Silvia De Los Santos Esquivel
Literatura y Lengua Española 3B
Comentarios
sobre el libro: México, la historia
de un país construido sobre mitos. De Juan
Miguel Zunzunegui.
El libro me parece sencillo pero cumple la
función de tratar de remover en lo más recóndito de nuestra conciencia esa
interrogante que produce la falta de identidad nacional con la que hemos vivido
y crecido los mexicanos.
Es cierto que somos partícipes de una
nación que carece de un proyecto y una visión social proyectada hacia el futuro
y que nos hemos anclado en un pasado romántico que a nada nos ha conducido. Nos
sentimos perdedores y en nuestra psicología social así lo dejamos entrever:
violencia, corrupción, impunidad, falta de valores y un aparente rechazo hacia
lo extranjero (gringo o español), son una muestra de ello.
No podíamos esperar algo diferente de un
país que ha sido masificado a través del tiempo gracias a la ignorancia en que
ha permanecido. El propio Morelos decía que no hay peor esclavitud que la
ignorancia.
Hoy en día vivimos la misma realidad de
hace varios siglos atrás, sólo que en un contexto histórico diferente:
injusticia, inequidad, ignorancia, pobreza, explotación, enajenación y
alcoholismo para huir de los problemas que nos aquejan.
Somos un país inculto, donde el promedio
de lectura es de medio libro por habitante al año lo cual nos aleja del
contexto universal de los valores y nos impide generar algún tipo de conciencia,
Desconocemos nuestra historia y así, perdemos identidad.
En nuestro sistema educativo la materia de
historia sigue siendo la versión
oficial, que ya Eduardo del Río (Rius) comentaba: En nuestra historia
están revueltos héroes y villanos en un mismo pedestal donde se les venera por
igual sin saber siquiera que hicieron.
Ahora en pleno siglo XXI se nos impone una
Reforma Integral de la Educación y en el peor de los casos la asignatura de
historia ha desaparecido del mapa curricular (cuando menos en el Subsistema de
Ciencia y Tecnología del Mar) y eso que se desea crear alumnos críticos,
reflexivos y analíticos, que estén imbuidos en el conocimiento de los valores
universales.
Otra verdad que cala profundo es que
seguimos siendo una nación de corte agrícola, proveedora de materia prima y de
mano de obra barata, Ya Adolfo Gilly en su libro: La revolución interrumpida,
nos decía que la revolución no fue ganada por nadie, tan sólo se había
interrumpido, ¿por qué? Simplemente por haber sido un movimiento campesino que
careció de dirección ideológica, política y social. La prueba de ello es que
durante el gobierno del general Cárdenas se reparten tierras ejidales a los
campesinos, pero se deja en manos de los terratenientes lo mejor de sus antiguas
haciendas.
¿Un logro revolucionario?, No, ya que la
tierra finalmente no le pertenece al campesino, sino al estado mexicano, y se
legitima en el artículo 27 de la Constitución.
Es verdad que debemos sentirnos orgullosos
de nuestro pasado, pero tenemos que revisar los hechos para aprender de ellos,
Dejar de tenernos lástima y cerrar el capítulo. Miguel León Portilla en su
libro La visión de los vencidos plasma lo traumático que fue la conquista para
la la cultura azteca, sin embargo, debemos recordar lo que piensan los
japoneses de su dolorosa derrota durante la segunda guerra mundial: “la derrota
es la madre del éxito.
Coincido con Juan Miguel Zinzinagui: Es
momento de revisar nuestra historia con mente abierta, es más, ya nos estamos
tardando, si es que deseamos alcanzar un futuro.
La escuela debe jugar un papel
determinante para encontrar una explicación a lo que somos, la historia debe
ser su herramienta principal para lograrlo. Ahora, las redes sociales pueden
ser su mejor aliado.
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