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viernes, 26 de octubre de 2012


EL NIÑO

              Profra. Marcela Solís Espinoza                                                           
Lengua Española y Literatura   3°B

 
 
 
 
 
Traducción de Luis Porter

Una vez un niño fue a la escuela.
El niño era bien pequeño.
la escuela era bien grande.
Pero cuando el niño vio
que podía caminar hacia el salón
desde la puerta de la calle
se sintió feliz
y la escuela
ya no le pareció tan grande como antes.

Poco tiempo después, una mañana
la maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo -
- Bien – pensó el niño, porque le gustaba dibujar
Y podía hacer todas esas cosas:
Leones y tigres,
gallinas y vacas
trenes y barcos.
Así que tomó su caja de lápices de colores
Y se puso a dibujar.

Pero la maestra dijo:
- ¡Esperen! ¡Todavía no es hora de comenzar!
Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos
- Ahora, dijo la maestra, hoy vamos a dibujar flores
- ¡Qué bien! Pensó el niño,
Porque a él le gustaba dibujar flores.
Y comenzó a dibujar flores muy bonitas
con su lápiz rosa, naranja, y azul…
Pero la maestra interrumpió y dijo:
- ¡Esperen! Yo les mostraré cómo hay que hacerlas
- ¡Así! dijo la maestra
dibujando una flor roja con el tallo verde
- ¡Ahora sí! Dijo la maestra
- Ahora pueden comenzar.
El niño miró la flor de la maestra
Y luego miró la suya;
A él le gustaba más su flor que la de la maestra.
pero él no reveló eso.
Simplemente guardó su papel
E hizo una flor como la de la maestra:
Roja, con el tallo verde.

Otro día
Cuando el niño abrió la puerta del salón
La maestra dijo:
- ¡Hoy vamos a trabajar con plastilina!
- ¡Bien! Pensó el niño
El podía hacer todo tipo de cosas con plastilina:
Víboras y muñecos de nieve
elefantes y conejos;
autos y camiones…
Y comenzó a apretar y a amasar
la bola de plastilina
pero la maestra interrumpió y dijo:
- ¡Esperen! No es hora de comenzar
- Y el niño esperó hasta que todos estuvieran listos
- Ahora -dijo la maestra- vamos a hacer una víbora
- ¡Bien! – pensó el niño
A él le gustaba hacer víboras
Y comenzó a hacer algunas
de diferentes tamaños y formas
Pero la maestra interrumpió y dijo:
- ¡Esperen! Yo les enseñaré como hacer una víbora larga
- Así… – mostró la maestra
- ¡Ahora pueden comenzar!
El niño miró la viborita que había hecho la maestra
y después miró las suyas.
A él le gustaban más las suyas que las de su maestra,
pero él no reveló eso.
Simplemente amasó la plastilina, como hacía en su casa
E hizo una viborita como la de la maestra.
Era una viborita delgada y larga.

De esta manera
El niño aprendió a esperar
y a observar
y a hacer las cosas
siguiendo el método
de la maestra.

Tiempo más tarde
él ya no hacía las cosas por sí mismo.
Entonces sucedió
que el niño y su familia
se mudaron a otra casa, en otra ciudad
y el niño tuvo que ir a otra escuela

Esta era una escuela mucho más grande que la anterior.
También tenía una puerta que daba a la calle
Y un camino para llegar al salón.
Esta vez había que subir algunos escalones
Y seguir por un pasillo largo
para finalmente llegar a su sitio.
Y sucedió que justamente ese primer día
Que el niño estaba allí por vez primera
La maestra dijo:
- Hoy vamos a hacer un dibujo
- Bien, pensó el niño
Y esperó a la maestra
para que le dijera cómo hacerlo.
Pero ella no dijo nada.
Solamente caminaba por el salón.

Cuando se acercó al niño
La maestra dijo: - ¿y tú no quieres dibujar?
- Si - dijo el niño, ¿y qué vamos a hacer? Añadió
- No lo sabré hasta que tú lo hagas - contestó la maestra
- ¿Pero cómo hay que hacerlo? Volvió a preguntar el niño
- ¿Cómo? dijo la maestra - De la manera tú que quieras –
- ¿Y de cualquier color? Preguntó el niño
- De cualquier color – dijo la maestra y agregó:
- Si todos hicieran el mismo dibujo usando los mismos colores
- ¿Cómo podría yo saber de quién es cada dibujo y cuál sería de quién?
- No sé… – dijo el niño
Y comenzó a dibujar una flor roja
con el tallo verde.

 Helen E. Buckley

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