LA
TERAPIA SEXUAL EN TODO TIPO DE DISFUNCIÓN.
Cada disfunción sexual requiere un
tratamiento específico, ya que, por ejemplo, pueden ser muy distintos los
procedimientos destinados a solventar un trastorno de la erección que los
requeridos para tratar un vaginismo, como son diferentes los métodos apropiados
para solucionar una disfunción de causa orgánica de los necesarios para tratar
una disfunción de origen psicológico. Pero de todos modos, y considerando los
puntos en común que suelen tener las distintas disfunciones, cuyas
repercusiones suelen tener semejanzas, eexiste un conjunto de procedimientos
terapéuticos útiles para muchos de estos trastornos, cuya aplicación se conoce
como terapia sexual.
Un requisito
importante de la terapia sexual es que para intentar solventar una disfunción
sexual, se requiere la participación activa de dos individuos cooperantes. Si bien
ello supone una limitación de este tipo de tratamiento para un individuo
aislado, tal condición es fundamental, puesto que deben desarrollarse técnicas
en las que se requiere una pareja y que muchas veces se basan en potenciar la
comunicación afectiva y erótica entre ambos miembros. Por lo general, incluso
cuando la disfunción tiene una base orgánica muy concreta, que pueda
solventarse individualmente, para que la situación revierta totalmente y se
restablezca una adecuada relación de pareja, es necesario atender a los
conflictos psicológicos y emocionales de cada uno de los miembros, así como
intentar reparar la comunicación entre ambos si la misma está deteriorada. En cualquier
caso, hoy en día se dispone de técnicas que pueden aplicarse a sujetos sin
pareja.
En una terapia sexual estándar, se recurre a diversos
tipos de procedimientos, algunos de los cuales se llevan a cabo en la consulta
del terapeuta y otros deben desarrollarse en la intimidad según las
indicaciones del profesional.
En la consulta del terapeuta, según las características de
cada caso, se puede recurrir a diversos métodos psicológicos. Pueden ser útiles
las técnicas de análisis, con el fin de
profundizar en el conocimiento de los conflictos, temores o deseos
inconscientes. También se recurre a la terapia de pareja, mediante la cual se
observa la interacción entre ambos miembros, intentando detectar y modificar
las deficiencias de comunicación interpersonal. (…)
(…) Paralelamente, el
terapeuta sexual también prescribe una serie de tareas o ejercicios sexuales,
que bajo sus indicaciones la pareja debe practicar en la intimidad. (…) El
profesional decide en cada caso las técnicas más apropiadas, pero es un
requisito fundamental que la pareja colabore activamente al seguir sus
instrucciones. con este tipo de estrategia, la mayor parte de las disfunciones
sexuales se resuelven en un período relativamente corto de tiempo, a la par que
se mejora la comunicación entre los dos miembros de la pareja.
Junto con lo que se ha dicho, se recurrirá, por supuesto,
siempre que sea preciso, a las terapias de base orgánicas típicas, tanto
farmacológicas como quirúrgicas.
BIBLIOGRAFÍA: “Sexualidad
y planificación familiar”, primera edición, noviembre 1993, JM Farré Marti, JM
Carrera Macia, España. (P.p.27.)
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