Juan y el hombre cucaracha.
Esta obra de teatro ha sido escrita por Alan Rejón
Título: Juan y el hombre cucaracha.
Autor: Alan Rejón
Personajes:
Juan
El hombre cucaracha
Narrador
Gabriel
Diego
Victor
Señora
ACTO I
Narrador: Nuestra historia comienza en las calles de una ciudad
como la nuestra, una ciudad que ha olvidado la naturaleza, que ha
olvidado el olor del rocío sobre el césped en la mañana, en esta ciudad
vive “El hombre cucaracha”, un ser que la gente con solo ver corre
despavorida de miedo y repugnancia. En esta ciudad también vive Juan un
niño de 12 años que suele jugar con sus amigos en la esquina donde el
“Hombre cucaracha” vive dentro de su alcantarilla.
(Juan y sus amigos juegan con una pelota, “El hombre cucaracha” aparece
en escena, dos de los niños lo ven y se alejan, Juan y Víctor siguen con
la bola, Juan la patea y cae junto al “Hombre cucaracha” este toma el
juguete y llama a Juan con un gesto de la mano)
Hombre cucaracha: ¡Hey niño, ven por tu pelota!
Víctor: Juan no vayas, te raptará.
Juan: ¿Quién es ese?
Hombre cucaracha: ¿No la quieres?
Diego: Es el hombre cucaracha, es toda una leyenda urbana, dicen
que dentro de su alcantarilla tiene cadáveres de gatos que caza para
comer durante las noches.
(El hombre cucaracha comienza a acercarse, los niños dan un grito y corren, Juan se queda petrificado)
Hombre cucaracha: Hey, te estaba hablando ¿No me escuchaste?
Juan: No… Bueno, sí.
Hombre cucaracha: ¿Por qué se fueron tus amigos?
Juan: Ah, ah, no sé, tienen, mi…mi…mi…
Hombre cucaracha: ¿Miedo?
Juan: Eso… Sí, eso.
Hombre cucaracha: ¿Creen que desayuno niños?
Juan: Ga… Gatos.
Hombre cucaracha: No me gusta la comida china.
(Juan se queda mudo, no sabe que contestar y ambos se quedan en silencio durante unos segundos)
Hombre cucaracha: Bueno, no tengo todo el día, aquí tienes tu
pelota, ten más cuidado la próxima vez, no deberías jugar en la calle,
pueden atropellarte.
(El hombre cucaracha le da su pelota a Juan, se despide con un gesto y
sale de escena, los niños regresan con Juan quien sigue mirando hacia
donde se fue ese extraño hombre)
Gabriel: ¿Qué paso? ¿Qué te dijo?
Víctor: ¿Estás bien? ¿Te hizo algo?
Diego: ¿Es cierto que tiene colmillos y que sus ojos son solo negros?
Juan: No, solo me dio la pelota, que raro es ese señor.
Diego: ¡Claro que sí, es el hombre cucaracha!
(Los niños jalan a Juan quien sigue con la mirada en el mismo lugar y se alejan con él)
FIN DE ACTO.
ACTO II
Narrador: Varios días pasaron y Juan no se podía sacar de su
mente al hombre cucaracha, ¿Por qué todos le temen? Se preguntaba una y
otra vez, cuando la duda era demasiado grande para su cabeza decidió ir y
preguntárselo al mismo “Hombre cucaracha”.
(Juan llega a la misma calle donde jugaba con sus amigos y justamente en
ese momento “El hombre cucaracha” está llegando, una señora pasa a su
lado y lo ve con odio)
Señora: ¡Vete de esta ciudad! ¡Asqueroso!
(El hombre cucaracha sigue de largo sin prestarle atención y cuando alza la mirada ve que Juan se está acercando)
Hombre cucaracha: ¡Hola pequeño amigo! ¿Ya puedes hablar?
Juan: Hey… Hola, esa señora fue muy grosera contigo.
El hombre cucaracha: ¿Quién? Sabes, mis oídos nunca se dan cuenta
de las cosas malas porque mi mente siempre está pensando en cosas
buenas ¿Entiendes?
Juan: Creo que sí, ¿Cómo te llamas?
Hombre cucaracha: Tú ya sabes mi nombre, yo soy el hombre cucaracha, así es como los amigos me llaman.
Juan: ¿Por qué hombre cucaracha?
Hombre cucaracha: Porque estoy sucio, sucio, sucio y vivo en una alcantarilla como una cucaracha.
Juan: Pero ¿Cuál es tu nombre? El que te pusieron tus papás.
Hombre cucaracha: Fíjate que hace tantos años que la gente me
llama así que ya no recuerdo mi nombre real, pero me gusta cómo me
llaman, va con mi personalidad… Por cierto, no es que te esté corriendo
amiguito pero ¿Por qué venias a verme?
Juan: Quería hacerte una pregunta.
Hombre cucaracha: Me gustan las preguntas, todas tienen una respuesta, así que dime ¿Cuál es tu pregunta?
Juan: ¿Por qué la gente te tiene miedo?
Hombre cucaracha: Dime ¿Cómo te llamas?
Juan: Juan.
Hombre cucaracha: Juan además de mi ¿Cuántas personas conoces que vivan en una alcantarilla y que siempre estén sucios?
Juan: Pues tengo una amigo que ha pasado hasta tres días sin bañarme pero así, así como tú no conozco a nadie más.
Hombre cucaracha: Todos estos años he entendido una cosa Juan, la
gente le tiene mucho miedo a lo que es diferente y yo soy muy
diferente, así que la gente me teme ¿Tu me temes?
Juan: No, ya no.
Hombre cucaracha: Ven conmigo quiero mostrarte mi casa.
(Juan y el Hombre cucaracha salen de escena juntos)
FIN DE ACTO.
ACTO III
(Juan baja con el hombre cucaracha a la alcantarilla, el lugar está lleno de bellísimas plantas de múltiples colores)
Juan: ¡Guau! Qué bonito lugar, nunca había visto tantas flores juntas en un solo lugar.
Hombre cucaracha: Es cierto, las flores son muy bonitas, todas
han logrado crecer dentro de la basura que la gente tira en las calles,
es casi imposible que estén vivas pero lo están y eso es lo más hermoso
de todo.
Juan: Entonces no estás loco por vivir aquí.
Hombre cucaracha: ¿Loco? No, solo he visto muchas veces “Alicia en el país de las maravillas.”
Juan: Si les mostraras esto a más personas te dejarían de tener miedo.
Hombre cucaracha: Tal vez.
Juan: ¡Vamos a llamar a todos para que lo vean!
Hombre cucaracha: Oh, no, no, no.
Juan: ¿Por qué no? ¿No quieres que te dejen de tratar mal?
Hombre cucaracha: Ya te dije que no me doy cuenta de los malos
tratos, además hay personas que sirven para vivir con otras personas, y
hay personas como yo, que sirven para estar solos y crear este tipo de
cosas. ¿Quieres ayudarme?
Juan: Sí.
Hombre cucaracha: Entonces toma un poco de esas semillas que
están sobre la mesa y planta algo en una maceta en tu casa, y dile a tus
amigos que lo hagan también y que todos pongan esas flores en sus
ventanas, así en la noche cuando paseé por la ciudad sabré que gracias a
ti la gente tiene belleza en su casa, y yo seré feliz.
(Juan corre hacia la mesa y toma un saco de semillas)
Hombre cucaracha: Llévatelas todas.
Juan: Le diré a todos que no eres mala persona, que no estás loco.
Hombre cucaracha: Gracias Juan, pero ya es hora de que te vayas, ya va a anochecer.
Juan: Adiós, Hombre cucaracha.
Hombre cucaracha: Hasta luego Juan.
(Juan sale de la alcantarilla, el hombre cucaracha se sienta en una
silla que está junto a la mesa. Se queda ahí durante unos segundos y de
pronto se escucha un maullido)
Hombre cucaracha: ¡Es hora del almuerzo!
(El Hombre cucaracha sale de escena del lado contrario de donde salió Juan)
FIN.
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