FILOSOFÍAS DE LA EDUCACIÓN
El objetivo de este texto tiene como finalidad interpretar los problemas fundamentales de la vida que constituyen los puntos reflexivos de la Filosofía y aplicarlos al proceso educativo con la intención de estructurar una concepción filosófica de la vida para tener una base firme en la conducción propia y que pueda ser aplicada en el proceso de orientación de los demás.
Las prácticas y las experiencias educativas en
nuestros tiempos, nos han llevado a enriquecer el concepto filosófico de la
educación. La reflexión, la búsqueda y la sensibilidad han invadido el nuevo
discurso educativo. Las interrogantes de la época tal vez sigan siendo
similares a las de antaño, pero los enfoques de respuesta nos plantean nuevas
posibilidades de acción pedagógica y nos motiva a quienes recorremos el camino
de la búsqueda del conocimiento, del intercambio de información y del
desarrollo de las habilidades humanas. El esfuerzo impostergable y
consciente por elevar la calidad de vida en la actualidad, así como por propiciar
un desarrollo verdaderamente sostenible para la mayoría de la sociedad supone,
entre otros elementos, atender y perfeccionar a la educación en tanto
componente indispensable y factor catalizador de los fenómenos señalados.
El mejoramiento práctico de los procesos educacionales, incluyendo los
de nivel superior, posee como importante precedente la reflexión crítica y el
asentamiento sobre sólidas y multidisciplinarias bases científicas de la labor
de los profesores, directivos y del resto de los sujetos implicados en dicho
proceso. Todo proceso
educativo es siempre algo constitutivo de la misma esencia humana, de tal forma
que si no existiera ese traspaso de cultura a través de la educación,
probablemente el hombre desaparecería, bien por falta de recursos o bien porque
el hombre, como tal, dejaría de ser humano y se quedaría en un simple animal.
No es posible plantearse en profundidad las cuestiones que
hacen referencia a la educación sin tener como horizonte de ese discurso al
sujeto activo y al sujeto pasivo de la tarea educativa; así como las tareas de
la Filosofía de la Educación partiendo de la noción establecida, las cuales
son:
a)
Analizar el lenguaje educativo.
b)
Indicar el sentido general
del proceso educador.
c)
Mostrar la estructura educada del hombre.
d)
Explicar a través de la teleología las diversas pedagogías.
Una frase que llamó mi atención fue: “El filósofo no crea
educación; se limita a reflexionar sobre la existente, sea la pretérita o la
actual”, haciendo alusión a que no necesariamente el filósofo es el sujeto
educador en dicho proceso, sino que es el encargado de formularse
preguntas sobre la misma. Por
un lado, busca determinar los principios explicativos y constitutivos de la
educación, esto es, su esencia y su significado; por otro lado, procura ahondar
en el problema de los fines educativos y en su conexión con la totalidad de la
vida humana.
Sin embargo, también podemos encontrar un tercer aspecto que es
importante citar: proporcionar al educador una conciencia o una actitud
unitaria antes los momentos dispersos de su propia actividad, y ayudar al pedagogo
a captar el sentido y el valor de su propia disciplina. “Decir
que el hombre es un ser educable es tan importante como decir que es un ser
sociable, o racional, o hablante”.
Partiendo de un evidente
interés por la producción y comprensión del lenguaje en los estudiantes de
diferentes niveles de escolaridad, se da una revisión al término lenguaje: momentos e
implicaciones; oponiendo esta acepción amplia a la que suele usarse muchas
veces. Así mismo, se incursiona en el lenguaje pensado en/y para el análisis de
lo que se pretende dar a entender o conocer de acuerdo a las necesidades o problemáticas
percibidas.
Por otra parte,
Weltanschauung señala en su “Introducción a la filosofía de la educación” cinco
fines en el proceso educativo en el que presenta finalidades de la educación
aceptadas por la mayoría de las personas; los cuales son: proporcionar las
habilidades mínimas, la capacitación laboral, despertar el deseo de
conocimiento, desarrollar una perspectiva crítica y estimular el aprecio por realizaciones
humanas. Considero que estos aspectos no se encuentran desencaminados de lo que
realmente se pretende alcanzar en el
campo de acción educativo, el cual se desarrolla mayormente en el aula; de tal
manera que al ser llevados a cabo de una manera adecuada y permanente se podrá
conseguir de forma más factible una educación completa.
En cuanto a la estructura
educada del hombre se hace mención de que es imposible poseer una idea de qué
sea el ser humano sin colocar dicha idea dentro de un ámbito más amplio, pero
al mismo tiempo se tiene presente que se educa para aunque en el momento pudiese pasar inadvertido. Me gustó un
apartado seguido de esta concepción que dice: “La filosofía no solo se ocupa
de lo que se quiere decir más bien de aquello
que se quiere. Entiendo que esta idea surge de la reflexión dada la
naturaleza del tema e identificando la razón que posiblemente permita encontrar
la respuesta a aquello que ha despertado inquietud y que, al realizar la búsqueda,
no solo se logre satisfacer esa primera necesidad, sino que al mismo tiempo
permita encontrar los medios adecuados para hacer uso de la palabra de una
manera más significativa.
Se hace mención de que la
pregunta pedagógica de cómo educar obtiene
respuesta cuando intervienen todas las dimensiones del hecho educativo; esta se
refiere a qué cosas, para qué, en qué medio, a quién y mediante qué, de tal forma que dicho
proceso se convierte en una sociedad conjunta de elementos que facilitará el
proceso en el que en junto con las herramientas teóricas la experimentación se
obtendrá una respuesta favorable ante una situación de enseñanza aprendizaje.
¿Qué le preocupa de la educación a la filosofía?
No le preocupa ni el cómo educar, ni con qué ni en que
medio, lo que le preocupa es, fundamentalmente, lo siguiente: ¿para qué es el
educando?, ¿qué es la educación? y ¿para qué es la educación? Son interrogantes
insoslayables a los ojos de un educador (forzosamente se tiene que hacer esas
preguntas).
Pero a la filosofía también le preocupan más cosas porque
cuando educamos, además de hacer cosas o hacer algo con alguien, (toda
educación es siempre una intervención de alguien sobre alguien) pronunciamos
palabras, utilizamos el lenguaje, puesto que todo proceso educativo es un acto de comunicación y pieza fundamental es el lenguaje.
Por lo tanto, otra forma filosófica de enfrentarse con la
educación es el análisis del lenguaje pedagógico y educacional: averiguar
"que se dice" o lo que se quiere decir con las palabras que un
educador utiliza.
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