Indicé
El
campesino elocuente…………………………………lit.
Egipcia
Descenso
de instar a los infiernos……………………...lit.
Mesopotámica
Relatos
sobre Henoc…………………………………….lit.
Hebrea
La Ilíada…………………………………………………...lit.
griega
La
Eneida………………………………………………....lit. Romana
El ramayana………………………………………………lit. Hindú
La
reyna de las hadas…………………………………....lit. Renacentista
La
Leyenda Dorada……………………………………....lit. Medieval
El Campesino Elocuente
Había una vez un hombre cuyo nombre era Juninpu. Era
un campesino de los Campos de la sal. Por aquel entonces tenía una mujer cuyo
nombre era Meret. Entonces dijo el campesino a su mujer: ‘Mira voy a bajar a
Egipto para traer provisiones de allí para mis hijos. Ve, pues, y tráeme el
grano que está en el granero como excedente de ayer’. Le pesó 26 heqats de
grano y dijo el campesino a su mujer: ‘Te dejo 20 heqats de grano para como
provisiones para ti y tus hijos, pero hazme 6 heqats de grano en pan y cerveza
para cada día de forma que pueda vivir de ello’ Descendió el campesino a Egipto
después de cargar sus asnos con cañas, plantas redemet, natrón, sal, madera [...], barrotes del oasis de
Farafrah, pieles de leopardo, pelejos de chacal, plantas neshau, piedras calizas, plantas tenemu, plantas jeperur, plantas sahut, semillas saskut, plantas misut, plantas senet, piedras funerarias, plantas ibsa, semillas inbi, palomas, pájaros naru, ánsares, semillas ubwn, plantas tebesu, plantas gengenet,
plantas senyta, semillas inset, repletos con todos los
hermosos productos de los Campos de la sal.
Marchó el campesino viajando al sur hacia Neninesut
y llegó al distrito de Perfefi, al norte de Medenit, donde encontró a un
hombre, cuyo nombre era Nemtynajt, de pie en la orilla. Era hijo de un hombre
vulgar cuyo nombre era Isery. Ambos eran siervos del camarero mayor, el hijo de
Meru, Renesy. Entonces dijo el tal Nemtynajt cuando vio que los asnos del
campesino eran deseados por su corazón: ‘Desearía tener un ídolo beneficioso
cualquiera con el que poder robar los enseres de este campesino’.
Por aquel entonces la casa del tal Nemtynajt estaba
a la orilla del camino. Era estrecho, en verdad no era ancho. Llegaba a la
anchura de un taparrabos. Uno de sus lados estaba
cubierto por el agua y el otro bajo la cebada del
Alto Egipto. Entonces dijo el tal
emtynajt a uno de sus asistentes: ‘Ve y tráeme una alfombra de mi casa’.
E inmediatamente le fue traída. La extendió sobre el
camino quedando uno de sus bordes sobre el agua y su dobladillo sobre la cebada
del Alto Egipto. El campesino marchaba por el camino público y el tal Nemtynajt
le dijo: ‘Ten cuidado, campesino, no tendrás intención de pisar sobre mis
ropas’. El campesino le respondió: ‘ Voy a hacer lo que deseas, pero mi ruta es
buena’. Tras esto salió hacia la parte superior y el tal Nemtynajt le dijo:
‘¿Es qué consideras mi cebada del Alto Egipto como el camino?’. A lo que el
campesino respondió: ‘Mi ruta es correcta. La ribera alta del camino está
ocupada por la cebada del Alto Egipto y obstruyes nuestro camino con tus ropas.
¿No vas a permitir que pasemos por el camino? Acabó de decir estas palabras
cuando uno de los asnos se llenó la boca con un puñado de cebada del Alto
Egipto. Entonces dijo el tal Nemtynajt: ‘Mira, tomo tu asno, campesino, porque
se ha comido mi cebada del Alto Egipto. Atiende, trabajará para mí porque ha
obrado mal’. A lo que el campesino respondió: ‘Mi ruta es buena y como un lado
está inutilizado, he traído a mi asno por el lado contrario y me lo quitas
porque ha comido un puñado de cebada del alto Egipto. Además, conozco al señor
de este distrito. Pertenece al camarero mayor, el hijo de Meru, Renesy. Es él
quien castiga a todo el que roba en esta tierra. ¿Es en su distrito que voy a
ser robado?’. Dijo el tal Nemtynajt: ‘¿Es este un proverbio que dice la gente:
“Se pronuncia el nombre del pobre relacionado con el de su señor”?. Resulta que
soy yo quien te habla y es el camarero mayor a quien recuerdas’.
Tomó para sí una vara de tamarisco verde y zurró
todo su cuerpo con ella. Se adueño de sus asnos que fueron conducidos a su
dominio. Entonces el campesino se puso a llorar muy amargamente de pena por
todo lo que se había hecho contra él. El tal Nemtynajt dijo: ‘No alces la voz
campesino. Mira, es el distrito del señor del silencio’. Y el campesino
replicó. ‘Me golpeas, robas mis bienes y provocas el lamento de mi boca. Oh
señor del silencio, podrías darme, por favor, mis enseres y así no gritaría por
tu terror’.
El campesino
pasó 10 días suplicando, pero el tal Nemtynajt no puso atención a ello. El
campesino marchó viajando al sur a Neninesut para suplicar por ello al camarero
mayor, el hijo de Meru, Renesy, y lo encontró apunto de salir por la puerta de
su casa para bajar hacia su barcaza de servicio. Entonces dijo el campesino:
‘Desearía que se me permitiera informarte sobre un asunto.
Es un caso para hacer que venga un asistente tuyo de
tu confianza para que te lo envíe de vuelta en relación a ello’. Así que el
camarero mayor, el hijo de Meru, Renesy, que fuera un asistente suyo de su
confianza delante de él para que fuese enviado de vuelta en relación con este
asunto. Mientras tanto el camarero mayor, el hijo de Meru, Renesy, pidió información sobre el tal Nemtynajt a los
oficiales que le acompañaban quienes le dijeron: ‘Mi señor, probablemente se
trate de un campesino suyo enviado por otro próximo a él. Mira esto es lo que
suelen hacer con los campesinos suyos que han sido enviados por otro próximo a
ellos. Mira, eso es lo que suelen hacer. ¿Es un asunto por el que se deba
castigar al tal Nemtynajt por un poco de natrón y un poco de sal?. Que se le
ordene restablecerlo y lo restablecerá’. El camarero mayor, el hijo de Meru,
Renesy, calló. No respondió a los oficiales ni al campesino.
Entonces marchó el campesino para suplicar al
camarero mayor, el hijo de Meru, Renesy, la primera vez y dijo: ‘Oh camarero
mayor, mi señor, el más grande, el gobernador de lo que no es y de lo que es.
Si descendieras al lago de la justicia por el que viajas mediante la brisa, la
hinchazón de las velas no te desguarnecerá, ni tu barco andará a la deriva, ni vendrán
contratiempos en tu mástil, ni tus vergas se romperán, ni zozobrarás cuando
toques tierra, ni las aguas te capturarán, ni experimentarás los peligros del
río, ni verás la cara del miedo cuando los peces que son abominados vengan a
ti. Alcanzarás la riqueza como las aves cebadas porque eres el padre del
huérfano, el esposo de la viuda, el hermano de la repudiada y el delantal del
que no tiene madre. Permite que te afame en esta tierra más que a cualquier ley
buena.
Oh gobernador que careces de rapacidad, oh grande
que estás vacío de ruindad. Destruye la mentira, permite que se haga justicia,
atiende a la voz que da mi boca. Si te hablo, debes escuchar. Haz justicia. Oh
favorito a quien favorecen los favorecidos. Elimina mi necesidad. Mira, estoy
agobiado por las penalidades. Examíname. Mira, soy un pobre’. El campesino dijo
estas palabras en época del rey del Alto y Bajo Egipto Nebkaura, justificado.
Tras esto fue el camarero mayor, el hijo de Meru,
Renesy, ante su majestad y dijo: ‘Mi señor, he encontrado a uno de esos
campesinos elocuente en verdad a quien un hombre de mi jurisdicción ha robado
su enseres. Mira, vino a suplicarme por ello’. Entonces su majestad dijo: ‘Si
deseas verme sano, lo deberás hacer permanecer aquí sin responder a ninguna
cosa de las que diga. Aunque siga hablando, calla. Entonces se nos traerán sus
palabras por escrito y las escucharemos. Pero aprovisiona a su mujer y a sus
hijos. Mira, uno de esos campesinos solamente viene a esta tierra porque la
indigencia mora en su casa. Aprovisiona, también, al campesino según sus
necesidades, pero sin permitir que sepa que fuiste tú quien se lo dio, dale
provisiones’. Entonces se le dieron 10 panes y dos jarras de cerveza cada día.
Las daba el camarero mayor, el hijo de Meru, Renesy. Se lo daba a un amigo suyo
y éste era quien se lo entregaba.
Luego el camarero mayor, el hijo de Meru, Renesy,
envió mensajeros al gobernador de los Campos de la sal con el encargo de
aprovisionar a la mujer del campesino con 3 heqat cada día. Y el camarero
mayor, el hijo de Meru, Renesy, aprovisionó al campesino con jarras de cerveza
y 50 panes que dio a unos amigos suyos y éstos eran quienes se lo entregaba.
Entonces marchó el campesino para suplicarle por
segunda vez y lo encontró a punto de salir por la puerta [...] y dijo: ‘Oh
camarero mayor, mi señor, el más grande, el más rico, quien es un grande para
sus grandes y un rico para sus ricos, el timón del cielo, la viga de la tierra,
la plomada que soporta el peso. Oh remo, no te desvíes, oh viga, no te
inclines, oh plomada no osciles. ¿Un señor toma posesión de lo que no tiene
dueño robando a alguien?. Tienes tus bienes en tu casa: un jarra de cerveza y
tres panes. ¿Qué gastas en satisfacer a tus inferiores?. Un mortal es alguien
que va a morir al igual que sus subordinados.
¿Serás un hombre para la eternidad?¿Es qué,
ciertamente, no es un delito que la balanza se haya inclinado, la plomada haya
errado y un hombre recto de sesera se haya convertido en un indolente?. Mira,
la justicia escapa por debajo de ti expulsada de su lugar. Los oficiales cometen delitos, la norma de las
palabras toma partido y los jueces ocultan lo que roba. Es un desbaratador de
las palabras haciendo una parodia por ello.
Quien debería dar el aliento languidece sobre la
tierra, quien debería aliviar hace que se jadee, quien debería repartir es un
avaro y quien debería eliminar la necesidad es quien ordena crearla cuando la
ciudad está inundada y quien debería castigar el delito comete crímenes. Entonces
dijo el camarero mayor, el hijo de Meru, Renesy: ¿Es más grande para tu corazón
lo que te pertenece que un asistente te aprese?. A lo que respondió el
campesino: Quien pesa los montones de grano sisa para sí, quien debería llenar
a los otros oculta sus pertenencias y quien debería conducir de acuerdo a las
leyes ordena robar. ¿Quién castigará el mal?. Quien debería eliminar la
languidez provoca la perversión, quien debería llevar recto a los demás pervierte,
quien debería ganarse la reputación de los demás es quien comete crímenes. ¿Qué
puedes encontrar para ti?. Es pequeño el castigo, pero dilatado el daño.
Devuelve las buenas acciones a su lugar de ayer. Es el precepto “haz al que
hace para hacer que haga”, significa darle las gracias por lo que hace,
significa parar una cosa antes de lanzar, significa ordenar una cosa a quien
tiene tarea.
Desearía que un momento destruyera – destrozar en
tus viñedos, mermar en tus aves, solar
en tus aves salvajes-. Quien veía sale ciego y quien oía quedó sordo. El
gobernador se ha convertido en alguien que conduce descarriado... Mira eres
fuerte y poderoso, tu mano es activa y tu corazón avaro. La clemencia pasó
sobre ti. ¡Qué miserable es el pobre a quien deseas destruir!. Es a un
mensajero del dios Jenty que te pareces. Mira has sobrepasado a la señora de la
peste. Si no hay para ti, no hay para ella. Si no existe ella no hay nada
contra ti. Si no puedes hacerlo, ella no puede hacerlo.
Quien posee pan debe ser clemente, pues la fuerza es
para el criminal. Son naturales los robos para quien no tienen nada y es
habitual que el criminal oculte cosas, pero es un mala situación para el
indigente y no nadie debería enfadarse con él, pues busca para sí, pero tú
estás saciado con tu pan y embriagado con tu cerveza y te enriqueciste con toda
clase de linos.
Estando la cara del timonel al frente, el barco se
desvía como quiere. El rey está delante y el remo en tu mano, pero se cometen
delitos a tu alrededor. Larga es mi petición y es pesado tener que repetirla en
varias partes. - ¿Quién está allí? –uno piensa. Crea refugios. Que esté sana tu
orilla. Mira tu ciudad está infestada. Que sea precisa tu lengua porque no
debes errar. Una lombriz dentro de un hombre es una parte de él. No digas
mentiras. Prevén a los oficiales. Los jueces son una cesta engordada. Sus
hierbas son los falsos comentarios, siendo ligeros en sus corazones. ¡Oh el más
sabio de todos los hombres!. ¿Es qué vas a ignorar mis circunstancias? Elimina
mi necesidad de agua. Mira, poseo el camino de quien carece de barco. Amarra a
todo el que se ahoga. Mira estoy cargado de penalidades. Mírame, hice recuento.
Mira, estoy en la miseria. Rescata al náufrago. Estoy sumido en mis
circunstancias hasta que llegue tu final.
Entonces marchó el campesino para suplicarle por
tercera vez y dijo: Oh camarero mayor, mi señor, eres Ra junto con su séquito.
Los bienes de todos están en tu mano del mismo modo que la inundación. Eres Hapy, quien
fertiliza las tierras cultivables, quien surte las regiones que han sido
asoladas. Castiga al ladrón, presta atención al pobre. No te conviertas en una
inundación contra quien te suplica. Cuídate de que se acerque la ternidad.
Desea perdurar como el dicho: “El aliento de la nariz es practicar justicia”.
Impón el castigo a quien debe ser castigado y nadie
se manifestará contra tu norma. ¿La balanza yerra?¿El platillo de la balanza se
inclina?¿Es Dyehuty (Thot) complaciente?. Entonces actuarás mal. Debes colocarte al lado de
los tres. Si los tres son benévolos, entonces serás benévolo. No respondas el
bien con el mal, ni coloques una cosa en el lugar de otra. Las palabras
prosperan más que la planta senemyt más
que lo que conviene a quien olfatea en sus respuestas. Es regado el mal para
hacer que prospere lo superficial. Son ya tres veces que voy para hacer que él actúe.
Conduce el timón de acuerdo a la hinchazón de las velas. Evita la inundación
para practicar justicia. Cuídate de embarrancar en la soga del timón.
El equilibrio de la tierra es practicar justicia. No
digas mentiras, siendo grande. No seas ligero siendo pesado. No digas mentiras,
eres la balanza. No seas indolente, eres la norma. Eres un cuerpo único con la
balanza. Si se inclina, te inclinas. No te desvíes, guía el remo. Tira de la
soga del timón. No tomes, actúa contra el ladrón. El grande que es avaricioso
no es, ciertamente, un grande. Tu lengua es la plomada, tu corazón el
contrapeso y tus labios son sus brazos. Si ocultas tu cara al agresor, ¿quién
será el que castigue el mal? Mira, eres uno de los pobres limpiadores, un avaro
que lastima a un amigo, que abandona de la mano a su compañero por atender a
uno de sus clientes.
Quien viene y le trae algo es su hermano. Mira, eres
un barquero que cruza solamente al señor que puede pagar la tarifa, un hombre recto
cuya rectitud está fragmentada. Mira, eres un jefe de granero que no permite
que el necesitado pase a por el sobrante. Mira, eres un ave de rapiña para el pueblo
que vive de las más insignificantes aves. Mira, eres un intendente cuya alegría
es sacrificar y la mutilación de ellos no le alcanza. Mira eres un vaquero, sin
que eso sea malo para mí. Si no haces recuento, tendrás pérdidas por algún cocodrilo
codicioso habiendo desaparecido los refugios en la ciudades de toda la tierra.
Oh juez, no escuchas. ¿Por qué no escuchas? Es hoy
cuando me he opuesto al malhechor y el cocodrilo se retira. ¿Cuál es su
resultado para ti? Se puede encontrar el secreto de la verdad y derribar la
mentira a la tierra. No prepares el mañana antes de que venga, pues no se
conocen los contratiempos en él’.
Mientras dijo el campesino estas palabras, el
camarero mayor, el hijo de Meru, Renesi, estaba a la entrada de la sala de
audiencias. Entonces hizo que dos acólitos se levantaran hacia él portando látigos y zurraron todo su cuerpo.
Entonces dijo el campesino:
‘El hijo de Meru se descarría. Su cara quedó ciega a
lo que ve y sorda a lo que escucha, olvidándose de lo que se le recuerda. Mira,
eres una ciudad sin su gobernador de distrito, como una compañía sin su grande,
como un barco sin patrón, como una banda sin guía. Mira eres un policía ladrón,
un gobernador de distrito que acepta, Un gobernador de distrito que debería
castigar el delito quedó convertido en un modelo para el hombre que actúa.
Por aquel entonces vino el campesino para suplicarle
por cuarta vez, lo encontró saliendo por la puerta del templo de Herishef y
dijo: ‘Oh favorito, que Herishef, de cuya casa has salido, te favorezca. El
bien pereció y no tiene funeral. Vuelca de espaldas a las mentiras contra la
tierra. ¿Es qué cuando el trasbordador sea hecho amarrar a puerto para que
alguien cruce en él, la acción ocurre de mala gana?¿Es qué cruzar el río
llevando las dos sandalias es cruzar bien? No. ¿Quién es aquel que,
ciertamente, duerme hasta el alba si caminar por la noche, viajar durante el
día o hacer que un hombre se levante defendiendo sus derechos, es perecer,
ciertamente?. Mira, no hay término para quien te lo dice.
La clemencia pasó de ti. ¡Qué miserable es aquel a
quien quieres destruir!. Mira eres un
cazador que desea aplacar su ardor dispuesto a hacer su deseo,
arponeando hipopótamos, disparando toros, atravesando peces y atrapando aves.
No será rápido mi discurso que está carente de prisa, ni será ligero mi corazón
siendo pesado mi pensamiento. Controla tu elección si piensas que es mejor que
se presente una persona reservada. No existe el hombre impetuoso que practique
la virtud, ni un impaciente que tienda la mano. Haz que los ojos vean.
Infórmate. No seas arrogante por tu poder para que no te alcance el mal. Pasa
del asunto y será el doble. Es el que come quien saborea, quien lee es quien
puede responder. Es el que duerme quien ve los sueños. Así que el juez es como
aquel a quien se debe castigar y como un modelo para el delincuente. ¡Tonto!,
mira, fuiste alcanzado.
¡Ignorante!, mira, fuiste cuestionado. ¡Achicador de
agua!, mira, fuiste penetrado. ¡Timonel!, no te desvíes. ¡Creador de vida!, no
permitas que nadie muera. ¡Provocador de destrucción!, no permitas que nadie
destruya. ¡Sombra!, no actúes durante el día. ¡Refugio!, no permitas que el
cocodrilo capture. Es la cuarta vez que vengo a suplicarte ¿Voy a seguir así?.
Por aquel entonces vino el campesino para suplicarle
por quinta vez, y dijo: ‘Oh camarero mayor, mi señor, el pescador [...] mata al
pez iy, el arponeador de peces
arponea a los peces aubebu, el
pescador lucha contra los peces paqeru
y el pescador de red asola habitualmente el río. Mira, eres semejante a
ellos. No despojes al pobre de sus bienes, pues quedó debilitado después que lo
conociste. El aliento del pobre son sus cosas. Quien obstruye su nariz es quien
lo elimina. Es que has sido colocado para escuchar los asuntos, para juzgar a
las dos partes y para oponerse al bandido. Mira, lo que pretendes hacer es
apoyar al ladrón. El corazón se llena de ti. Te convertiste en un trasgresor.
Es que has sido colocado como dique para el pobre. Ten cuidado de que se
ahogue. Mira, eres un lago rápido.
Por aquel entonces vino el campesino para suplicarle
por sexta vez, y dijo: ‘Oh camarero mayor, mi señor, [...] Él hace disminuir
las mentiras. Haz que se realice la justicia, haz que
se realice todo el bien. Destruye el mal del mismo
modo que cuando la saciedad vienen, acaba con el hambre, y las ropas, acaban
con la desnudez, del mismo modo que cuando se acaba el cielo después de una
tormenta violenta. Ello calienta a todos los hombres fríos del mismo modo que
el fuego calienta las cosas crudas. Mira con tu propios ojos. El hombre que
debería repartir es un avaro, el hombre que debería pacificar es quien provocó
al hombre que vive en la miseria y quien debería allanar es quien provocó el
sufrimiento.
La justicia ni sisa ni desborda. Actúa igual. Si
traes, da a tu compañero. Mi miseria me conduce al alejamiento y mi acusación
me lleva a partir. Nadie conoce lo que está en el corazón. No seas perezoso,
debes actuar contra la acusación. Si divides, ¡quién unirá?. Es que el palo de
sondear está en tu mano como una madera libre de movimiento cuando la ocasión
de sondear el agua llegó. Si un barco entra, es recuperado, pero se pierde la
carga esparcida por la tierra sobre cualquiera de la orillas. Conoces, eres
instruido, eres listo, eres justo, pero no para robar. Actúas igual para todos.
Tus actuaciones son oscilantes. Quien
debería ser recto para todos es e mutilador de toda la tierra. El vendimiador
del mal riega su jardín con maldades para hacer crecer su jardín de mentiras.
Por aquel entonces vino el campesino para suplicarle
por séptima vez, y dijo: ‘Oh camarero mayor, mi señor, eres el timón de toda la
tierra, pues es cuando ordenas que la tierra navega. Eres el compañero de
Dyehuty (Thot), quien debería juzgar sin tomar partido. Oh señor, debes ser
paciente cuando te requiera un hombre en relación con sus derechos. No te
enfades, no es para ti. El hombre vista aguda se ha convertido en un hombre receloso. No maquines sobre lo que aún no ha
venido. No te regocijes de lo que aún no ha ocurrido. El indulgente se prolonga
en el amigo.
Quien destruye los asuntos es aquel que se convierte
en uno que desconoce lo que hay en el corazón. Quien traspasa la ley es quien
destruye la norma. No existe ya ningún hombre vivo a quien pueda robar y así la
justicia no puede interrogarlo.
Ahora mi cuerpo está lleno, pero mi corazón sigue cargado.
Y es que lo que sale de mí acaba en su poder. Es una fisura en el dique y su
agua fluyó. Mi boca se ha abierto para hablar. He maniobrado mi palo de
sondear, he achicado mi agua, he descargado lo que estaba en mi cuerpo y he
lavado mis linos sucios. Mi discurso se llevó a cabo y mi miseria se completó ante ti. ¿Cuál es tu necesidad? Tu
pereza te va a descarriar, tu avaricia te hará enloquecer y tu codicia te
creará enemigos. ¿Pero vas a encontrar a otro campesino como yo? ¿Un peticionario
va a esperar a la entrada de la casa de un indolente? No existe un silencioso a
quien hayas permitido que hable, ni existe nadie dormido a quien has permitido
que despierte, ni existe un abatido a quien hayas animado, ni existe quien
cierre la boca que has abierto, ni existe un ignorante a quien has permitido
que conozca, ni existe un tonto. Los oficiales son quienes disipan el mal,
quienes poseen el bien, que son capaces de crear lo que es y de unir la cabeza
que ha sido cortada.
Por aquel entonces vino el campesino para suplicarle
por octava vez, y dijo: ‘Oh camarero mayor, mi señor. Se cae en la codicia desde
hace tiempo. Un avaricioso carece de éxito y tendrá ocasión de fracasar. Y tú
eres avaricioso, pero eso no hay nada para ti. Robas y sin embargo no hay
beneficio para ti. Permite que un hombre se levante defendiendo sus derechos. Es
que tus bienes están en tu casa y tu vientre repleto. Los heqats de grano
desbordan y el exceso se pierde en la tierra. Ay de quienes toman del ladrón,
quienes eliminan a los oficiales, para oponerse contra el mal se los ha creado.
Sois los refugios del malhechor. Ay de los oficiales, para oponerse a las
mentiras se los ha creado. El temor a ti no permite que te suplique más. No
percibes mi corazón. Ay del callado quien se revuelve y no tiene temor de reclamártelo
ni su hermano te ha traído desde la calle. Tus parcelas están en el campo, tu
recompensa en el distrito y tus provisiones en el almacén. Los oficiales te dan
y tomas. ¿Eres un ladrón?. Las tropas son traídas para ti, a tu lado, para
realizar las divisiones de las parcelas. Haz justicia para el señor de la
justicia ya que existe la verdad de su justicia.
Ah pincel, rollo de papiro, paleta de Dyehuty (Thot),
guárdate de causar daño!. Lo bueno es hermoso, y así, lo hermoso es bueno, sin
embargo la justicia es eterna. Es de la mano de quien la crea que desciende a
la necrópolis. Cuando es enterrado, la tierra lo cubre, pero su nombre no ha
sido borrado de la faz de la tierra y es recordado por el bien. Es la norma de la palabra divina. ¿Es esto la
balanza? Ella no se inclina. ¿Es esto el platillo de la balanza? El no se
coloca sobre un lado.
Mira, me iré, pero otro vendrá a quien interrogarás.
No respondas como un examinador callado, ni ataques a quien no te ataca. No
eres clemente. Ni sufres, ni huyes, ni destruyes, ni siquiera me das una
recompensa por estas hermosas palabras que salen de la misma boca de Ra. Di la
verdad, haz justicia puesto que ella es importante, grande y duradera. Siempre se encuentra su fiabilidad y conduce
al estado de venerable. ¿La balanza se inclina?. Su escala es la que marca el
peso de las cosas, ni se produce el exceso de la norma ni una sola acción vil
llega a la ciudad. Quien está más allá alcanzará la tierra.
Por aquel entonces vino el campesino para suplicarle
la novena vez, y dijo: ‘Oh camarero mayor, mi señor. El platillo de la balanza
de la gente es su lengua. Es la balanza la que investiga los excesos. Aplica el
castigo contra quien se opone a ella y la norma se asemejará a ti. [...] la
mentira se convirtió en su negocio. Retorna aquello que pone orden al sentido común. Las cosas
de la mentira son ahora la verdad. Resulta que así prospera y no retrocede. Si
la mentira viene, yerra, no cruza el rasbordador
y no hace progresos.
En cuanto a quien se hace rico por ella, sus hijos
no existirán y sus herederos no permanecerán sobre la tierra. En cuanto a aquel
que navega llevándola, no alcanza la tierra y sus barcos no amarran a su puerto.
No seas pesado aunque no has sido ligero. No andes a la deriva aunque no eres
veloz. No seas parcial, no obedezcas al corazón. No cubras tu cara a quien has
conocido. No ciegues tu vista a quien has mirado. No rechaces a quien te
reclama y debes bajar de la pereza. Se proclama tu máxima: ‘Haz a quien te
hace’. No escuches a nadie contra él cuando un hombre reclama en relación con
un asunto fidedigno. No existen amigos para quien hace oídos sordos a la
verdad. No habrá ni un solo día feliz para el avaricioso. Quien acusa se
convierte en un miserable y el miserable será un peticionario.
El enemigo se convierte en un asesino. Voy a ir y reclamaré
sobre ti a Inpu (Anubis).
entonces el camarero mayor, el hijo de Meru, Renesi,
hizo que fueran dos acólitos para traerlo de vuelta. Entonces el campesino
sintió miedo porque pensó que aquello se hacía para castigarlo por la palabras
que había dicho. Entonces dijo el campesino: ‘El encuentro de un sediento con el agua o retirar
la boca de un niño a la mujer que lo amamanta con leche es la muerte que desea
mostrarse porque viene, pero su muerte le viene tarde’. entonces el camarero
mayor, el hijo de Meru, Renesy respondió: ‘No temas, campesino. Mira se ha
actuado contra ti con la intención de que te quedaras conmigo’.
A lo que respondió el campesino: ‘Viviré gracias a
qué comeré de tu pan y beberé de
tu cerveza siempre’. Contestó el camarero mayor, el
hijo de Meru, Renesi: ‘Ahora, aguarda aquí y podrás escuchar tus peticiones’.
Entonces hizo que se leyeran en un rollo de papiro nuevo
todas las peticiones de acuerdo a los requerimientos y luego el camarero mayor,
el hijo de Meru, Renesi, lo presentó a la majestad del rey del Alto y Bajo
Egipto Nebkaura, justificado. Y ello fue más bueno en su corazón que cualquier cosa
que estuviese en toda la tierra. Entonces dijo su majestad: ‘Juzga tú mismo,
hijo de Meru’. Así que el camarero mayor, el hijo de Meru, Renesi, hizo que
vinieran dos acólitos a... Entonces fue traído y se hizo un informe de... Luego
encontró 6 personas además de... más su cebada del Alto Egipto, más su trigo,
más sus asnos, más sus cerdos, más sus rebaños de cabras... el tal Nemtynajt al
campesino... el tal Nemtynajt... Resulta que llegó el final...
En su juventud Ishtar había amado a Tammuz
(Dumuzi) a quien su pasión por la diosa había costado la vida. Arrepentida y
precisamente deseándole al perderle Ishtar decide bajar a los infiernos, a
Kurnugui, al país sin regreso, un lugar oscuro, sombrío y polvoriento donde
reina la hermana de Ishtar: Ereshkigal. Ishtar llega a las puertas de Kurnugui
ordenando que se le dejara pasar y amenazando con derribarlas de ocurrir lo
contrario. El portero fue a hablar inmediatamente con Ereshkigal que la deja
entrar pero le obliga a quitarse una prenda en cada sala por la que pase.
En la primera puerta el demonio guardián obligó a Ishtar a entregar sus
sandalias, que los hombres sabios dicen que simboliza entregar la voluntad.
En la segunda puerta la diosa tuvo que dejar sus enjoyados brazaletes de los
tobillos, que significa entregar el ego.
En la tercera puerta entregó sus ropas, que supone entregar la propia mente.
En la cuarta entregó los cuencos dorados que cubrían sus pechos, que es como
entregar la actividad sexual.
En la quinta puerta entregó su collar, que supone desprenderse del éxtasis de
la iluminación.
En la sexta puerta entregó sus pendientes, que significa entregar la magia.
Y finalmente, en la séptima puerta, entregó su corona de mil pétalos, que es
entregar la divinidad.
De esta forma ritual al pasar por los siete recintos llega a presencia de su
hermana sin prenda de ropa alguna. En ese momento Ishtar se lanza como una
fiera sobre Ereshkigal que llama a Namtaru y este viene en su auxilio, una vez
reducida Ishtar es encerrada en una mazmorra y se envían contra ella las
sesenta enfermedades. Entretanto la vida sexual en la tierra se apagó por
completo. Sin embargo viendo lo que ocurre Ea maquina una solución y crea un
gran galán de gran belleza al que instruye para convencer a Ereshkigal de que
libere a Ishtar, su nombre era Asushunamir (el afeminado) y habiendo llegado a
los infiernos engaña a Ereshkigal e intenta salvar a Ishtar, pero fracasa y la
cólera de la diosa de las tinieblas cae sobre él. Sin embardo esto hace que
Ishtar sea perdonada, rociada con las aguas de la vida y finalmente liberada.
Sale recuperando sus prendas, pero ha de dejar como pago por su liberación a
Tammuz, que deberá vivir en el mundo de los muertos durante seis meses del año.
Creación del Cielo y la Tierra por Pangu
Es
el mito creativo que se extendió en el Oriente en la antigüedad.
Historia dice que el cielo y la tierra se integraron en un solo cuerpo que se
asemeja a un huevo, con Pangu dormía en el interior. Durmió durante unos 18.000 años y luego se despertó. Descubrió que estaba en una gama de oscuras, por lo tanto, amplió
sus enormes manos y se corta en la oscuridad. Después de una explosión, el cielo y la tierra comenzó a dividir.
Temía que el cielo y la tierra pueden venir juntos de nuevo, por lo
que celebró el cielo con las manos y pisó las piernas en la tierra. Su cuerpo creció tres metros cada día. En consecuencia, la distancia
entre el cielo y la tierra se convirtió en tres metros de largo cada día.
El tiempo vuela! Otra 18.000 años pasaron y
ahora, el cielo se convirtió en muy lejos de la tierra y la tierra estaba muy
gruesa. Al mismo tiempo, Pangu también
creció a un hombre enorme. Durante este período, el cielo
continuaba subiendo y la expansión, mientras que la tierra se hunde y
engrosamiento hasta que la distancia entre ellos era la medida de 90,000
kilómetros que había llegado al extremo. Esa fue la condición del universo en nuestros ojos en la
actualidad. Pangu se debilitó gradualmente después se separó el cielo y la
tierra. Después de su muerte, su
cuerpo se convirtió en todas las cosas en el universo. Su ojo izquierdo se convirtió en el sol y su
ojo derecho, la luna. Las partes de su cuerpo sobresalía llegar a ser altas montañas y
su sangre se convirtió en ríos. Sus músculos se convirtió en
el campo del suelo, y el pelo y la barba se convirtió en las estrellas en el
cielo y la hierba en el suelo. Sus dientes y huesos resultó
ser la piedra de hierro y grandes, mientras que la esencia de su cuerpo se
convirtió en perlas y jade. Su aliento se convirtió en el
viento y las nubes, su grito se convirtió en el rayo, y el sudor que resultó
ser la lluvia. Una gran cantidad de insectos en su cuerpo fueron volados por el
viento en que viven los seres humanos. Esta historia se apareció por
primera vez en Sanwu Liji escrito por Xu Zheng en el Periodo de los Tres
Reinos.
El mito de Pangu se extendió omnipresente entre
las minorías étnicas del sur hace mucho tiempo. Tanto de la gente Miao y Yao tuvo Pangu como
sus antepasados. Hasta ahora, el pueblo Zhuang siguen cantando
"Canción sobre Pangu Creación del Cielo y la Tierra". La canción dice así: Pangu dividir el cielo y la tierra, y creó
el sol, la luna y otras estrellas. Es gracias a Pangu que el ser humano puede conseguir el brillo
... En el archivo histórico y los
cuentos orales, que puede detectar el rastro de la evolución del mito de Pangu
en el proceso de propagación. Pangu dividir el cielo y la
tierra, cabeza de serie todas las cosas en el universo y se convirtió en el
cielo y la tierra. No sólo es el dios que creó el mundo, sino
también el héroe que rompió la oscuridad y el brillo buscado. Pangu siempre permanecerá vivo en las mentes de generaciones tras
generaciones del pueblo chino.
Relatos sobre Henoc literatura hebrea
Los
<<Hijos de Elohim>>
Shemhazai y Azael (originalmente Azazel, ‘le fortalece un El’), dos ángeles que gozaban de la
confianza de los Elohím (‘Señores’), preguntaron: «Señores del Universo, ¿no
les advertimos el día de la Creación que el hombre demostraría ser indigno de
Vuestro mundo?». Los Elohím replicaron: «Pero si destruimos al hombre, ¿qué
será de Nuestro mundo?». Los ángeles contestaron: «Nosotros lo habitaremos».
Los Elohím preguntaron: «Pero si descendéis a la Tierra, ¿no pecaréis incluso
más que el hombre?». Ellos suplicaron: «¡Déjennos vivir allí durante un tiempo
y santificaremos Vuestro nombre!».
Elohím le permitió descender, pero enseguida a los ángeles les venció la lujuria por las hijas de Adán y se corrompieron mediante el
trato sexual. Henoc dejó constancia no sólo de las instrucciones que recibieron
de Elohím, sino también de su posterior caída en desgracia: antes del fin
disfrutaban indistintamente con vírgenes, matronas, hombres y bestias.Shemhazai engendró dos hijos monstruosos
llamados Hiwa e Hiya, cada uno de los cuales comía diariamente mil camellos,
mil caballos y mil bueyes.
Y Azael inventó los adornos y cosméticos empleados por las mujeres para
pervertir a los hombres. En consecuencia, los Elohím les advirtieron que
liberarían las Aguas de Arriba y así destruirían a todos los hombres y todas
las bestias. Shemhazai lloró amargamente, pues temía que sus hijos, aunque
bastante altos para no ahogarse, murieran de hambre.
En aquellos días sólo la virgen Ishtahar permaneció casta. Cuando Shemhazai le hizo proposiciones lascivas, ella se dirigió a los hijos de los Elohím: «¡Préstenme sus alas!». Ellos accedieron y ella voló hasta el Cielo, donde se acogió en el Trono de los Elohím, quienes la transformó en la constelación Virgo (o según otros, las Pléyades). Al perder sus alas, los ángeles caídos quedaron abandonados en la Tierra durante muchas generaciones hasta que ascendieron por la escalera de Jacob y así regresaron a su lugar de origen.
Shemhazai se arrepintió y se situó en el firmamento meridional, entre el Cielo y la Tierra —cabeza abajo y con los pies
hacia arriba—, donde permanece colgado hasta nuestros días, formando la constelación
llamada Orión por los griegos.
La Ilíada (Homero)
El poema narra la cólera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereida Tetis, su causa, su larga duración, sus consecuencias y su
posterior cambio de actitud. La ira del pélida Aquiles termina junto con el
poema, cuando se reconcilia con Príamo, padre de su enemigo Héctor, momento en que se celebran los funerales de éste.
Tetis, tras la cólera de Aquiles, suplica a Zeus para que éste permita que
los troyanos adquieran ventaja. Jean Auguste Dominique Ingres.
Canto I: La peste y la
cólera
Después de nueve años de guerra entre aqueos y troyanos, una peste se
desata sobre el campamento aqueo. El adivino Calcante, consultado sobre ello, vaticina que la peste no cesará
hasta que Criseida, esclava de Agamenón, sea devuelta a su padre Crises. La cólera de Aquiles se origina por la afrenta que le inflige Agamenón, quien tras ceder
a Criseida, arrebata a Aquiles su parte del botín, la joven sacerdotisa Briseida. Al haberse quedado sin la hermosa mujer, la misma que
le había otorgado la comunidad en su conjunto, Aquiles se retira de la batalla,
y asegura que sólo volverá a ella cuando el fuego troyano alcance sus propias
naves. Zeus respalda la decisión de Aquiles, el gran guerrero Mirmidón, a través de la
petición de su madre Tetis.
Canto II: El sueño de
Agamenón y la Beocia
Zeus, inquieto por la promesa que le había hecho a Tetis, aconseja por
medio de un sueño a Agamenón que arme a sus tropas para atacar Troya. Sin embargo,
Agamenón, para probar a su ejército, propone a los aqueos regresar a sus
hogares, pero la propuesta es rechazada. A continuación se enumera el Catálogo de naves del contingente aqueo y el de las fuerzas troyanas.
Canto III: Los
juramentos y Helena en la muralla
El jefe de las tropas troyanas, Héctor, increpa a su hermano Paris por esconderse ante la presencia de Menelao. Ante ello, Paris decide desafiar a Menelao en combate
singular. Helena, el rey Príamo y otros nobles troyanos observan la batalla desde la
muralla, donde Helena presenta a algunos de los jefes aqueos. La batalla se
detiene para la celebración del duelo singular, con la promesa de que el
vencedor se quedaría con Helena y sus tesoros. Menelao está a punto de matar a
Paris pero éste es salvado por Afrodita, y es enviado junto a Helena.
Canto IV: Violación de
los juramentos y revista de las tropas
Tras una pequeña asamblea de los dioses, éstos deciden que se reanuden las
hostilidades, por lo que Atenea, disfrazada, incita a Pándaro para que rompa la tregua lanzando una flecha que hiere a
Menelao y tras la arenga de Agamenón a sus tropas, se reanuda la batalla.
Canto V: Gesta de
Diomedes
Entre los aqueos destaca en la batalla Diomedes, asistido por Atenea, que está a punto de matar a Eneas, y llega a herir a Afrodita. Mientras, Ares y Héctor comandan a las tropas troyanas y también
destaca Sarpedón, caudillo de los licios, que mata entre otros al rey de Rodas, Tlepólemo. Luego Diomedes, amparado nuevamente por Atenea, hiere a
Ares.
Canto VI: Héctor y
Andrómaca
Ante el empuje de los aqueos, Héleno, también hijo de Príamo y adivino, insta a Héctor a que regrese a Troya
para encargar a las mujeres troyanas que realicen ofrendas en el templo de
Atenea. Mientras en la batalla Diomedes y el licio Glauco reconocen sus lazos de hospitalidad y se intercambian
las armas amistosamente. Héctor, tras realizar el encargo de su hermano Héleno,
va en busca de Paris para increparle para que regrese a la batalla y se despide
de su esposa Andrómaca.
Canto VII: Combate
singular de Héctor y Áyax
Tras el debate entre Atenea y Apolo, interpretado por Héleno, Héctor
desafía en duelo singular a cualquier aqueo destacado. Los principales jefes
aqueos, arengados por Néstor, aceptan el desafío y tras echarlo a suertes, Áyax Telamonio es el elegido. El duelo singular tiene lugar pero la
llegada de la noche pone fin a la lucha entre ambos y se intercambian regalos.
Néstor insta a los aqueos a construir una muralla y una fosa que defienda su
campamento. Los troyanos en asamblea debaten si deben entregar a Helena y su
tesoro (postura defendida por Anténor), o sólo su tesoro (postura defendida por Paris). Príamo
ordena que se traslade a los aqueos la propuesta de Paris. La propuesta es
rotundamente rechazada, pero se acuerda una tregua para incinerar los
cadáveres.
Canto VIII: Batalla
interrumpida
Zeus ordena al resto de los dioses que se abstengan de intervenir en la
contienda. Los troyanos, animados por Zeus, avanzan en la batalla y hacen
retroceder a los aqueos. Por parte de los aqueos Teucro causa graves daños en las filas troyanas con sus
flechas. Atenea y Hera tratan de ayudar a los aqueos pero Iris les envía la orden de Zeus de que no intervengan. Al
llegar la noche los troyanos acampan cerca del campamento aqueo.
Canto IX: Embajada a
Aquiles
Fénix, Áyax Telamonio, Odiseo y dos heraldos son enviados como embajada, por consejo
de Néstor, donde dan a Aquiles disculpas por parte de Agamenón (ofreciéndole
regalos, la devolución de Briseida y a cualquiera de sus hijas como esposa) y
le suplican que regrese a la lucha, pero éste se niega a pesar del consejo de Fénix.
Canto X: Gesta de Dolón
Diomedes y Odiseo, nuevamente por consejo de Néstor, realizan una misión de
espionaje nocturna, en la que matan al troyano Dolón, que igualmente había sido enviado en misión de
espionaje por Héctor. Luego, con la información conseguida a través de Dolón,
asesinan a soldados tracios y a su rey Reso mientras duermen y se llevan sus caballos.
Canto XI: Gesta de
Agamenón
Amanece, se reanuda la batalla y los aqueos empiezan llevando la
iniciativa. Destaca entre ellos Agamenón, hasta que resulta herido por Coón y debe retirarse. Entonces toman la iniciativa los
troyanos. Los aqueos contraatacan pero Diomedes, Eurípilo y el médico Macaón son heridos por flechas de Paris. Mientras el troyano Soco muere a manos de Odiseo pero consigue herirle. Patroclo es enviado por Aquiles a la tienda de Néstor para
enterarse de las noticias de la batalla.
Canto XII: Combate en la
muralla
Los troyanos, siguiendo primero los consejos de Polidamante, atraviesan el foso previo al muro de los aqueos pero
luego desoyen su consejo de no asaltar el muro. El licio Sarpedón abre una
brecha en el muro que es atravesado por las tropas troyanas con Héctor a la
cabeza, a pesar de la resistencia de Áyax y Teucro.
Canto XIII: Batalla
junto a las naves
Poseidón acude a la batalla para animar a los aqueos a resistir
las cargas de los troyanos. Entre los aqueos se destaca Idomeneo, rey de Creta. Héleno y Deífobo deben retirarse tras ser heridos por Menelao y Meríones. Pero Héctor
prosigue en su avance hasta que se le opone Áyax.
Canto XIV: Engaño de
Zeus
Hera concibe un plan para engañar a Zeus y con ayuda del cinturón de
Afrodita seduce a Zeus y con la de Hipnos lo hace dormirse. Después encarga a Poseidón que
intervenga en favor de los aqueos. Áyax Telamonio hiere de gravedad a Héctor,
que es retirado del combate por sus compañeros y llevado cerca a la ciudad. A
pesar de la resistencia de Polidamante y su hermano Acamante, los aqueos toman una breve iniciativa en la batalla.
Canto XV: Nueva ofensiva
desde las naves
Zeus descubre el engaño del que ha sido objeto y ordena a Poseidón a través
de Iris que deje de ayudar a los aqueos. Luego insta a Apolo a que infunda nuevas fuerzas a los troyanos. Ares tiene
el propósito de ir a combatir al lado de los aqueos para vengar la muerte de su
hijo Ascálafo pero Atenea le advierte de que será objeto de la ira de
Zeus. Héctor recobra las fuerzas y los troyanos llegan combatiendo hasta las
naves de los aqueos. Incluso Áyax Telamonio tiene que retroceder.
Canto XVI: Gesta de
Patroclo
Héctor logra prender fuego a una de las naves de los aqueos. Patroclo pide
permiso a Aquiles para tomar sus armas y repeler el ataque y al mando de los
Mirmidones, hace huir a los troyanos, que creen que en realidad se trata de
Aquiles. Mata entre otros a Sarpedón, rey de Licia e hijo de Zeus. Pero Apolo
acude en ayuda de los troyanos y golpea a Patroclo, que después es herido por Euforbo y rematado por Héctor.
Canto XVII: Gesta de
Menelao
Menelao consigue matar a Euforbo y defiende el cuerpo sin vida de Patroclo,
en torno al cual se entabla un duro combate. Los troyanos lo hacen retroceder y
Héctor despoja a Patroclo de sus armas. Después acuden refuerzos aqueos al
combate y consiguen llevar su cuerpo a las naves.
Canto XVIII: Fabricación
de armas
Antíloco da a Aquiles la noticia de la muerte de su amigo
Patroclo, y éste decide volver a la lucha para vengarse de la muerte de su
amigo. Cae la noche y los troyanos se reúnen. Polidamante es partidario de ir a
Troya a refugiarse tras sus muros pero prevalece la opinión de Héctor de seguir
peleando en campo abierto. La nereida Tetis consigue que Hefesto fabrique armas nuevas para su hijo Aquiles.
Canto XIX: Aquiles
depone la ira
Aquiles se reconcilia con Agamenón. Éste le devuelve a Briseida junto con
varios regalos, además de hacer un juramento de que nunca estuvo con Briseida
como es costumbre entre hombres y mujeres.
Canto XX: Combate de los
dioses
Zeus da permiso al resto de los dioses para que intervengan en la batalla y
ayuden a quien prefieran. Aquiles inicia un furioso ataque en el cual lucha con
Eneas, el cual finalmente es salvado por Poseidón. Mata a Polidoro, hijo de Príamo y se le enfrenta Héctor, pero Atenea
ayuda a Aquiles y Apolo aleja a Héctor del combate.
Canto XXI: Batalla junto
al río
Aquiles mata, entre otros, a Licaón, hijo de Príamo y a Asteropeo, que consigue herirlo levemente. El dios-río o janto Escamandro lo
rodea con sus aguas y está a punto de ahogarlo,pero Hera acude a su hijo para
que lo ayude y aleje las aguas del rio con las llamas Hefesto acude en su
ayuda. El resto de los dioses pelean entre ellos, unos a favor de los aqueos y
otros al de los troyanos. El rey Príamo ordena abrir las puertas de Troya para
que sus tropas se refugien tras sus muros. Apolo consigue, mediante un ardid,
alejar momentáneamente a Aquiles de los muros de Troya.
Canto XXII: Muerte de
Héctor
Los troyanos llevan el cuerpo de Héctor a la ciudad.
Las fuerzas troyanas se refugian en la ciudad pero Héctor queda fuera, con
ánimo de pelear contra Aquiles. Pero una vez frente a frente, Héctor huye y es
perseguido por Aquiles. Atenea engaña a Héctor haciéndole creer que tiene en su
ayuda a su hermano Deífobo y Héctor se enfrenta por fin cara a cara a Aquiles,
quien lo mata, ata su cadáver a su carro de combate y subido en él da vueltas
alrededor de la ciudad.
Canto XXIII: Juegos en
honor de Patroclo
Se celebran los Juegos funerarios en honor de Patroclo con las siguientes
pruebas: carrera de carros, pugilato, lucha, carrera, combate, lanzamiento de
peso, tiro con arco y lanzamiento de jabalina.
Canto XXIV: Rescate de
Héctor
Príamo y un viejo heraldo, se dirigen hacia el campamento aqueo, en el
camino encuentran a Hermes(enviado por Zeus), que los ayuda a pasar
desapercibidos hasta la tienda de Aquiles. Príamo ruega a Aquiles le entregue
el cadáver de Héctor, y ofrece regalos, que Aquiles conmovido acepta. Luego
Príamo pide a Aquiles un lecho para que lo acoja el sueño, y el hijo de Peleo
ordena que se dispongan dos lechos; uno para Príamo y otro para su
heraldo.Después de eso Aquiles da a petición del anciano Príamo 11 días para
los funerales de Héctor, de modo que el duodécimo día los troyanos volverían a
pelear. Príamo y su heraldo se van a dormir, pero son despertados por Hermes, y
vuelven a Troya con el cuerpo de Héctor.
la ENEIDA
Las
naves de los troyanos que surcan el mar de Sicilia son arrojadas a las costas
africanas por una terrible tempestad provocada por Juno. Venus se aparece a su
hijo Eneas para comunicarle que se encuentra en el país de Cartago, donde reina
Dido, el héroe se presenta ante la reina en compañía de su hijo y Dido se
enamora de él. Se celebra un banquete en honor de los huéspedes y Eneas relata sus
aventuras: la muerte de Laoconte,
la caída de Troya con la argucia del caballo de madera, la aparición del
fantasma de Héctor pidiéndolo que escape y busque nuevas murallas para los
dioses de la ciudad, el saqueo de Troya y la muerte de alguno de los personajes
más importantes. Eneas parte en compañía de su padre Anquises, de su esposa
Creúsa y de su hijo Ascanio, pero en el camino Creúsa desaparece.
El
héroe con todos los que han podido escapar de la ciudad prepara una flota y
comienza un viaje que le llevará primero a Creta de donde deben partir a causa
de la peste, después a las islas Estrófades y a las costas de Épiro, lugares en
los que se le anuncia de nuevo el futuro que le espera. Más tarde, evitando los
escollos de Escila y Caribdis,
alcanza las costas de Sicilia donde muere su padre Anquises y por último las
playas de África, lugar en el que se encuentra.
Continúa
la obra relatando los desdichados amores entre Dido y Eneas, desdichados porque
el destino de Eneas es abandonar a la reina de Cartago lo que provoca su
suicidio, mientras contempla las naves en las que se aleja su enamorado. Este
hecho es la causa legendaria de la lucha posterior entre cartagineses y
romanos. Las naves son nuevamente arrojadas por una tempestad a las costas de
Sicilia donde Eneas rinde honras fúnebres a su padre.
Parte de la flota es destruida por las mujeres de los troyanos que, instigadas
por la diosa Juno, desean echar raíces cansadas de ir de un lado a otro. Es
entonces cuando Eneas deja parte de su gente en Sicilia y él parte hacia
Italia, a Cumas, donde con la ayuda de la Sibila deberá introducirse en el reino de los muertos.
Aquí el fantasma de su padre le descubrirá a las personas que serán futuros
héroes romanos.
A
partir de este momento comienzan las guerras en el Lacio. El rey Latino acoge
favorablemente a Eneas y, en cumplimiento de una antigua profecía, le ofrece la
mano de su hija Lavinia lo que provoca la ira de Amata, esposa de Latino, y de
Turno, rey de los rútulos, a quien Latino había prometido la mano de su
hija. Esto provoca la guerra entre Turno y Eneas que, cada uno por su
lado, se dedican a buscar aliados;
Turno entre los pueblos vecinos y Eneas, aconsejado por su madre, parte en
busca de Evandro, rey arcadio y recibe unas armas
construidas por los Cíclopes.
Aprovechando
la ausencia de Eneas, Turno pone sitio al
campamento troyano poniendo en una difícil situación a los adversarios. Júpiter
convoca una asamblea de
los dioses para discutir la guerra del Lacio y al no poder llegar a un acuerdo,
decide que los dioses deben permanecer neutrales.
Cuando
los rútulos preparan un segundo ataque se
presenta Eneas con sus aliados y se produce un encarnizado combate en que
mueren Palante, hijo del rey Evandro, por la parte troyana y Lauso y Mecencio
por la parte latina. Se produce una tregua para dar sepultura a los muertos
pero de nuevo se prepara una ofensiva, en este caso es Eneas quien dirige sus
ejércitos contra la ciudad de Laurento y los latinos se preparan para su
defensa.
Los
últimos episodios de la obra se centran en el enfrentamiento personal entre
Turno y Eneas, tal y como propone éste, y, aunque se rompe el pacto entre los
dos ejércitos finalmente Turno muere a manos de Eneas.
El Ramayana
Dasharatha, rey de Ayodhya, tiene tres esposas y cuatro hijos. Rama es el
mayor, su madre es Kaushalya. Bharata es el hijo de su segunda y favorita
esposa, princesa Kaikeyi. Los otros dos son gemelos, Laskshmana y Strughna.
Rama y Bharata son azules, indicativo de que fueron deidades del sur de la
India.
En una ciudad cercana, está la hija del gobernante, de nombre Sita. Cuando
llega el momento de que Sita se case -en una ceremonia llamada swayamvara-, se
realiza una prueba a los pretendientes: los príncipes deberán ser capaces de
levantar un arco gigante. Nadie pudo alzar el arco como Rama, que no sólo lo
alzó sino que además lo partió. Así fue como Sita eligió a Rama como esposo,
colocando una guirnalda en su cuello, bajo las miradas de decepción de los demás
aspirantes.
El rey Dasharatha, el padre de Rama, decide que ha llegado el momento de dejar
el trono a su hijo Rama y poder retirarse al bosque para buscar el moksha
(liberación del círculo del nacimiento y muerte). Todos parecen contentos con
la decisión porque va de acuerdo con el dharma: el hijo mayor asumiría el
puesto de gobernante que toma decisiones con responsabilidad. Todos están de
acuerdo excepto la segunda esposa de Dasharatha, quien pretende que sea su hijo
Bharata quien gobierne.
Así es como, valiéndose de un juramento de años atrás que hizo el viejo rey a
Kaikeyi por salvarle la vida en la guerra, le convence para que corone a
Bharata y destierre a Rama al bosque por catorce años.
A pesar de que el rey ruega de rodillas a su esposa para que olvide tal deseo,
se ve obligado a cumplir su palabra; Aún así, Dasharatha no puede decirle nada
a su querido hijo, Rama, por lo será Kaikeyi quien se lo diga.
Rama, siempre obediente, se retira exiliado al bosque. Sita convence a Rama de
que su lugar está a su lado. También su hermano, Lakshmana, ruega que lo deje
acompañar. Bharata, para quien su madre con su maligno plan había conseguido el
trono, está muy disgustado cuando se entera de lo que sucede y se dirige
también al bosque donde reside Rama para forzarlo a regresar a la ciudad. No
obstante, éste se opone argumentando que deben obedecer a su padre. Así,
Bharata se despide de su hermano con un abrazo y vuelve a Ayodhya. Los años
pasan y Rama, Sita y Lakshmana son muy felices en el bosque.
Rama y Lakshmana destruyen a los rakshasas (criaturas del mal) cuando
interrumpen su meditación. Un día, una princesa rakshasas, intenta seducir a
Rama. Su hermano, Lakshmana, la hiere. Ella regresa donde su hermano, Ravana,
el gobernante de Lanka (quien es conocido por su inteligencia y por su
debilidad por las mujeres hermosas) y le cuenta sobre la encantadora Sita.
Ravana idea un plan para raptar a Sita, por la que siente debilidad. A
sabiendas del aprecio que ella siente por los ciervos dorados, decide enviarle
uno como presa de caza para Rama y Lakshmana. Al verlo, ambos hermanos se
marchan a cazarlo, dibujando previamente un círculo protector alrededor de Sita
con el que ella estará segura mientras permanezca en su interior. Durante esa
pausa, Ravana se deja caer por el lugar adoptando la forma de un mendigo que
busca algo de comida. Sita sale del círculo para procurársela y es entonces
cuando es raptada. A Rama se le rompe el corazón cuando regresa y encuentra la
choza vacía y no puede encontrar a Sita. Una armada de monos se ofrecen para
buscarla. Ravana ha llevado a Sita a
su palacio en Lanka, pero no puede forzarla para que se convierta en su esposa,
así que la pone en un bosquecillo y suavemente le convence para casarse con él.
Sita ni siquiera lo mira, sólo piensa en Rama.
Hanuman, general del grupo de monos y que posee la capacidad de volar, se
dirige rápidamente hacia Lanka, donde encuentra a Sita en el bosquecillo. Ambos
mantienen una pequeña conversación en la que él le dirige palabras reconfortantes
sobre Rama y su salvación.
Antes de que Hanuman pueda salir, los hombres de Ravana lo capturan y prenden
fuego a su cola. Con parte del pelaje ardiendo, Hanuman huye saltando por los
techos de las casas y llega hasta Rama, a quien informa sobre la ubicación de
Sita. Rama, Lakshmana y la armada de monos construyen un puente desde la punta
de India hacia Lanka.
Posteriormente, el enfrentamiento entre Rama y Ravana acontece. Tras haber
eliminado a algunos hermanos de Ravana, Rama termina por acabar con él
definitivamente. Rama libera a Sita y juntos regresan a Ayodhya, donde el
pueblo y Bharata proclaman a Rama como su nuevo rey.
La reina de las hadas
literatura renacentista
Primer acto
Vamos, vamos, vamos, dejemos el Pueblo,
y en algún solitario lugar,
Donde la multitud y el ruido nunca fueron conocidos,
resolvámonos a pasar nuestros días.
y en algún solitario lugar,
Donde la multitud y el ruido nunca fueron conocidos,
resolvámonos a pasar nuestros días.
En las sombras agradables sobre el césped
de noche nosotros yaceremos;
nuestros días en inofensivo juego pasaremos,
así pasarà el tiempo.
de noche nosotros yaceremos;
nuestros días en inofensivo juego pasaremos,
así pasarà el tiempo.
La primera escena musical transcurre luego que Titania ha abandonado a
Oberón, después de una discusión sobre la tenencia de un joven indio. Dos de
sus hadas cantan a las delicias del paisaje (" Vamos, vamos,
vamos...". Un poeta borracho y tartamudo ingresa cantando "Fill up
the bowl then". La tartamudez del personaje llevó a muchos a
relacionarlo con una sátira a Thomas d'Urfey, pero es más factible que haya sido una burla para Elkanah Settle. a quien por un error biográfico se atribuyó durante
mucho tiempo la autoría del libreto. Las hadas se burlan del borracho y lo echan de escena.
Segundo acto
El segundo acto comienza luego que Oberón ha ordenado a Puck ungir los ojos
de Demetrio con el elixir del amor. Titania y sus hadas entretienen a los
presentes: el hada de la noche, del Misterio, del Secreto y del Sueño los
arrullan y los llevan a sueños placenteros.
Tercer acto
El tercer acto se inicia luego que Titania se ha enamorado de Bottom. Una
ninfa canta sobre los placeres y tormentos del amor, y luego de varias danzas,
Titania y Bottom se entretienen con las bromas tontas de dos granjeros, Corydon
y Mopsa.
Cuarto acto
Luego que Titania ha sido liberada de su encantamiento, el cuarto acto
comienza con un corto divertimento para celebrar el cumpleaños de Oberón, pero la mayor
parte es una mascarada para el dios Febo y las cuatro estaciones : Primavera, Verano, Otoño e
Invierno.
Quinto acto
Comienza luego que Teseo se ha enterado de la aventura de los amantes en el
bosque, con la diosa Juno cantando un epitalamio, una ornamentada e italianizada aria, seguida por una
mujer que canta la conocida "La pena". Una pareja china entra
cantando varias canciones describiendo al Paraíso. Las mujeres convocan a Himen, el dios del matrimonio, a
quien persuaden para bendecir la unión de todos los amantes fieles en el último
baile.
La Leyenda Dorada
"...En una de las cartas de las que
posteriormente escribió a Eustroquio, cuenta, hablando de sí mismo y de aquel
tiempo, que le gustaba mucho leer, que se entregaba ávidamente a ello, que de
día leía las obras de Tulio (Cicerón, paréntesis de Louis) y de noche las de Platón, que cuando
comparaba el estilo de estos dos autores con el ramplón del de los libros
sagrados sentía una enorme decepción (...)".
"Durante tres años llevó permanentemente el
abad Agatón un guijarro dentro de su boca para acostumbrarse a guardar
silencio.
"Los tres días inmediatamente anteriores a la
fecha de su muerte permaneció el santo abad con los ojos abiertos y totalmente
inmóvil; y como uno de sus religiosos, para comprobar si vivía o estaba muerto,
le tocara levemente, habló Agatón y dijo:
- Estoy a punto de comparecer ante el tribunal divino.
- ¿Tienes miedo? - preguntáronle los monjes.
El abad respondió:
- Con el auxilio de Dios, durante toda mi vida he procurado
cuidadosamente guardar los mandamientos, pero como soy hombre, y por tanto
frágil, no sé si mis obras habrán sido gratas o no al Señor.
Ellos le dijeron:
- Padre, no abrigues la menor duda: todo cuanto tú has
hecho se ha ajustado perfectamente a la ley divina.
El santo replicó:
- No estaré yo seguro de ello hasta que el soberano
juez haya dictado su sentencia. Los juicios de Dios no siempre coinciden con
nuestros propios juicios.
Trataron los religiosos de seguir confortándole, pero
él los interrumpió y les dijo:
- Hacedme la caridad de no hablar conmigo, porque
estoy muy ocupado.
Poco después de decir ésto, expiró."
"Al octavo día de nacer fue circuncidado. Por
muchas razones quiso el Señor someterse a este rito. De ellas vamos a consignar
seis: (...)"
"Para desorientar al demonio, ocultándole el
hecho de la Encarnación."
mijo pues como que índice con acento en la "é", que nos pasa pues haber!!!! jajaj
ResponderEliminarno es cierto!! muy útil tu información hijo!! muchas gracias!