Enviado por Silvia de los Santos E.
El
acento
Las lenguas suelen tener un
sistema de acentuación propio. Así en el francés predominan las palabras
agudas. En el italiano las esdrújulas son más frecuentes que en nuestro idioma
y nosotros tendemos a pronunciar casi todas las palabras como llanas. Para
marcar los acentos utilizaremos un punto bajo la vocal.
Determinación del acento de
una palabra
El latín tenía un sistema de
acentuación relativamente sencillo.
a) No había palabras agudas
(excepto, claro está, los monosílabos)
b) El acento iba en la
penúltima sílaba si esta era larga.
c) En caso contrario el
acento se desplazaba a la anterior.
Las sílabas cerradas son siempre largas
Las sílabas abiertas seguidas de vocal son breves
Las sílabas abiertas
seguidas de consonante no sabemos si son largas o breves. Para este grupo de
sílabas, y parar todas las demás tenemos una fuente de información fundamental:
nuestra propia lengua. En general podemos afirmar que el acento latino cae en
la misma vocal que el acento de la palabra española correspondiente. Así regina
se corresponde con reina, cónsules con cónsules.
Tildes
y signos de puntuación
En latín clásico no existían
tildes ni signos de puntuación. Las puntuaciones de los textos latinos han sido
puestas por los editores modernos, pudiendo variar de una época a otra y de un
país a otro. Lo mismo podemos decir de las normas ortográficas.
Las palabras según su acento
pueden ser en latín:
Graves o llanas : Será el
acento de todas las palabras bisílabas: Roma, cónsul, dolor, etcétera y de
algunas de las de tres o más sílabas: regina, amabamus, immanentes, etcétera.
Esdrújulas : Serán las
palabras de tres o más sílabas: prominens, invideo.
Agudas : no existen palabras
agudas en latín salvo, claro está, los monosílabos: ius, vis, etcétera.
Penúltima larga palabra llana, penúltima breve
palabra esdrújula
Un sustantivo se enuncia con
dos formas: nominativo y genitivo. En los vocabularios y diccionarios figura
-normalmente entre paréntesis- su género: masculino, femenino o neutro.
Ej.: dominus,
-i (m)
Cómo saber a
qué declinación pertenecen:
Para saber a qué declinación pertenece un sustantivo
debemos mirar su genitivo (segunda forma del enunciado), y clasificarlos según
la siguiente tabla:
Cómo se declinan:
Declinar un sustantivo es añadir a su raíz las
terminaciones de cada uno de los casos. La raíz de un sustantivo se extrae
quitando la terminación al genitivo. Debemos tener en cuenta que el nominativo
y el genitivo están ya en el enunciado y, por tanto, no tenemos que formarlos.
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