Cómo conducir un grupo

Conducir un grupo de personas a menudo suele ser difícil, pero las personas que lo saben hacer, por lo general tienen muy buenas recompensas. La satisfacción de conducir un grupo es directamente proporcional a qué tan bien funciona dicho grupo. Hacer que un grupo de personas trabajen juntas es todo un arte y al mismo tiempo una ciencia. Se han escrito muchos libros acerca de cómo conducir un grupo, pero la mayoría de ellos pertenece al área de negocios.

Fuera del mundo de los negocios, los grupos forman parte importante de la vida de casi todo mundo. Todos formamos parte de diferentes tipos de grupos con una gran diversidad de intereses, como intereses recreativos, deportivos, grupos religiosos, de caridad, etc. Los grupos se forman con personas que tienen intereses comunes. Es muy difícil que un jefe pueda mover a todo un grupo de personas, en cambio un líder sí lo puede hacer. Un jefe necesita una especie de “látigo” para hacer que su grupo se mueva, mientras que el líder motiva a la gente a lograr metas en común. Los siguientes pasos te pueden ayudar a conducir un grupo de manera eficaz.

Entiende las motivaciones. No asumas que sabes qué es lo que la gente quiere. Tienes que entender realmente por qué están participando y qué es lo que cada uno quiere obtener con su participación en las actividades del grupo. Por ejemplo, en un equipo de futbol puedes tener algunas personas que quieren ganar el campeonato y otras que sólo quieren aprender. Lo mejor es pasar algo de tiempo con cada miembro del equipo, hacer preguntas y escuchar sus respuestas.

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Establece un conjunto de metas. Una vez que descubras y entiendas qué es lo quiere la gente de tu grupo obtener de su participación, lo mejor que puedes hacer es establecer un conjunto de metas que se lograrán como grupo.

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Planea actividades. Una vez que se hayan establecido las metas, planea con tu grupo las actividades que realizarán para lograr las metas. Haz que participen en una lluvia de ideas. El entusiasmo del grupo crecerá si están ocupados en tareas productivas. La comunicación directa e indirecta es la clave para mantener al grupo unido. Las juntas llevadas a cabo con regularidad ayudan a mantener lazos de unión fuertes entre los miembros de un equipo. Si elaboras una agenda con las actividades del grupo en la que todos participen, los mantendrás entusiasmados.

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Delega actividades. Nada hace que los miembros de un equipo se sientan parte de él, que teniendo una responsabilidad. Cuando los líderes delegan actividades, no sólo reducen su carga de trabajo, también hacen que los miembros de su equipo se sientan más involucrados en el proceso. Cuando hay problemas, no pienses que tienes que resolverlos tú solo. Trata de distribuir las responsabilidades entre los miembros y confía en su capacidad para llevar a cabo las tareas que les delegues.

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Motiva con el ejemplo. Una vez más, existen muchos libros escritos acerca del liderazgo y ningún artículo podría resumir todo lo que se necesita para ser un líder. Escoge el estilo de liderazgo que funcione mejor con el grupo. Ten cuidado con convertirte en un gerente que lo hace todo. Pero por otro lado, ten cuidado de ser perezoso e irresponsable. Casi todos los buenos líderes mueven a su gente por medio del ejemplo. Pide a los miembros de tu equipo que te den ideas, escúchalas atentamente antes de actuar, invierte un poco de tiempo para pensar en los pasos que vas a tomar y lo más importante, confía en los miembros de tu equipo.