LA LITERATURA EN LOS SIGLOS DE ORO
Bartolomé
Bennasar define los Siglos de Oro como "la
memoria que conservamos de una época en la que España mantuvo un papel
dominante en todos los aspectos: la política, las armas, las artes o las
letras". De esta definición, cabe mencionar que fue la época en donde
las letras españolas fueron modelo a seguir, no obstante que el imperio español
entró rápidamente en decadencia.
Veamos ahora cómo se desarrollaron algunos géneros literarios durante los
Siglos de Oro.
La poesía
En
la poesía se utilizaron los modelos italianos, como liras y sonetos. Surgieron
dos corrientes dentro de este género literario: el culteranismo y el
conceptismo.
En el culteranismo el valor de la poesía era la forma, utilizando términos
cultos en versos complicados. Tuvo como máximo representante a Luis de Góngora
y Argote.
En el conceptismo el fondo o la idea era lo más importante; se desarrolló el
tema de la muerte y la brevedad de la vida; su principal representante fue
Francisco de Quevedo y Villegas.
Por otra parte, la poesía mística exaltó el camino del trabajo religioso, la
penitencia y el alejamiento del mundo, y los estados de éxtasis: contemplativo,
de iluminación y de gracia divina.
El poeta místico intentaba habla con Dios por medio de sus obras. Los
representantes de este género fueron Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz
y Fray Luis de Granada. Hubo también poetas ascéticos, como Fray Luis de León,
que hicieron de la poesía un ejercicio para llegar a Dios.
La novela
Hubo
dos tipos de novela: la pastoril y la picaresca.
La novela pastoril exalta la vida del campo y el amor entre parejas de
pastores. Como ejemplo están La
Arcadia, de Félix Lope de Vega y Carpio, y La Galatea, de Miguel de
Cervantes.
El teatro
El
público de los siglos XVI y XVII mostró una irresistible inclinación al teatro,
que llevaba a escena sucesos que interesaban al pueblo en general.
Como representantes de este género tenemos a Lope de Rueda, Lope de Vega,Calderón de la Barca y Tirso de Molina.
La novela picaresca tomó su nombre de un personaje, consecuencia de la
situación social de la época: el pícaro.
Gran parte de los españoles de los siglos xvi y xvii abandonaron su tierra
natal para viajar al Nuevo Mundo con la esperanza de conseguir riquezas. Las
familias de estos hombres quedaban abandonadas a su suerte y los hijos buscaban
algún trabajo para sobrevivir, poniendo en práctica la desvergüenza y la
astucia; así surgió el pícaro. El género narra las aventuras y trabajos de este
personaje, la lucha contra la desigualdad social que su situación económica le
impuso.
Entre las obras picarescas podemos mencionar el Lazarrillo de Tormes, de autor
anónimo; el Buscón,
de Francisco de Quevedo, y Guzmán
de Alfarache, de Mateo Alemán.
Miguel
de Cervantes
La crítica ha dividido la vida de Cervantes en tres partes: a) juventud y
viajes, b) aventuras y desventuras (cautiverio en Argel y estancia en la
cárcel) y c) apuros económicos y creación de su obra.
Miguel de Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547. Recorrió varias
ciudades españolas en las que su padre buscaba el sustento familiar. En Italia
se alistó en el ejército, tomando parte en la batalla de Lepanto, en la que 
fue herido en el pecho, por lo cual se le
inmovilizó la mano izquierda; por ello se le apodó el Manco de Lepanto.
fue herido en el pecho, por lo cual se le
inmovilizó la mano izquierda; por ello se le apodó el Manco de Lepanto.
De regreso a España, su nave fue asaltada por piratas que lo llevaron cautivo a
Argel, donde pasó cinco años. Rescatado por unos frailes, regresó a España.
Obtuvo el cargo de recaudador de impuestos, pero por un error en las cuentas lo
encarcelaron.
Salió de la cárcel rápidamente porque comprobó su honradez y pasó a Valladolid,
donde un caballero asesinado a las puertas de su casa le causó nuevas
complicaciones judiciales. Durante ese tiempo tuvo graves dificultades
económicas, y, sin embargo, fue la época de su creatividad más fecunda. Pasó
los últimos años de su vida en Madrid, donde murió en 1616.
Su obra
Las primeras creaciones de Cervantes fueron poéticas, algunas de ellas las
incluyó en sus obras en prosa. Escribió un teatro alegre y popular, como el de
sus entremesesEl retablo de las maravillas, La guarda cuidadosa y El
juez de los divorcios.
Las Novelas ejemplares tratan los más diversos temas: lances
de amor y de fortuna, como La
gitanilla, La ilustre
fregona y La fuerza de la sangre; cuadros
satíricos de costumbres, como Rinconete
y Cortadillo o El coloquio de los perros.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
Dentro de la novela de los Siglos de Oro se inserta El Quijote, novela única en su
género, que ha traspasado las fronteras del tiempo y el espacio, pues ha sido
traducida a casi todos los idiomas.
El
argumento
La obra trata de un hidalgo (personaje común de la época) que pierde el juicio
por leer libros de caballería (obras anacrónicas) y sale a enfrentarse con un
mundo imaginario, viendo lo contrario de lo que representan los hechos. En su
locura, imaginaser un caballero andante, y sale al campo acompañado de un
villano del lugar llamado Sancho Panza, que le sirve de escudero. Encomienda su
amor, como todo caballero, a su dama, Dulcinea del Toboso, quien en realidad es
una tosca aldeana.
Pasa por infinidad de aventuras, que sólo son tropiezos y descalabros, por
querer poner remedio a todo. El fracaso de su última aventura, en Barcelona,
determina el regreso a su región, en La Mancha, donde recobra el juicio y
muere.
Características
de la obra y sus personajes
La obra se divide en dos partes, publicadas con 10 años de diferencia, 1605 y
1615, respectivamente.
En
la primera, las aventuras se repiten sin que don Quijote reconozca su locura.
Para él, los molinos siguen siendo gigantes; los borregos, ejércitos, y
Dulcinea, una dama.
En la segunda parte, don Quijote deja de ser un personaje cómico. La invención
y la fantasía disminuyen para dar lugar al contenido moral y psicológico.
Alonso Quijano despierta paulatinamente de su locura; comienza por ver a Dulcinea
como una simple aldeana y se convierte en la víctima de burlas crueles, incluso
Sancho se insubordina y lo maltrata.
La figura de don Quijote se presenta entonces como la caricatura de un
caballero andante, cuyo noble ideal, poner la vida al servicio del bien, lo
ubica en otra dimensión: la de los antihéroes que no obstante los fracasos
nunca se dan por vencidos.
Las
características generales de la obra son:
· Originalidad:
Al elegir un personaje del pueblo, pobre y viejo, Cervantes rompió con la
literatura anterior, que presentaba seres anacrónicos (es decir, fuera de
época), como pastores y caballeros andantes, de los que se podían rescatar sólo
algunos aspectos.
· Descripción
indirecta de la realidad española.
· Crítica
de las novelas de caballerías. La caballería fue una institución de carácter
religioso-militar durante la Edad Media. El caballero (hombre de linaje,
virtuoso y noble) era admitido en la Orden después de velar sus armas
solemnemente. Estaba dedicado al servicio de Dios, a la defensa de la mujer y
al auxilio de los pobres.
En el siglo XVII, España comenzó a perder su poder político y militar, porque
desaprovechó los recursos que le llegaban del Nuevo Mundo. En ese momento,
España estaba poblada por hidalgos, hombres de linaje que no tenían dinero y se
negaban a trabajar porque su nobleza se los impedía. Cervante da vida al
hidalgo, quien sueña que España aún es tierra de caballeros, princesas,
ejércitos invencibles, etcétera.
•
Equilibrio de contradicciones o juego de opuestos. Cervantes utilizó esto para
planear su filosofía, que se encuentravisiblemente
en las figuras de don Quijote y Sancho:
visiblemente
en las figuras de don Quijote y Sancho:
Don Quijote es un anciano de linaje, alto y flaco; Sancho, un joven pueblerino,
gordo y bajo. El primero es idealista, apegado a la fe, la justicia y otros
valores con los que imagina una fantasía engañosa; el segundo es materialista,
lo que le permite ver la realidad tal como es.
•
Exaltación de los valores humanos. Cervantes plantea ómo un loco (don Quijote)
es el dechado de los más altos ideales: la fe, la libertad, la justicia y hasta
la razón, pues nadie pone en duda que el mundo sería mejor como él lo concibe:
limpio de maldad e interés.
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