Y es que asumir la responsabilidad por los trabajos
escolares ayuda a que los niños se conviertan en adultos que respetan sus
promesas, cumplen a tiempo sus compromisos y tienen éxito en su trabajo
(seguramente el Presidente en cuestión no lo hizo).
Los niños responsables terminan puntualmente los trabajos y
tareas en la escuela y la casa y los proyectos a largo plazo. Recuerdan sus
deberes y entregan los trabajos solicitados. De cuando en cuando piden
asistencia (por ejemplo, con una lista ortográfica de palabras) pero por lo
general les gusta hacer su trabajo por sí mismos.
Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a cultivar en su
hijo la cualidad de la responsabilidad (estas normas no son aplicables a los
niños con trastorno con falta de atención o hiperactivos).
A. Estimule estas virtudes desde el preescolar. Escuche
atentamente la conversación de su hijo. Estimúlelo a pensar por sí mismo.
Llévelo a la biblioteca y léale regularmente. Mire con él programas educativos
y luego coméntelos. Sea para él un ejemplo, mostrándole que a usted le gusta
leer y aprender todo lo que puede, y que disfruta resolviendo problemas y
probando cosas nuevas. Pídale a su hijo de edad preescolar que le ayude con los
quehaceres domésticos.
B. Responsabilidad directa. Su hijo debe entender que el
desempeño escolar y las calificaciones son asuntos que conciernen
exclusivamente a él y a su maestro. El maestro, y no los padres, debe fijar los
objetivos relacionados con el rendimiento escolar.
C. Cosechar los éxitos. Su hijo debe sentir que tiene la
responsabilidad de su desempeño (los éxitos y los fracasos) en la escuela. Las
personas se enorgullecen más de sus logros si se sienten totalmente
responsables de ellos. Los padres que se sienten responsables por el
rendimiento escolar de sus hijos preparan el camino para que los niños les
transfieran su responsabilidad. De vez en cuando, los maestros de la escuela
primaria pueden pedirle que repase algunos datos básicos con su hijo o que se
asegure de que el niño acabe del trabajo que no completó en la escuela. Cuando
el maestro haga esos pedidos, está bien que usted le ayude al niño en forma
temporal.
D. Elogie los logros. Vea y comente las tareas y los
trabajos que su hijo lleva a casa. Haga comentarios escritos de cada libreta de
calificaciones. Escuche lo que su hijo quiere decirle acerca de la escuela.
Muestre interés en los libros que está leyendo. Su hijo debe percibir el
interés de los padres.
E. Las recomendaciones de la escuela. Muestre respeto por el
sistema escolar y el maestro, por lo menos en presencia de su hijo. Las
expresiones y ataques verbales contra la escuela crearán oposición entre su
hijo y la escuela. Aunque usted no esté de acuerdo con algunos aspectos de la
filosofía educativa o la política de la institución, deberá alentar a su hijo
para que se ajuste a las reglas escolares.
Deberá entonces explicarle que hay
muchas reglas en la vida que todos debemos obedecer, aunque no nos parezcan
totalmente lógicas. Sin embargo, tenga en cuenta que en muchos colegios se
cometen arbitrariedades, cuide que su hijo no sea una víctima de ellas.
F. Evite los regaños: Las críticas excesivas, los regaños,
los sermones, reproches y amenazas fomentan en su hijo la rebeldía. Este tipo
de presión negativa es destructiva para la imagen que el niño tiene de sí mismo
y, las pocas veces que surte efecto, sólo lo hace temporalmente. La capacidad
de su hijo de ver el estudio como un camino hacia una carrera en el futuro, ser
admirado por sus compañeros, su satisfacción en saber cosas y su propio
reproche cuando no alcanza sus metas son factores más eficaces como motivadores
a largo plazo.
G. Evite el sobreestímulo (sobornos). Ofrecerle dinero,
viajes, películas, o regalos a cambio de buenas calificaciones sólo raras veces
tienen el efecto deseado. Su hijo los reconoce fácilmente por lo que son:
intentos desesperados de controlar su rendimiento escolar. Si decide
recompensar a su hijo por un logro en los trabajos escolares, la recompensa
debe llegar inesperadamente y debe ser incondicional. Otras medidas como
cancelarle algo importante (como ser miembro del club de niños exploradores) o
privarlo de algo (como su perro u otro animal favorito) a causa de las malas
calificaciones es injusto e ineficaz.
H. No le haga las tareas. Preguntarle si tiene tarea,
ayudarle cada noche, revisar la tarea terminada o instruirlo en áreas
específicas son todos los factores que le dan a su hijo la idea de que usted
confía en él. Si usted hace la tarea de su hijo, su hijo tendrá menos confianza
en su capacidad. Si su hijo le pide ayuda con la tarea, la asistencia que le
proporcione deberá concentrarse en explicar la pregunta, no en señalar la
respuesta.
I. Permítale distribuir su tiempo. La asignación de un
tiempo definido para que su hijo haga la tarea es algo que está destinado al
fracaso. Nadie puede enseñarle a un niño cómo organizar su tiempo, excepto él
mismo. Lo más importante que usted puede hacer es proporcionarle un ambiente
propicio, con un escritorio y buena iluminación. Si debiera haber una regla,
ésta sería no hay televisión hasta terminar la tarea . Acepte la palabra de su
hijo de que la tarea está terminada, sin revisarla.
Idárraga es médico especialista en pediatría, Autor del
Libro Guía de Control Pediátrico, los primeros días .
Problemas pequeños Algunos niños tienen un leve problema de
aprendizaje que interfiere con la forma en que aprenden algunas de las materias
básicas (por ejemplo, la lectura).
Si un niño con una incapacidad para la lectura se retrasa
mucho en la clase, los padres se preocupan y el niño pierde confianza en su
capacidad para hacer la tarea. Con más ayuda, los niños con incapacidades de
aprendizaje pueden conservar una imagen positiva de sí mismos y la confianza en
su capacidad.
Pida una reunión con el maestro, busque consejería
profesional en el sicólogo, el fonoaudiólogo. Si esto no es posible, pídale al
maestro que le dé a su hijo tareas adicionales que puedan hacerse con ayuda de
los padres.
El maestro puede enviar a casa notas acerca de los temas con
los cuales usted debería ayudar. Al adoptar este enfoque, usted no está
asumiendo la responsabilidad primaria del trabajo escolar de su hijo, porque
las tareas y las solicitudes de ayuda provienen del maestro. Proporcione esta
instrucción en casa en una forma positiva y brindando apoyo. Tan pronto como su
hijo haya alcanzado la meta original de mejoramiento, retírese del papel de
instructor.
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