Busco en mi memoria, y
encuentro muchos recuerdos que creía perdidos
Y
vuelven a revivir en mi corazón, soltando toda su magia.
Y
el que más viene a mi mente, es el de mi escuela primaria.
La
escuela que me vio crecer, la que me enseño, en cierta forma, el sentido de la
vida.
Recuerdo
sus aulas llenas de sabiduría, el patio donde de niño siempre jugué. Sería
imposible olvidar todo lo que mi escuela me brindó.
Una
parte de mi vida está basada en los años que junto a mi escuela pase,
Desde
el simple aroma de los libros, hasta la experiencia, que con esfuerzos logre
alcanzar.
Recuerdo
el primer día de clases, ese miedo que siempre se tiene al empezar, no puedo
negar el haber soltado una lagrima al ver a mi madre alejarse, y dejarme en esa
aula, fría y sin sentimientos.
Que
con el correr de los años, se fue tornando cálida, y atrapando mis emociones
Cuantas
veces camine tus pasillos, cuantas veces abrí tus puertas, fueron tantas que ya
perdí la cuenta.
Si
dios me concediera un solo deseo, le pediría revivir esos años de mi escuela
primaria. Recorrer sus aulas, jugar en su patio, poder volver a sentirme un
niño otra vez, contemplar el pizarrón mientras la maestra escribía. Oír el
sonido de la campana, llamándonos a disfrutar del recreo,
Todo
eso llenaría de júbilo mi corazón.
Cuando
cierro mis ojos, despierta el sueño de mi niñez, y en un vuelo imaginario,
vuelvo a revivir esos momentos de satisfacción. Volver a pisar el suelo, que
muchos caminamos en lo extenso de los años, sentarme en el pupitre,
donde mis secretos quedaron guardados. Mirar el patio a través de tu
ventana, y con ansias esperar el sonido de tu campana, para salir a jugar.
Seis
años de mi vida viviendo esa emoción, seis años que me brindaste, escuela
primaria.
Como
poder olvidarte, si fuiste en gran parte el pilar de mi vida. Me enseñaste a
ser, lo que hoy pude ser. Pasaron Muchos años, alegrías, logros, que en su
acontecer me hicieron fuerte. Sería imposible borrar tu recuerdo, porque más
allá de mi mente, está en mi corazón.
Sé
que jamás de mi te olvidaras, ni de todos los que por aquí pasamos,
Por
qué las sombras, de cuando niños éramos, seguirán transitando tus
aulas, recorriendo tus pasillos, jugando en tu patio. Nuestras
voces, en tus cimentos quedaron grabadas, y los nombres de cada uno de
nosotros, en un rincón de tus pupitres están tallados. Manteniendo vivo un
sentimiento.
Hoy,
soy el hombre que anhele ser, y sentado frente a este papel, a través de este
escrito, solo quiero agradecerte cuanto significo para mí, los años que me brindaste.
Siempre
estarás ocupando un espacio en mi corazón, escuela primaria,
Mi
escuela.
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