otra práctica, muy extendida, es la masturbación,
tal como se conoce la
autoestimulación de los genitales, también llamada autoerotismo.
Esta práctica está ampliamente extendida, no solamente en
el ser humano sino también en los animales. En base a diversos estudios
efectuados en la población europea, se calcula que entre el 85% y el 96% de los
hombres europeos se masturban, mientras que por lo que se refiere a las
mujeres, se estipula que entre el 50% y el 65% se ha masturbado alguna vez
hasta llegar al orgasmo.
Los métodos de masturbación
son extremadamente variados, sin que puedan señalarse unos como más normales
que otros.
En general, el ser humano comienza a masturbarse de forma
espontánea durante la infancia, ya que en los primeros años de vida, siendo
habitual que la actividad masturbatoria se incremente en la pubertad. A pesar
de que en épocas pasadas se decía que tal comportamiento podría provocar
alteraciones orgánicas muy diversas, hoy en día se ha comprobado que el hecho
de masturbarse, con cualquier intensidad, no comporta en ningún caso trastornos
para la salud.
Es más, podría considerarse como una alternativa más de
vivir la sexualidad, válida a todas las edades, independientemente de que se
mantengan otros tipos de actividades sexuales.
Incluso se podrían considerar efectos positivos de la
masturbación. Así, representa una oportunidad inmejorable para el conocimiento
del propio cuerpo y de la forma que se tiene de excitarse sexualmente.
BIBLIOGRAFÍA: “Sexualidad
y planificación familiar”, primera edición, noviembre 1993, JM Farré Marti, JM
Carrera Macia, España. (P.p.19.)
Muy útil la información y apropiada para tratarla con adolescentes.
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