Según Vigotsky (1896–1934) toma
de Hegel el concepto de mediación y lo introduce como un componente medular
para explicar el tipo de relación entre un adulto que sabe y puede realizar una
tarea y otro sujeto que requiere de ayuda para hacerlo en el marco conceptual
de la zona de desarrollo potencial. El plantea la existencia de dos niveles:
·
Nivel real y lo identifica con el grado de desarrollo psicológico
que presenta el niño en un momento dado.
·
Nivel potencial, se pone de manifiesto ante una tarea que el niño
no puede solucionar por sí solo, pero que es capaz de hacerla si recibe ayuda
de un adulto, papás, maestros o bien de un compañero más capaz. Y es
precisamente a este tipo de relación, mejor aún, interacción social adulto –
niño que estimula el desarrollo de las potencialidades del sujeto y esto es lo
que se conoce como mediación educativa y al sujeto portador de la experiencia
como mediador.
Argumenta
que el origen de la concepción del mundo está en las primeras experiencias de
aprendizaje que se dan con las personas más diestras que nosotros y que nos
ayudan a encontrarle el sentido y significado a los objetos y eventos de la
realidad.
El
“significado” no está en las cosas del mundo que nos rodea. Está dado por las percepciones
que de ellas tenemos y éstas son a su vez resultado de procesos de aprendizajes,
en que otros han mediado entre nosotros y esa realidad o bien en que nos hemos
“confrontado” con ellos sin la ayuda, al menos intencionada e inmediata de
otros.
El
mediador es la persona que al relacionarse con otra u otras propician el paso
del sujeto que aprende de un estado inicial de no saber, poder o ser a otro
cualitativamente superior de saber, saber hacer y lo que es más importante SER.
Por tanto favorece el aprendizaje, estimula el desarrollo de potencialidades y corrige
funciones cognitivas deficientes.
Los
padres, los amigos, los maestros son mediadores. En general todo aquel que se relaciona
con otro y al hacerlo cumplen con determinado requerimientos son mediadores.
Los
maestros somos o debemos ser mediadores por excelencia. Nadie aprende “por
cabeza ajena” y todos lo hacemos cuando nos guían de lo que ya sabemos a lo que
debemos saber, hacer y/o ser.
Según
Reuven Feuerstein el maestro debe cumplir con ciertos requisitos al mediar
entre el alumno y el contenido de enseñanza, entre los cuales están:
· La reciprocidad
· La intencionalidad
· El significado
· La trascendencia
· El sentimiento de capacidad
En
resumen, la mediación es un estilo de interacción educativa no frontal ni
impuesta aunque sí intencionada, consciente, significativa y trascendente. Es
acción recíproca entre al menos dos personas que comparten una experiencia de
aprendizaje y en donde una de ellas (EL MEDIADOR) por su nivel acompaña y ayuda
a la(s) otra(s) a moverse en su zona de desarrollo potencial dado su
contribución entre otras cosas a que ésta le encuentren sentido y significado a
lo que hacen y se quiera lograr.
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