HACIA UNA IRREDUCTIBLE
PERSPECTIVA GLOBAL EN LA
ESCUELA (David Selby)
¿Qué es la educación global? Esto no
debería ser interpretado
necesariamente como una muestra de inseguridad o de mala voluntad. Se
trata más bien del reflejo
de la dificultad
para resumir ordenadamente un
enfoque filosófico y práctico
de la
educación basado en un paradigma
y una epistemología diferentes a los
establecidos actualmente en la mayoría
de las escuelas. Los sucesos tales como conflictos políticos, trastornos
económicos, tragedias ecológicas que están
ocurriendo en el mundo,
repercutirán en el sistema y
afectarán en cada persona,
ya sea de manera evidente o
sutil. Su estilo y su estándar de vida, su desarrollo físico
y mental, se verán
profundamente afectados por la acción de los subsistemas cultural, económico,
ambiental, político, etc.
que actúan dentro del sistema global..
La
educación global es una
respuesta a la
necesidad urgen te de educar a
los jóvenes para un mundo
que posee una cualidad sistémica) que está en un incesante
y acelerado proceso de cambio. El diseño
actual de educación proviene de un paradigma mecanicista que ha perdurado y que divide
el conocimiento en asignaturas o
disciplinas, que separa la razón de
la emoción, lo racional de lo espiritual
que limita las
cosas reduciéndolas a partes que
interpreta la realidad en términos
lineales de problema solución
causa- efecto que separa al observador de lo
observado y que dispersa cómodamente
en estructuras jerárquicas y desiguales.
El
centro de educación global de
la Universidad de York,
en Inglaterra, ha desarrollado un modelo de cuatro dimensiones para la educación
global.
LA
PRIMERA DIMENSIÓN: ESPACIAL
El proceso educacional se propone la
promoción de una toma de conciencia y de una comprensión de la naturaleza interdependiente de los países y
de los pueblos.
En general, se reconoce que esta
glocalidad de la visión del mundo
conducirá a poner en duda algunos de los artículos de fe
costosamente adquiridos y cuestionará muchas de las dicotomías,
distinciones y comportamientos que tendemos a emplear. Una visión
mecanicista compartimentalizada de la realidad es en esencia, una visión
distorsionada
LA SEGUNDA DIMENSIÓN: LA GLOBALIDAD TEMPORAL
Entre el pasado, el presente y el
futuro, se puede percibir también una relación
dinámica. Las interpretaciones
del pasado surgen de nuestras actuales preocupaciones y prioridades y de
nuestras percepciones del futuro.
La educación global,
de acuerdo con el
modelo, le asigna
al futuro un lugar
central en el proceso educativo de
manera que a todos
los estudiantes se les
ofrezca la oportunidad
de estudiar regularmente, reflexionar y discutir
las alternativas futuras y posibles en todos los niveles, desde lo individual hasta
lo global. A pesar de que el
colegio, tiene como objetivo fundamental, la preparación de los jóvenes para el
futuro, en los programas escolares predomina, el estudio del pasado y el
presente. La introducción del futuro
como un componente
del currículum de la
escuela podría constituir una importante precondición para desarrollar en los jóvenes
sus capacidades, habilidades y aptitudes, con
vistas a ejercer un mayor control
en la dirección del continuo
proceso de cambios
que experimentaran durante su vida.
LA TERCERA DIMENSIÓN: TEMAS GLOBALES
Se
dice que los
estudiantes deben aprender y
reflexionar sobre temas tales
como degradación del medio ambiente,
negación de los derechos
humanos, conflictos intercomunitarios e internacionales
desigualdad mundial y
también acerca de los principales temas y perspectivas que
estos llevan consigo. De esto se desprende que
es imposible aplicar soluciones compartimentalizadas sin correr el
riesgo de que nuestras acciones sean, en
definitiva, contraproducentes. No hay
una solución única para un
determinado problema
(Schwartz, P. y cols.,
1977)
Las
dimensiones de espacio, tiempo y tema pueden ser
descritas como las dimensiones externas de la
educación global y
en relación dinámica
con una cuarta
dimensión, la del mundo interior.
El ser humano no podrá conectarse a sí
mismo sin descubrir su identidad
en relación con la
humanidad , y el
individuo no podrá realizarse
hasta que la
humanidad no se realice . Las desviaciones que afecten a la humanidad en su totalidad quedarán marcadas
en su propia sustancia" (Praderoand,
1987)
La
relación persona-planeta
tiene grandes implicaciones en el
proceso de aprendizaje; una vez entendido,
vemos que no
es posible promover
una conciencia planetaria en la clase sin
promover al mismo tiempo el
descubrimiento de sí mismo y sin el
enriquecimiento del completo
potencial del individuo. Ésta es la razón
por la que muchos educadores
globales ponen gran
énfasis en el
establecimiento de ambientes
en la clase, que den un poder libre e igual
tanto al
aspecto cognoscitivo y
afectivo del aprendizaje como a
las capacidades complementarias de razón y de
emoción, intelecto e imaginación,
análisis e intuición.
Pike
y Selby ofrecen
cinco objetivos o dimensiones que, unidos,
forman una irreductible perspectiva global:
conciencia de los
sistemas, conciencia de la
perspectiva, conciencia de la
salud del planeta,
conciencia de la
participación y de la preparación
y valoración del proceso.
«Nuestra visión del
mundo es a menudo, un
reflejo de la
forma como nos vemos a
nosotros mismos: Si me encuentro en
un estado de
desesperanza, me inquieto
por el futuro del mundo. Si
tengo esperanzas, también las tengo para el mundo. Si soy
descuidado conmigo mismo,
tampoco me preocuparé del
medio ambiente y de mis hermanos. Si soy afectuoso, veré el mundo
en forma cooperativa y protectora. Si me
siento inútil, veré también el mundo a la merced de los acontecimientos. Si
tengo poder de decisión, puedo distinguir
a mis amigos
y valorar el medio ambiente. El
mundo exterior actúa como un
espejo de mi mundo interior» (Greig, Pike, Selby, 1987).
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