Todos los rubros para alcanzar las metas
educativas son importantes por igual, además de que unos y otros se vinculan
para conseguir un fin, o el logro que establecen las competencias. No obstante,
en este espacio nos referiremos específicamente a las competencias
porque este término puede aún prestarse a confusión, al haber sido acuñado por
la educación hace relativamente poco.
Definición
La educación basada en competencias es una
nueva orientación educativa que pretende dar respuestas a la sociedad de la
información.
El concepto de competencia, tal y
como se entiende en la educación, resulta de las nuevas teorías de cognición y
básicamente significa saberes de ejecución. Puesto que todo proceso de
“conocer” se traduce en un “saber”, entonces es posible decir que son
recíprocos competencia y saber: saber pensar, saber desempeñar, saber
interpretar, saber actuar en diferentes escenarios, desde sí y para los demás (dentro
de un contexto determinado).
Chomsky (1985), a partir de las teorías
del lenguaje, instaura el concepto y define competencias como la
capacidad y disposición para el desempeño y para la interpretación.
La educación basada en competencias
(Holland, 1966-97) se centra en las necesidades, estilos de aprendizaje y
potencialidades individuales para que el alumno llegue a manejar con maestría
las destrezas señaladas por la industria. Formula actividades cognoscitivas
dentro de ciertos marcos que respondan a determinados indicadores establecidos
y asienta que deben quedar abiertas al futuro y a lo inesperado.
De esta manera es posible decir, que una
competencia en la educación, es una convergencia de los comportamientos
sociales, afectivos y las habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales
y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, un desempeño, una
actividad o una tarea.
Gardner (1998), por ejemplo, en su Teoría
de las Inteligencias Múltiples distingue de la siguiente manera las
competencias que deben desarrollar los alumnos en el área del arte:
Producción. Hacer una composición o interpretación
musical, realizar una pintura o dibujo, escribir imaginativamente o
creativamente.
Percepción. Efectuar distinciones o discriminaciones
desde el pensamiento artístico.
Reflexión. Alejarse de la propia producción e
intentar comprender los objetivos, motivos, dificultades y efectos conseguidos.
Como se puede apreciar, Gardner señala que
quien se educa para producir artísticamente ha de construir percepciones que
van más allá de las habilidades de saber mirar, observar, captar y que, por lo
tanto, las otras habilidades conjuntas a la competencia “construir
percepciones” son: saber distinguir y discriminar desde el pensamiento
artístico y desde un marco conceptual que fundamente la relación entre las
habilidades, los procesamientos cognitivos y los valores. Así, las competencias
se acercan a la idea de aprendizaje total, en la que se lleva a cabo un triple
reconocimiento:
a)
Reconocer
el valor de lo que se construye.
b)
Reconocer
los procesos a través de los cuales se ha realizado tal construcción
(metacognición).
c)
Reconocerse
como la persona que ha construido.
Competencias y desempeño
El desempeño en la educación está
determinado por una manifestación externa que evidencia el nivel de aprendizaje
del conocimiento y el desarrollo de las habilidades y de los valores del
alumno. El resultado del desempeño es un fin planificado que también requiere
se planifique el desarrollo de ciertas habilidades y destrezas específicas, que
se habrán elegido de acuerdo con el objetivo deseado.
La intención que se da a la competencia es
desempeñar o producir algo para sí y para los demás, esta intención se vincula
con la estructura cognoscitiva de quien lo desempeña o produce y con las normas
o criterios de quienes lo evalúan y lo interpretan. La construcción de
competencias debe realizarse desde el marco conceptual de la institución y
desde las metodologías que las determinen. El producto o desempeño debe
presentarse de acuerdo con los términos o criterios de las exigencias de
calidad que previamente se habrán acordado o establecido para la presentación o
el desempeño.
Construcción de competencias
La construcción de competencias no puede
realizarse de manera aislada, sino que debe hacerse a partir de una educación
flexible y permanente, desde una teoría explícita de la cognición, dentro del
marco conceptual de la institución, en un entorno cultural, social, político y
económico.
Las competencias, igual que las actitudes,
no son potencialidades a desarrollar porque no son dadas por herencia ni se
originan de manera congénita, sino que forman parte de la construcción
persistente de cada persona, de su proyecto de vida, de lo que quiere realizar
o edificar y de los compromisos que derivan del proyecto que va a realizar. La
construcción de competencias debe relacionarse con una comunidad específica, es
decir, desde los otros y con los otros (entorno social), respondiendo a las
necesidades de los demás y de acuerdo con las metas, requerimientos y
expectativas cambiantes de una sociedad abierta.
El desempeño debe planificarse de tal
manera que admita que el educando tenga un desarrollo apropiado en las
distintas situaciones y pueda adaptarse a las cambiantes formas de organización
del trabajo.
Las competencias en el proceso educativo
Con lo anterior es posible afirmar que las
competencias en la educación pueden definirse como la convergencia entre los
conocimientos de la disciplina, las habilidades genéricas y la comunicación de
ideas.
Las habilidades genéricas especifican lo
que se debe hacer para construir una competencia u obtener un resultado o un
desempeño: trabajo de equipo, planteamiento de problemas, encontrar y evaluar
la información, expresión verbal y escrita, uso de las nuevas tecnologías y
resolución de problemas.
En la educación basada en competencias,
éstas dirigen el sentido del aprendizaje, quien aprende lo hace desde la intencionalidad
de producir o desempeñar algo, involucrándose con las interacciones de la
sociedad.
Las competencias son parte y producto
final del proceso educativo. “Competencia” es su construcción durante el
proceso educativo, como también lo es su desempeño, es decir, el resultado
práctico del conocer.
Nuevo significado de aprender
En la educación basada en competencias
quien aprende lo hace al identificarse con lo que produce, al reconocer el
proceso que realiza para construir y las metodologías que utiliza. Al finalizar
cada etapa del proceso se observan y evalúan la(s) competencia(s) que el sujeto
ha construido.
La educación basada en competencias es un
enfoque sistemático del conocer y del desarrollo de habilidades; se determina a
partir de funciones y tareas precisas. Se describe como un resultado de lo que
el alumno está capacitado a desempeñar o producir al finalizar una etapa. La
evaluación determina qué específicamente va a desempeñar o construir el
estudiante y se basa en la comprobación de que el alumno es capaz de
construirlo o desempeñarlo.
La experiencia práctica y el desempeño
La educación basada en competencias se
refiere a una experiencia práctica, que necesariamente se enlaza a los
conocimientos para lograr un fin. La teoría y la experiencia práctica se
vinculan, utilizando la primera para aplicar el conocimiento a la construcción
o desempeño de algo.
Construcción de
competencias. Las competencias como base de la nueva educación
Es importante recordar que las
competencias parten del marco conceptual que provee la institución con su
misión y sello característicos.
Para elegir el núcleo de competencias
básicas que se requiere construir es necesario analizar y responder en forma
realista las siguientes preguntas:
1.
¿Cuáles
son las competencias básicas y necesarias para obtener buenos resultados en la
práctica profesional contemporánea?
2.
¿Qué
indicadores permiten elegir las competencias que se van a construir?
3.
¿Cuáles
son los medios más efectivos para construir estas competencias?
4.
¿Cuáles
son los medios más efectivos para comprobar que los alumnos han construido
estas competencias?
No hay comentarios:
Publicar un comentario