La vida es un libro abierto a tu lectura

lunes, 22 de octubre de 2012

HABLEMOS DE COMUNICÓLOGOS (INTERESANTE)


Mal que bien (o mal y bien), el comunicólogo se está ganando un espacio en el concierto
de las ciencias del hombre. Difícilmente, con penurias, el comunicólogo camina salpicado
de algunos conocimientos adquiridos en la formación académica de una especialidad que
bien a bien no ha precisado su objeto de estudio. Generalmente, el comunicólogo –como
tal-  vive para (y del) espacio docente e investigativo. En muy pocas ocasiones tiene el
privilegio de desempeñarse como tal fuera de este ámbito  (el  sector  profesional,  como
prestador de sus servicios, por ejemplo). Hoy día, el espacio académico es una aventura.
Pero lo es más cuando este sujeto tiene que enfrentarse a lo heteróclito  de  su  propia
disciplina, y a lo polivalente de los problemas que busca observar y analizar. A veces cae
en  la  tentación  (y  en  la  necesidad) de ser sociólogo; otras de emular al politólogo; hay
quien osa incluso acercarse al psicólogo (o al psicoanalista). Por desgracia, pocos, muy
pocos han incursionado en el terreno del filósofo y, salvo excepciones, casi nadie se ha
acercado al trabajo del antropólogo.
En  fin, el "comunicólogo" quien pedestre y ocasionalmente pretende distanciarse del
"comunicador", en ocasiones también realiza este oficio; al menos está obligado a hacerlo.
Como de una u otra manera, a lo largo de su formación, el comunicólogo ha tentado al
mundo de los medios de comunicación, también éstos lo han tentado a él. Sin pretender
entrar en un debate semántico de los conceptos y sólo con el afán de ilustrar las ideas,
puede decirse que hay quienes como  "comunicólogos"  quieren  desempeñarse  como
"comunicadores" de los medios; aunque debemos reconocer también que en el ámbito de
los científicos sociales, muchos se sienten con capacidades para desempeñar ese trabajo.
Es parte del oficio.
Pero, precisamente, el comunicólogo al que nos referimos es aquél que ejerce el oficio de
científico  social  que  se dedica a observar los fenómenos de la comunicación, la
información, la cultura de masas, y su impacto a nivel local,  regional  y  global.  Por
desgracia, el escaso basamento teórico propio de una disciplina que aún no existe como
tal (las ciencias de la comunicación, las que más bien son una in-disciplina intelectual), así
como de un rigor metodológico ad hoc (si todavía es válido hablar de ello), el comunicólogo
está obligado a desarrollar "la imaginación sociológica" wrightmilliana, a la manera de un
"bricolage científico".


Asi que compañeros sintamos orgullosos si nos llaman COMUNICÓLOGOS jejeje

No hay comentarios:

Publicar un comentario