Acoso escolar
El acoso
escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje
escolar, matoneo escolar o por su término inglés bullying)
es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de
forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo
de violencia dominante es el emocional y se da
mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas
de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en
la adolescencia (12-14
años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de
víctimas.
El acoso
escolar es una forma característica y extrema de violencia
escolar.
El
acoso escolar es una especie de tortura, metódica y sistemática, en
la que el agresor sume a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia
o la complicidad de otros compañeros.1
Este tipo de
violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a
conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto
que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o
percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así,
expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como
consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte
del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la
idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario
en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede
acarrear pensamientos sobre el suicidio e
incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las
personas sin limitación de edad.
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