Contenidos:
Ø Definición de Dinámica y Didáctica
Ø Metodología de ¿Cómo animar un grupo de niños?
Ø Esquema de la comunicación para trasmitir Dinámicas
Ø Educación por edades, características.
1.1. Definición de Didáctica:
La Didáctica
es la disciplina científico-pedagógica que tiene como objeto de estudio los
procesos y elementos existentes en la materia en si y el aprendizaje. Es, por tanto, la parte de la
pedagogía que se ocupa de los sistemas y métodos prácticos de enseñanza.
1.2. Definición de Dinámica de grupo:
Dinámica de grupo se puede definir como las actitudes y
sentimientos que presentan los componentes de un grupo ante la presentación de
un problema o actividad al que deben dar solución.
La dinámica de grupos es un conjunto de conocimientos
teóricos y de herramientas en forma de técnicas grupales que permiten conocer
al grupo, la forma de manejarlo, aumentar su productividad y de afianzar las
relaciones internas y aumentar la satisfacción de los que componen el grupo
Es la forma o medio de como se predisponen los alumnos
para aumentar su motivación estado de animo, con la finalidad de obtener el
máximo rendimiento en el proceso de la enseñanza aprendizaje.
La dinámica de grupos es un conjunto
de conocimientos teóricos y de herramientas en forma de técnicas grupales que
permiten conocer al grupo, la forma de manejarlo, aumentar su productividad y
de afianzar las relaciones internas y aumentar la satisfacción de los que
componen el grupo
Tema 2:
Metodología: ¿Cómo animar un grupo?
Es común que esta pregunta surja entre lo
grupos misioneros No hay una respuesta única* No existe un solo 'método para la
animación, ya que. Los grupos varían constantemente., tanto en cantidad como en
características. Por lo tanto este es un interrogante que siempre debe estar
latente, y nos deberá mantener alertas para enfrentarnos a las diferentes
situaciones que se presentan dentro del grupo.
Tema 3:
Esquema de la comunicación para trasmitir Dinámicas
EL EMISOR:
Elabora el mensaje,
lo trasforma o adapta a los niños y lo trasmite de la manera más real evitando
que llegue distorsionado a los niños. Tendrá que tener en cuenta la forma en
que se desarrolla cada tema y las palabras que se utilizan según las
edades de los niños.
El emisor necesita
conocer sus gustos, dones, lenguaje, para trabajar a través de ellos y llegar
al mensaje.
EL
MENSAJE:
Son los contenidos
o teorías que se quiere comunicar.
- El emisor es el
autor y productor del mensaje,
lo que determina la
Afectividad del mensaje.
El canal que utiliza de acuerdo con el tema del mensaje y la
manera de presentarlo.
El receptor mismo
(el niño), su nivel de conocimiento, sus actitudes, su forma de comunicarse y
su medio socio-cultural Es muy importante en la comunicación que siempre es el
mismo código (lenguaje, etc.) que tiene el receptor.
* EL NIÑO COMO RECEPTOR:
El niño como
destinatario del mensaje es quien debe interpretarlo, responderlo y continuar
Comunicación. Todos
los medios disponibles deben llevar al niño a pasar del "he visto"
al "yo me comprometo' .El niño no es solo receptor sino también
perceptor que interpreta
Traduce el mensaje para responder con un compromiso
personal.
Tema 4: La educación por edades. Características
Educación del niño
4.1. LA VIDA DEL
NIÑO
La vida del niño
comienza a partir de la concepción. Los nueve primeros meses tienen
importancia para todo e! desarrollo posterior. En esta época se plasman los
caracteres hereditarios y es ya el feto, particularmente sensible al medio que
le llega a través de la madre. No obstante, en esta época no puede hablarse de
una educación, pero como desde el primer momento influyen en él un conjunto de
factores, que le rodean, sí puede hablarse de una cierta pre-educación, en el
sentido de que la vida de los padres debe realizarse en condiciones óptimas,
para transmitir al no-nato una influencia beneficiosa.
A partir del
nacimiento se consideran en la evolución del niño unos períodos muy
diferenciados entre sí, aunque los límites que los separen sean vacilantes.
Algunos autores
dividen esta edad de la infancia en tres etapas o infancias; otros, en dos.
Pero estos últimos subdividen la primera en dos períodos muy distintos y
alargan más o menos sus movimientos, según el punto de vista que le sirve de
referencia para la clasificación. En e! fondo coinciden en distinguir dentro de
la infancia tres edades con características muy marcadas, en cuanto a la manera
de captar las cosas y reaccionar ante ellas y en cuanto a los objetivos propios
de esa dinámica evolutiva.
Distinguimos, por
consiguiente, las siguientes etapas o infancias:
— Primera, desde el
nacimiento a los seis meses (1).
— Segunda, desde
los dieciséis meses hasta los seis o siete años.
— Tercera, de los
seis o siete años hasta los doce o catorce años.
4.2. DESDE EL NACIMIENTO A LOS DIECISEIS MESES
Características En el primer
período, desde el nacimiento hasta los psíquicas dieciséis meses, la
tarea inmensa del pequeño consiste
En «posesionarse
de! mundo exterior». Es primero el desarrollo de sus sentidos y la atracción
por todo lo que a ellos estimula
—período de los intereses sensoriales—. Poco después la coordinación de sus
movimientos, el niño todo lo quiere tocar, llevarlo a la boca, desea moverse y
arrastrarse por el suelo, aprender a ciar los primeros pasos, le atrae todo lo
que sea movimiento —período de los intereses motores.
los momentos de
este período con nombres expresivos de los intereses que aparecen: estadio del
chupador, mirón, atrapador y trotador.
4.3. DESDE LOS
DIECISEIS MESES A LOS SEIS AÑOS
En el segundo período, de los dieciséis meses a los seis o siete años —segunda infancia para unos, y segunda etapa de la
primera infancia para otros—, es muy notoria, y
a la vez muy íntimo y grande, e! progreso que el pequeño realiza.
Características Empieza el lenguaje
propiamente, pues aunque antes psíquicas haya emitido
sonidos inarticulados, que expresaban sus Impresiones e incluso repetía palabras del adulto, no sabía lo que decía. Es ahora cuando une el signo con la cosa significada.
• Desde los dieciséis meses hasta finalizar los tres años el niño desarrolla su
lenguaje, que luego irá perfeccionando. Es
el período de los intereses glósicos o del «parlanchín», que se continúa con el de los porqués o de! «Preguntón». Todo esto supone
un gran avance mental que le lleva a la búsqueda y reunión de los materiales
útiles para el trabajo intelectual.
• La voluntad
aparece entre el segundo y el tercer año de la vida y se manifiesta
principalmente de un lado por la terquedad. El niño quiere una cosa porque le apetece en aquel
momento, sin consideración a la situación total en que se encuentra. Después, normalmente, esta terquedad desaparece. También se manifiesta, cuando quiere hacer las cosas por
su cuenta.
• A esta época se llama edad de la fabulación, porque el niño vive en un mundo de ensueño y fantasía; edad del juego, porque ésta es la ocupación «seria» principal del
pequeño.
• Su pensamiento, a
partir de los dos años, es sincrético, mágico y simbólico.
• Es la edad de los
intereses subjetivos elementales porque el niño vive para sí, es egocentrista.
• En primer lugar,
hay que observar mucho al niño y dejarle gran
margen de espontaneidad, a la vez que se impulsa con mucho tacto el desarrollo
de sus nacientes facultades y disposiciones para que no se ahogue ningún brote valioso.
• Los primeros y
principales medios ejemplos, de narraciones dramatizadas y de amenos diálogos c conversaciones, que, al mismo tiempo que
enriquecen el vocabulario, satisfacen fructuosamente sus «porqués» y despiertan su inteligencia. Aprendizaje en forma
de juegos que desenvuelven sus facultades y ejercitan las actividades
convenientes; cosas útiles de memoria.
Canciones rítmicas y mucho juego espontáneo, que desarrolla la imaginación y el ingenio. Ejercicios sensoriales y manuales.
Estímulos a su espíritu de observación. Desarrollo de hábitos útiles Fomento de
los sentimientos religiosos, caritativos y nobles, que es la mejor manera de
sofocar los perniciosos. Recitación de oraciones sencillas.
• La formación de la voluntad se orienta principalmente en el
sentido de decir al pequeño lo que debe ir
haciendo de forma breve y sencilla, antes de que surja su capricho con
terquedad. Teniendo siempre gran cuidado en no dañar la incipiente personalidad del niño.
Hay que impulsarlos
a que vayan haciendo las cosas gradualmente por sí solos, lo cual grandemente les atrae y forma. Deben gustar la satisfacción que nace de! esfuerzo proporcionado, aprender a
negarse en algunos gustos por motivos superiores, darse cuenta de que todo lo
que desean no pueden conseguirlo y que deben hacer a veces lo que no les gusta.
• Y todo esto en un
ambiente de suavidad, de gran alegría, de estimulante
optimismo, de verdadera dicha, que requiere no precisamente mimos indebidos,
pero sí las tiernas manifestaciones de! calor amoroso de un
hogar paterno
4.4. DESDE LOS SEIS A LOS DOCE
AÑOS
El tercer período, que comienza a los seis o siete años y se prolonga hasta los doce o catorce —segunda o tercera infancia, según los diversos autores—, se inicia con un rápido crecimiento
psicofísico. Además de los intereses de la época anterior surgen otros nuevos que modifican a los primeros. Y se
une, a! cambio producido por el crecimiento espontáneo, el provocado por la educación anterior y el gran influjo que sobre el niño ejerce ahora el ambiente escolar.
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