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viernes, 8 de marzo de 2013

PUNTO DE PARTIDA: ¿CÓMO QUIEREN APRENDER LOS ESTUDIANTES?


En cualesquiera de las modalidades de educación, el docente prepara y
diseña los insumos, recursos y estrategias necesarios para que los
estudiantes logren los aprendizajes esperados. Por eso, planifica el curso a
partir de las trilladas dimensiones del saber pedagógico, las cuales se
recuerdan en este texto:

 ¿Qué se enseña?
 ¿A quién se enseña?
 ¿Para qué se enseña?
 ¿Cómo se enseña?

Estas dimensiones parecieran ser tomadas literalmente por el docente como
recetarios unilaterales en la construcción de currículos y microcurrículos
sobre los diversos campos y áreas disciplinares. No obstante, es explicable
esta fisura en la fundamentación pedagógica de maestros porque el docente
enseña tal cual le enseñaron, según sostiene el profesor de la Universidad
de Antioquia y asesor académico Rafael Flórez Ochoa. Esta consideración
coincide con la expuesta por Mario Briones (4), cuando afirma que un
axioma, relacionado con la elevación del nivel profesional del profesor
universitario, dice que el docente enseña lo que sabe.

En concreto, el problema radica en la forma de preparación de maestros y
profesores, pues con frecuencia no se les consulta dónde necesitan ayuda
sino que simplemente se les invita a devorar extensos tratados de
pedagogía y talleres prefabricados (“Cómo aprende la gente…”: on line).
Sin embargo, este docente se ha preguntado alguna vez ¿cómo quieren
aprender sus estudiantes? En su competencia docente esta inquietud
debería ser el marco con el que diseña un currículo y curso, si se tuviese en
cuenta el contexto social, cultura, político, religioso; así como la visión del
mundo y los intereses, ritmos y formas particulares de aprendizajes de los
estudiantes. Sobre este particular, con razón Tobón Franco considera que:
―Tener en cuenta las situaciones previas ha permitido conocer los
ritmos y estilos, que varían de una persona a otra. Ha traído como
consecuencia la adecuación de nuestros métodos a esas diferencias
y el reconocimiento de la evolución de cada estudiante así como de
los ajustes que es necesario plantear durante el proceso, mediante
evaluaciones de diagnóstico y formación.‖ (Tobón Franco: 80).

1 comentario:

  1. Y es por esta razón que hay que tomar en cuenta las inquietudes de nuestros alumnos, sus necesidades, lo que realmente requieren para que nosotros como docentes busquemos técnicas que nos permitan mejorar los que no nos esta funcionando.

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