Mariano y Laura Hernández, padres de Ricardo
(seis años) creyeron que la mejor manera de entretener a su hijo era regalándole
un teléfono celular con plan de datos ilimitado, y con una renta mensual de 535
pesos. Hasta ese momento, el pequeño fue el más feliz porque ninguno de sus
amiguitos tenía en sus manos este “gran premio” y mucho menos a esa edad.
El obsequio duró sólo una semana, pues
Ricardo lo olvidó en un parque de diversiones. Pero eso no fue lo peor: por
temor a que sus padres lo castigaran no dijo nada; un mes después, Mariano
abrió el sobre de la compañía telefónica y vio que el cargo rebasaba los 535
pesos. Ahora debía pagar 5 mil 250 pesos, por lo que de inmediato corrió con el
pequeño a preguntarle por el celular, pero éste sólo respondió con un
“perdóname papito, se me perdió”.
“Casi mato a mi hijo, pero afortunadamente
reaccioné y sé que él no fue el culpable porque nosotros fuimos los de la idea
de consentirlo con un celular y jamás imaginé las consecuencias. Como padre no
piensas que a veces puedes perjudicarlos o en este caso el perjudicado fui yo,
porque tuve que pagar el monto y una renta extra por 10 meses más”, platicó el
padre de Ricardo.
A diario aparecen más titulares en dónde se
muestran niños de nueve, siete y hasta cuatro años con un desempeño técnico que
cualquier adulto envidiaría. Según el diario Telegraph, en Inglaterra el
promedio de edad para que un niño tenga su primer celular es de ocho.
Con base en una encuesta realizada por la publicación a mil 435 personas, entre ellas 546 niños de entre siete y 15 años, 676 padres y 759 abuelos, reveló que 35% de los niños obtuvo su primer teléfono celular a los ocho años.
Con base en una encuesta realizada por la publicación a mil 435 personas, entre ellas 546 niños de entre siete y 15 años, 676 padres y 759 abuelos, reveló que 35% de los niños obtuvo su primer teléfono celular a los ocho años.
Por suerte no encuestaron a niños menores de
siete años, de lo contrario, seguramente el promedio de edad habría sido aun
más bajo.
Para
Claudia Sotelo Arias, sicoterapeuta y coordinadora de la Comisión de Difusión
del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPS), darle un
dispositivo electrónico a un niño de seis años no es recomendable porque apenas
están aprendiendo a cuidarse; “seguramente no le darán la importancia y el
cuidado a los aparatos”.
Es importante que los papás comprendan que a
esa edad los niños todavía se encuentran en el proceso de asimilar todo su
esquema corporal.
A decir de la experta, si el menor tiene un
celular, una computadora o un iPod, lo único que provocará es que se conecten
más con el aparato que con los amigos. “A los seis años una de las tareas que
deben tener los niños es socializar, aprender a jugar en grupos y seguir
reglas. Entonces si el papá le mete un dispositivo, lo que harán es bloquearle
ese desarrollo social y el niño ya no buscará relacionarse con nadie”, dijo.
A los 10 años, los menores ya tienen integrado el esquema corporal, y son más cuidadosos e intelectualmente cuentan con la capacidad de saber usar un electrónico.
A los 10 años, los menores ya tienen integrado el esquema corporal, y son más cuidadosos e intelectualmente cuentan con la capacidad de saber usar un electrónico.
Sin embargo, ellos todavía carecen de la
responsabilidad y de la conciencia económica del producto.
“Posiblemente el momento ideal para que los padres le regalen un gadget a su hijo es cuando estos cursan la secundaria, hablamos de entre 12 y 13 años, porque ya tienen un panorama amplio de las cosas y del valor”.
“Posiblemente el momento ideal para que los padres le regalen un gadget a su hijo es cuando estos cursan la secundaria, hablamos de entre 12 y 13 años, porque ya tienen un panorama amplio de las cosas y del valor”.
- Antes de tiempo
TECNO entrevistó a 345 padres de familia para
cuestionarles la edad promedio en que le daban un gadget a sus pequeños; 75.36%
dijo haberle comprado un dispositivo antes de los 10 años; 10.14% se lo regaló
después de los 11, mientras que 14.49% pensaba darle un electrónico después de
los 15.
Entre lo más regalado se encontró el celular, una consola de videojuegos, una
computadora, un iPod y una cámara fotográfica, entre otros dispositivos. Caso contrario al de Mariano Hernández es el de Marco A. López, quien aseguró que es un verdadero error el que un padre de familia le de a su hijo un celular a tan corta edad.
“No creo que sean malos o peligrosos, únicamente hay que ver a qué edad y cómo son utilizados los dispositivos. Ellos nacieron con la tecnología y es absurdo dejarlos fuera de ella, siempre y cuando existan reglas y control sobre las cosas. No hay que darles todo sin medida sólo porque están de moda o por entretenerlos, porque más adelante se ve reflejado el daño en el comportamiento del niño”, explicó Marco A. López.
Horas pegados a un dispositivo
Si en la década de los 90 la preocupación de
los padres de familia era cuánto tiempo los niños veían televisión, y a
principios del siglo XXI, cuánto tiempo pasan navegando por Internet, en 2010
todas esas tendencias se han unido y se les ha agregado una nueva variedad de
dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, consolas de videojuego,
cámaras digitales y netbooks para producir un ocio en los niños y jóvenes que
está generando que les dediquen 8 horas de su día, de acuerdo con un estudio de
la Kaiser Family Foundation, una fundación sin fines de lucro que realiza
reportes e investigaciones relacionados a los problemas de salud en Estados
Unidos.
El estudio, realizado a personas de ocho a 18
años, mostró que los niños y jóvenes pasan un promedio de 75 minutos jugando
videojuegos, 90 minutos utilizando la computadora y otros 90 mirando
televisión, 150 minutos usando el iPod y sólo 38 leyendo un libro.
Algunos de los gadgets más utilizados por los preadolescentes y adolescentes son los teléfonos móviles, ya que no sólo les permite mantenerse comunicados con sus amistades sino que gracias a sus características multimedia también sirven para que puedan navegar por Internet, jugar, grabar y ver videos, tomar y ver fotografías y escuchar música.
Una de las autoras de este estudio, Victoria Rideout, explicó que el tiempo que los encuestados le dedican a la tecnología resulta sorprendente, ya que “son más de siete horas diarias, es decir 53 horas semanales, mucho más tiempo del que los adultos le dedican a un empleo. El incremento en el uso de la tecnología da un salto a partir de los 11 años”.
Sobre el uso de Internet, lo que se encontró fue que Youtube y Facebook son los sitios en la red más visitados por niños y por adolescentes, mientras que tres de cada cuatro de ellos tiene su propio perfil en Facebook. Esta red social ha sido motivo de controversias en cuanto al riesgo que pueden sufrir sus usuarios menores de edad al exponer sus datos y muchas veces entablar comunicación con un pedofilo sin saberlo e inclusive llegar a encontrarse con él.
Algunos de los gadgets más utilizados por los preadolescentes y adolescentes son los teléfonos móviles, ya que no sólo les permite mantenerse comunicados con sus amistades sino que gracias a sus características multimedia también sirven para que puedan navegar por Internet, jugar, grabar y ver videos, tomar y ver fotografías y escuchar música.
Una de las autoras de este estudio, Victoria Rideout, explicó que el tiempo que los encuestados le dedican a la tecnología resulta sorprendente, ya que “son más de siete horas diarias, es decir 53 horas semanales, mucho más tiempo del que los adultos le dedican a un empleo. El incremento en el uso de la tecnología da un salto a partir de los 11 años”.
Sobre el uso de Internet, lo que se encontró fue que Youtube y Facebook son los sitios en la red más visitados por niños y por adolescentes, mientras que tres de cada cuatro de ellos tiene su propio perfil en Facebook. Esta red social ha sido motivo de controversias en cuanto al riesgo que pueden sufrir sus usuarios menores de edad al exponer sus datos y muchas veces entablar comunicación con un pedofilo sin saberlo e inclusive llegar a encontrarse con él.
En parte, este consumo excesivo de tecnología
también se debe a una cierta libertad que los padres de familia le dan a sus
hijos dentro del hogar, ya que en la encuesta sólo tres de cada 10 personas
tenían reglas sobre cuanto tiempo podían utilizar su teléfono, televisor y
consola de videojuegos. Mientras que 71% de los niños y jóvenes tenían su
propia televisión en su habitación y de ese porcentaje, la mitad la acompañaba
con una consola de videojuegos propia.
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