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viernes, 8 de marzo de 2013

Sociedad Mexicana reflejada en la literatura de siglo XIX

LA SOCIEDAD MEXICANA DEL SIGLO XIX Y LA LITERATURA NACIONAL. CRÍTICA LITERARIA Y ANÁLISIS DE LAS OBRAS EMBLEMÁTICAS, DE LOS LIBERALES GUILLERMO PRIETO E IGNACIO RAMÍREZ. INTRODUCCIÓN: Debido a la inestabilidad que presentaba México, después de la ruptura del pacto colonial, es preciso decir, el hecho que repercutió en los aspectos políticos y económicos, y provocó una crisis de carácter cultural y la necesidad de buscar una identidad propia e inspirar hacia un patriotismo histórico . Por otra parte, es importante mencionar las etapas de transición que tuvo el país; revisando los modelos y tipos de gobiernos aplicados en la naciente nación, estableciéndose por primera vez un imperio, proclamándose Agustín de Iturbide como emperador, que al año de instaurado fracasó, debido a la mala distribución del poder, al ignorar al congreso; y originando un régimen prácticamente autoritario, todo esto trajo consigo el malogro del imperio. Posteriormente se instaura la república, y se propone a Guadalupe Victoria como primer presidente, apoyado por López de Santa Anna, aunque quedaba en duda el tipo de república a adoptar, Federal o Central . Después de innumerables pugnas internas triunfó la forma de gobierno federal. Es importante mencionar aquí uno de los notables pasajes históricos, que fue el periodo Presidencial de Don Antonio López de Santa Ana, quien ganó las elecciones en 1833, por parte del partido liberal, sin embargo manifestó sus inclinaciones conservadoras, aliándose con el clero y con los grupos conservadores del país. Es bueno revisar también uno de los episodios que sucedieron durante este periodo que fue la rebelión de Texas en 1835, extenso y lejano territorio que se había prestado para ser poblado por colonos extranjeros con el único requisito de que fueran devotos cristianos, de buenas costumbres y que respetaran las leyes de México, pero sucedió todo lo contrario los aventureros que poblaron el territorio pronto decidieron buscar su independencia y se declararon en rebeldía autoproclamándose el Estado de la estrella solitaria. El propio ejecutivo Santa Anna encabeza la lucha para recuperar Texas. Sin embargo los resultados fueron desastrosos; emprendió la guerra con escasos recursos, tropas mal pertrechadas, integradas el pueblo, iniciando su largo trayecto hasta Texas en mal momento pues fueron sorprendidos por el invierno, la derrota de Santa Anna fue contundente, al ser capturado en la batalla de San Jacinto y obligándosele a ceder el territorio de Texas, siendo esto un mal precedente pues dio lugar a la perdida consecutiva de territorio y anexiones por los Estados Unidos. Santa Anna era un personaje pintoresco y audaz y a su regreso al poder, no toda la gente apoyaba su gobierno, pues era desorganizado, desordenado y sin un plan viable. Para 1838, México tuvo de facto la llamada “guerra de los pasteles” contra Francia, defendiéndolo acérrimamente de la nivación. Santa Anna, en el escenario bélico, fue herido y perdió una pierna, aunque logro un acuerdo de paz. Al regresar por tercera vez a la presidencia, debido a un golpe de Estado, trata de formar la dictadura, escribiendo las bases orgánicas de una nueva constitución, protegiendo los fueros militares y del clero, así como también recaudando recursos de varios impuestos; de los negocios según el numero de puertas y ventanas; de los animales (cualquier tipo de ganado y animales) y en general, de los diferentes tipos de propiedad y demás pertenencias de los ciudadanos, dando ello como resultado el rechazo unánime de pueblo hacia el presidente déspota. Se genero un plan en reacción, a las actitudes del presidente, llamado el plan de Ayala; en el cual se gesto una revolución en contra de la dictadura que Pretendía Santa Anna, la guerra contra la dictadura, había durado un año y medio, fue despiadada y sangrienta, desapareciendo así López de Santa Anna y generándose una comisión de diputados al frente de Juan Álvarez como Presidente Interino. Algunos de los integrantes del Plan de Ayala, fueron Melchor Ocampo, Benito Juárez, Guillermo Prieto e Ignacio Comonfort, entre otros, proponiendo a Comonford como Presidente, y Juárez de la Suprema Corte, en el año de 1857 . Es preciso señalar, la necesidad de conocer la importancia de la historia de México, pues precisamente la problemática actual radica en que no hemos sabido interpretar la Historia social y las repercusiones que ésta tiene en el presente. Por lo que es necesario conocer el pasado para actuar en el presente. En el presente trabajo es fundamental reconocer a muchos de los actores históricos, así como de las múltiples y variadas fuentes que existen: obras literarias, libros, periódicos, panfletos, artículos históricos, poesías y canciones satíricas y la tradición oral entre otros. Existe pues un cumulo de archivos y documentos que dan cuenta del acontecer histórico en este periodo crucial de la historia de México. Necesario es hacer notar que estas fuentes, documentos y archivos cobran relevancia, pues muchos de los actores históricos formaron parte ellos mismos de la pléyade de hombres y mujeres que lucharon contra la opresión de la invasión extranjera y ayudaron con su acción y pensamiento liberal, a forjar la ideología que habría de ser el carácter distintivo de los hombres de la Reforma. Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez, son algunos de los actores históricos que pretendemos estudiar, no solo como militares, políticos e ideólogos, sino desde sus contribuciones a la causa liberal a través de sus obras y escritos literarios y de cómo estos fueron fuente de inspiración patriótica para los mexicanos. Guillermo prieto, hombre de vasta cultura, desde muy joven tuvo una inclinación por el Partido Liberal, criticando siempre al gobierno de Antonio López de Santa Anna. Escribiendo para “El Monitor Republicano” en 1847 y para “El Álbum Mexicano” en 1849. Desempeñó el cargo como ministro de Hacienda, durante el gobierno de Mariano Arista. Así como también estando en Guanajuato, se adhirió al Plan de Ayutla, por el cual fue desterrado. Al terminar la Revolución de Ayutla, fue nombrado administrador general de Correos así como también ministro de Hacienda en el período presidencial de Juan Álvarez. Participando como diputado del Congreso Constituyente; elaboró la Constitución de 1857. Una vez consumado el golpe de Estado contra el gobierno de Ignacio Comonfort, propiciado por Félix Zuloaga con el Plan de Tacubaya, renunció a su puesto de administrador de Correos, uniéndose a la causa liberal con Benito Juárez . En el ámbito académico, Prieto se destaca, por sus múltiples faenas de escritor y polígrafo, también en la cátedra que sirvió como profesor de Economía política e historia patria. Guillermo, fundó la academia de Letrán, la cual se encontraba ubicada dentro del colegio de San Juan de Letrán, junto con Lacunza, Quintana Roo, Ignacio Ramírez entre otros, germinando así ideas liberales e inclinándose literariamente por el romanticismo. Ante los inminentes ataques por parte de los franceses y la revolución de reforma, prieto participó con tenaz defensa, el literato fue por esencia el poeta nacional, describiendo a través de arengas, el ardor de la contienda, que comunicaba inflamados acentos, así como también su sátira despiadada flagelaba al enemigo, y le hablaba al pueblo en su lengua, por lo que el pueblo le entendía . Ciertamente fue Guillermo Prieto, “el Poeta Nacional”, es decir, su estilo y esencia, transmiten emociones y sentimientos, las cuales forjan en sus obras calidades pintorescas; su bizarro carácter, forma parte de su producción poética, evocando a los héroes de independencia y de reforma, puesto que su ardua labor de pintar tipos, costumbres, paisajes y escenas populares de la tierra mexicana, hacen que le dé un toque único. Sus pinturas descriptivas de paisajes de la tierra, verbenas de barrio, gentes y costumbres, como el “charro” de sombrero entoquillado de plata; el indio ladino, el audaz guerrillero, hacen que les dé una esencia agradable, omnipresente y empática, así como también hace descripciones de escenas que se transmiten, como la representación de una calle estrecha y peligrosa, el puesto de fruta, la casa de vecindario alborotador, es decir, todo típico y regional, todo vivido y matizado, con admirable riqueza. Es la expresión, la manifestación de un pueblo idealizado por la ternura y la fantasía de un gran poeta. El poeta Guillermo Prieto tiene algunas obras emblemáticas como “Las Memorias de mis tiempos” , publicado en 1906, en esta obra se encuentra en un tiempo, de 1828 a 1853, narrando las más sabrosas y pintorescas crónicas que conocemos de la vida social, política y literaria, del México de aquella época. Prieto era viajero, unas veces por gusto, otras por obligación, legando en sus impresiones, la vida errante, frecuentemente llenas de insuperable garbo, plasmando esto en dos de sus impresionantes obras, “Viajes de orden suprema” la cual quedo incompleta, y “Viaje a los Estados Unidos”, la cual es una producción periodística laboriosa e interrumpida, que derrochaba humorismo y describía costumbres. Vale la pena mencionar a otro eminente literato, que con sus características deslumbró a los ojos de muchos, es decir, hablamos de Ignacio Ramírez, con el seudónimo de “el Nigromante”, se inicio en el periodismo junto con Guillermo Prieto al fundar un periódico, llamado “Don Simplicio”, Ramírez firmando sus artículos con su distintivo, y Prieto con el seudónimo de, “Fidel”, el nigromante se distinguió por sus arengas publicadas y por sus satíricos versos, haciendo actos de censura del gobierno conservador, así como también abatiendo a la iglesia lo cual provocó que su periódico fuera censurado, e Ignacio encarcelado. Fue en poesía un clásico puro y rancio; en el terreno político, el más firme e implacable destructor de la tradición, catedrático en el instituto literario de Toluca, enseñó derecho y literatura, siendo maestro de Altamirano, Para 1853 radicó por un tiempo a la ciudad de México ejerciendo como profesor en el Colegio Políglota. Criticó fuertemente a Santa Anna, lo que fue motivó de su encarcelamiento once meses en prisión y la mayor parte de ese tiempo lo tuvieron encadenado. Al triunfo de la Revolución de Ayutla fue liberado y fungió como secretario personal de don Ignacio Comonfort; al advertir que éste falseaba sus principios liberales, renunció a su puesto para afiliarse con Benito Juárez, Melchor Ocampo y Guillermo Prieto en el partido liberal, para combatir con su pluma al renegado. Ramírez estudió en el Colegio de san Juan de Letrán, perteneciendo también a la academia de Letrán, ahí fue incrédulo de ideas convencionales, afirmando textualmente “no hay Dios; los seres de la naturaleza se sostienen por si mismo”, esto fue tomado como acto de rebeldía, abatiendo contra la religión y contra la organización política y social. El nigromante, es seco, sardónico, demoledor e implacable; además tiene como armas temibles, una voluntad dinámica, un talento claro y una cultura enciclopédica; por otra parte conoce las vicisitudes de la vida errante, en el periodo que va de la guerra de los tres años, la intervención y el imperio, hasta instaurar la república. Existieron pasajes que marcaron su vida, pues visitó los calabozos de San Juan de Úlua, antes de la caída de Maximiliano. Mantuvo posiciones políticas y cargos públicos como magistrado, de la suprema corte de justicia, Científico y literato, aunque sufre persecuciones bajo la presidencia de Lerdo de Tejada, posteriormente triunfante Porfirio Díaz, es fugaz y nuevamente ministro de justicia, y torna al fin de magistrado, para ocuparlo hasta el día de su muerte, acaecida en México el 15 de junio de Junio de 1879. Ignacio Ramírez, era un clásico limpio y pulido, aunque un tanto frio, en ocasiones sus versos tiene inspiración filosófica con tendencias políticas; es preciso decir que también canto a la mujer, su pasión por Rosario Peña iluminó o ensombreció los años postreros de su vida, componiendo un soneto celebre, llamado “al Amor”, aunque hay otros como “al sol”, “a mi musa”, “por los muertos y por los desgraciados”. Debido al preámbulo escrito, es de suma importancia destacar a los dos autores que mencionamos, puesto que son contemporáneos, prieto nació en México en febrero de 1818, y Ramírez, en junio de 1818 en San Miguel el grande Guanajuato. Ambos pertenecieron a la academia de Letrán, junto con otros grandes pensadores de México, La academia era una libre reunión de jóvenes, teniendo consigo la bohema y el origen de la literatura Mexicana, su recinto intelectual era un pequeño cuarto dentro del Colegio de San Juan de Letrán, así describe Guillermo prieto el recinto literario, en su obra “las Memorias de mis tiempos”; “propiamente podría llamarse celda, con sus altas ventanas, sus desnudos ladrillos y su cancel en la puerta, estaba totalmente tapizado de libros, sin más claros que el que ocupaba una angosta mesa que sería calumnioso llamar bufete, en un extremo de la pieza y en el opuesto un catre aislado y como llevado como cárcel provisional a aquel lugar, completaba el ajuar una mesilla de palo blanco, y en ella, o provocando o atestiguando el apetito del dueño, una portavianda de hojalata y un cántaro poroso con agua pura” Algunos de los integrantes de la academia de Letrán, en un principio, fueron; José Ma. Lacunza, Juan Nepomuceno, Manuel Toniat Ferrer y Guillermo Prieto, teniendo una hora determinada, para leer por turno, los “rollos de versos en los bolsillos”, composiciones hechas por ellos mismos. Después ingresaron a la academia, Quintana Roo, M. Carpio, Pesado representando la literatura clásica, también entro, Fernando Calderón e Ignacio Ramírez, este último fue Jacobino, negando a Dios, lo cual en el futuro seria el doctrinario de la Revolución reformista . Sin duda esta academia yacía en la inspiración y el genio, aunque lo grande y trascendental en ella se debía a su tendencia decidida a mexicanizar la literatura, emancipándola de toda obra y dándole un carácter peculiar. En novelas, poemas, leyendas y dramas, los escritores se imponían temas nacionales, ya estuvieran estos relacionados con el pasado precortesiano y colonial, o bien se trataba de cuadros de costumbres o descripción de paisajes nuestros. JUSTIFICACIÓN: Frente los inminentes cambios políticos y fluctuaciones económicas, acaecidas a lo largo del siglo XIX en México, es importante escrutar, indagar e investigar las repercusiones que tuvieron en la sociedad mexicana, es decir, saber cuál fue el impacto social. Por otra parte, necesario es hacer énfasis en estudios sociales, utilizando textos literarios como recurso primordial, así como también el análisis de pasajes históricos para hacer una revaloración del contexto histórico, demostrando con ello que los textos literarios contemporáneos al siglo decimonónico, se encuentran ligados a los hechos históricos. Por lo anterior es preciso señalar su relevancia, ya que varias obras literarias se gestaron por actores del mismo contexto histórico. Es importante mencionar las características del presente trabajo, que se enmarca dentro de los parámetros literarios e históricos, y toma en cuenta a la literatura además de cómo un arte, un producto cultural, que está en estrecho contacto con la vida cotidiana, se nutre de ella y la describe. Es producto del trabajo intelectual de los escritores de la época que la arrancan de un contexto social. La literatura va a jugar un papel importante, no solo de la descripción de la realidad sino también, como vehículo de divulgación de las ideas políticas y libertarias en un momento de la historia de México en que el país fue agredido por fuerzas invasoras que pisotearon su soberanía. Creemos además que ésta relación permitió consolidar en parte el proyecto de la unidad nacional. La relación estrecha entre literatura e historia, tiene como consecuencia la construcción de una de una historia social. Enfatizamos la importancia de revisar el contexto histórico, desde la perspectiva cultural, política y económica; puesto que los cambios en estas estructuras, repercuten en la sociedad, directa o indirectamente. Sabido es que todos los aconteceres en el Estado, dan como resultado, reacciones que sacuden a los diferentes sectores sociales. Por lo tanto, creemos es necesario destacar a la par el enfoque literario e histórico. Según Anne Staples , en su artículo titulado “La lectura y los Lectores en los primeros años de vida independiente”, informa acerca de la influencia que tuvieron textos innovadores importados de otros lugares como Europa; aunque algunos de ellos seguían vetados por la iglesia, que todavía ejercía un fuerte control. Menciona también la incipiente libertad de imprenta, que dio lugar a periódicos locales y municipales, y a una intensiva distribución. Señalaba que existía un gran interés en la sociedad por la política y cultura, pues se produjeron textos de sátira y realidades, que influyeron en la sociedad, pero se reitera, la iglesia con tal de salvaguardar “la moral en la sociedad”, prohibió y censuró estrictamente muchos textos, que sin embargo, se producían clandestinamente. Existían panfletos, folletos y periódicos, que la gente que sabía leer y escribir los adquiría, pues traían temas novedosos y vanguardistas de la época. Además los libros eran excesivamente costosos y no se conseguían fácilmente. Hay que reconocer que la lectura y escritura era un negocio para la gente letrada, quienes prestaban sus servicios para redactar y emitir comunicados. Staples menciona el alto índice de analfabetas, que era situación preocupante para el país. En resumen, las informaciones leídas y comentadas en panfletos, cartas, folletos, periódicos y libros constituían información valiosa en corrillos de ciudadanos o en arengas incendiarias dirigidas al pueblo. Probablemente la necesidad de informarse de primera mano obligó a una parte de la población a aprender a leer y a escribir. Pero fue la tradición oral a través de comentarios y criticas el mejor medio de comunicación en una sociedad con un muy alto índice de analfabetismo. Es preciso señalar que no toda la sociedad tenía acceso a los libro, o textos en general, por diversas causas ya mencionadas, pero existieron generaciones prometedoras, es decir, en las cuales germinaría la literatura nacional, mientras asistían tertulias intelectuales, ahí se incorporaron destacados pensadores mexicanos, con posiciones ideológicas encontradas, radicales o moderados. Dos de los personajes, de los que haremos alusión, fueron Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez, éste ultimo mejor conocido como “el Nigromante”, sus grandes dotes como escritores polémicos y patriotas les valió su entrada en el mundo intelectual de la época, llegando a ser lideres indiscutibles en el mundo de las letras mexicanas. Carlos González Peña, describe esta relación tan singular, entre la política y la literatura; y de cómo en el siglo XIX varios hombres de letras eran a la vez políticos, soldados o tenían alguna profesión liberal. Importante mencionar, que Guillermo Prieto e Ignacio Ramírez, pertenecían ambos a la Academia de Letrán, ambos fueron contemporáneos, y sus textos constituyen una fuente invaluable para revalorar el contexto histórico del siglo XIX.

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