La prosa es una forma que toma naturalmente el
lenguaje para expresar los conceptos, y no está sujeta, como el
La prosa es una forma de la lengua escrita, definida por
oposición al verso hacia atrás, con figuras que se agrupan en el llamado
paralelismo. Se ha definido la prosa por oposición al verso, porque aquella no
tiene ni
ritmo métrico, ni repetición (formas fijas) ni periodicidad (rima) como aquél (Ducrot y Todorov, 1974). Ritmo, repetición
y periodicidad son justamente los elementos caracterizadores de la oralidad.
Es necesario resaltar que no debe confundirse el lenguaje
hablado con la prosa.
Monsieur Jourdain alguna vez preguntó: «Qué, cuando digo; “Nicole,
tráeme las pantuflas y deme mi gorro de dormir”, ¿eso es prosa?». La
respuesta sería no, ya que la prosa es una forma de escritura, que se
diferencia del verso, más parecido que la prosa a la oralidad; y que es usada
en obras literarias tales como cartas, cuentos y novelas.
El origen de la prosa proviene
de la
Jonia en el siglo VI a. C., primero
por una prosa narradora para describir lugares, costumbres o relatos, en una lengua más racionalista,
diferente de la lírica. Sin embargo, su mayor desarrollo se efectuaría en Atenas durante los siglos V y IV a. C.2
Por primera vez se dispuso de
un instrumento lingüístico capaz de servir al pensamiento abstracto.
Los principales autores de la
historiografía griega en prosa son:
- Heródoto, con
su prosa narrativa inspirada en la Ilíada;
- Tucídides, con
su prosa científica, narrando y argumentando hechos contemporáneos e
intentando la imparcialidad;
- Jenofonte, con
su obra Helénicas,
continuando la obra del anterior, aunque escribe de forma parcial a favor
de los espartanos.
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