LA COMUNICACION ENTRE EL MAESTRO Y EL ALUMNO
La comunicación entre el maestro y el alumno es esencial cuando surge algún
problema o cuando se requiere intercambiar información o concepciones de la
realidad, o cuando se desea dar algo de sí. La comunicación es más que el
maestro habla, el alumno oye. Es más que el simple intercambio de palabras entre
personas. Es lo anterior y la manera de expresar, la forma de dirigir el
mensaje, el cual tiene dos significados, el directo dado por las palabras y el
metacomunicativo, dado por la relación simbólica que se establece entre maestro
y alumno.
En todas las interacciones, se envia y se recibe un mensaje. Algunas veces,
los maestros creen que sólo mandan un mensaje, pero su voz, las posiciones de su
cuerpo, las palabras que usan y los gestos expresan diferentes mensajes. El
mensaje de doble significado es la metacomunicación.
Los estudiantes pueden oir la metacomunicación y responder sin pensar. A
veces el estudiante o el maestro responden con agresividad, cinismo, burla,
etcétera, cuando el maestro o los compañeros hacen comentarios. No siente de
donde viene la agresividad, pero responde de manera inmediata a ella.
El primer principio de la comunicación es que las personas responden a lo que
ellas pensaron que se dijo o se refirieron y no necesariamente al mensaje que
quiso dar el interlocutor. Por eso, el primer paso para comunicarse con los
estudiantes es escuchar realmente lo que dicen. Escuchar bien requiere atención,
estar receptivo, perceptivo y sensible para captar los sentimientos que subyacen
en las palabras del estudiante. Asimismo, los alumnos deben estar atentos a lo
que el maestro dice y pedir aclaracion de conceptos, actitudes,formas de
expresar, en el sentido de entenderse y convivir.
Un aspecto importante a realizar en las sesiones de clase es el parafraseo y
está relacionado con el envio y recepción de los mensajes de manera adecuada. Me
refiero aqui a la promoción de una buena comunicación aplicando la regla del
parafraseo.Esta consiste en que antes de que se permita a cualquier
participante, incluyendo al maestro, responder a otro durante una exposición en
una clase, debe resumir lo que el otro le dijo. Si el relato está equivocado, lo
que indica es que se malinterpretó al que habló, este debe volver a explicarlo.
Se vuelve a parafrasear. Este proceso continua hasta que el que habló está de
acuerdo con la exactitud del mensaje que recibió la otra persona.
Las ventajas del parafraseo son las siguientes:
1. La gente debe escuchar con mas cuidado a los demás, ya que deben de
parafrasear correctamente antes de poder hablar.
2. Aprender a ser mas claros
en sus comunicaciones al oir como interpretan los demás sus mensajes.
El parafrasear es el primer paso para comunicarse con los alumnos. Antes de
que los maestros se enfrenten apropiadamente a cualquier problema con el
estudiante, deben saber cual es realmente el problema. Al hablar alumno o
maestro dice las cosas pero siempre tiene un doble significado, ello implica
parafrasear para descubrir lo connotativo y poderlo discutir y aclarar.
Tambien la comunicación produce problemas, cuando no se interpreta
adecuadamente, pero de quien es el problema. Es necesario hacer un diagnóstico
de esta situación.
Muchas veces el maestro encuentra desagradables, inaceptables o problemáticas
muchas actitudes y conductas de los estudiantes. Casi nunca podemos alejarnos de
estos problemas, y menos tenemos una visión objetiva y decidimos la respuesta
apropiada. La clave para una buena relación comunicativa maestro alumno es
determinar por que se siente perturbado de una conducta en particular y de quien
es el problema. Para ello, el maestro debe comenzar preguntando de quién es el
problema.
Por supuesto que la respuesta a esta pregunta es crítica. Si es un
problema del alumno, el maestro debe volverse consejero, apoyo y ayudar al
estudiante a encontrar la propia solución. El maestro no debe tomar la
responsabilidad del problema, sin embargo, si lo hace suyo, seró responsabilidad
del maestro encontrar la solucion junto con el estudiante.
Pero, reflexionemos sobre esta situación:
1) Cuando el problema es del maestro.
Muchas veces las actitudes y conductas de los estudiantes perturban al
maestro, lo detienen en sus clases, incluso lo cuestionan sobre su papel de
docente. Cuando esto sucede, el problema es del propio docente y es su
responsabilidad afrontar al estudiante y buscar una solución. Asimismo, el
docente no es ajeno a tener una vida propia, una personalidad, estados de ánimo,
situaciones positivas o conflictivas. No es cierto que al entrar al salón de
clases uno deja todo afuera y entra solo como iluminado a impartir cátedra. El
profesor manifiesta su situación con sus expresiones, gestuales, corporales, con
sus palabras, con su estado de ánimo. El alumno lo percibe. Esto también es
problema del docente y debe buscar solución. A veces es recomendable comentar en
parte lo que nos sucede, el alumno capta la situación, la asimila y ayuda de
manera indirecta con su actitud y conducta al maestro. A veces no se puede decir
y es mejor disimular.
Si usted como maestro reconoce las actitudes y conductas de los alumnos y
esto no perturba sus clases, es problema del estudiante. La pregunta es la
acción del estudiante lo afecta ostensiblemente o evita que cumpla su función de
maestro. Si no, es problema del alumno; y el debe encontrar su propia solución.
El maestro puede ayudarlo, dialogando, siendo empático, pero siempre teniendo
claro de quien son las emociones y valores implicados.
Quizá alguna vez nos haya tocado algun alumno que está en la parte de atras
del salón, o a veces enfrente de nosotros y lee el periódico, revistas, libros
de otras clases, hace apuntes de otras cosas, o sólo hace dibujitos. De quien es
el problema. Es dificil responder. Hay que diagnosticar. Claro,lo primero que
hacemos es reprenderlo, amonestarlo o sacarlo del salón. Pero no será problema
del maestro, o es del alumno. Es un buen punto para discutir.
Ante este problema y muchos otros hay que escuchar con empatia, es decir,
escuchar la intención y las emociones detrás de lo que otro quiere decir y
reflejarlas mediante el parafraseo. Esto nos permite encontrar la solución o
hacer que el estudiante la encuentre, si es problema es de él. Al tratar de
escuchar al estudiante y evitar precipitarse a dar consejos, soluciones,
críticas, reprimendas o interrogatorios, el maestro mantiene abiertas las lineas
de comunicación.
El maestro debe evitar dar respuestas inútiles a sus decisiones, o a las
problemáticas que los alumnos le planteen. Escuchar con empatia o activamente
puede ser una respuesta muy útil cuando los alumnos se le acerquen con
problemas. Debe reflejarles lo que oye que le dicen. Este reflejo es más que
repetir palabras, es captar las emociones, la intención y el significado detrás
de ellas.
Escuchar empáticamente, activamente tiene varios componentes:
1. Bloquear
estímulos externos
2. Atender cuidadosamente tanto los mensajes verbales como
no verbales.
3. Diferenciar entre los contenidos intelectual y emocional del
mensaje.
4. Hacer inferencias con respecto a los sentimientos del que habla.
Cuando el problema es del alumno, cuando interfiere en la clase o cuando nos
molesta de manera constante, es necesario no atacar sino confrontar y mostrar
una disciplina asertiva. Por ejemplo, supongamos que un alumno está haciendo
algo que interfiere con la clase, leer cosas que no son de la clase, platicar
con el compañero del lado, jugar, dormir, etcétera. El maestro decide que el
estudiante debe estarse quieto y poner atención, por lo el problema es de ambos:
primero es del alumno, pero luego es del maestro. Aqui se necesita confrontación
y no consejo. Hay algunas sugerencias que se dan en estos casos:
1. Mensaje en primera persona. Es decir directamente, pero de manera
serena y enérgica al mismo tiempo, al alumno un mensaje para intervenir y
cambiar su conducta. Esto básicamente significa decirle de manera directa,
asertiva y sin juicio loque está haciendo, como le afecta como maestro y lo que
usted piensa acerca de ello. El estudiante se siente libre de cambiar de manera
voluntaria y con frecuencia lo hace.
2. Disciplina asertiva. Los maestros son asertivos cuando tienen
claras sus expectativas y las siguen con las consecuencias establecidas. Los
alumnos tienen una alternativa directa: pueden seguir las reglas o aceptar las
consecuencias. Muchos maestros son ineficientes porque no prestan la suficiente
atención o pasivos porque son hostiles y agresivos.
El estilo pasivo puede tomar diferentes formas. En lugar de decirles
directamente a los alumnos lo que hay que hacer, el maestro les dice y seguido
les pide, que traten o que piensen acerca de la acción apropiada. El maestro
puede expresar lo que puede pasar, pero nunca llega a las consecuencias
establecidas y dan mil oportunidades a los estudiantes. Finalmente, los maestros
ignoran la conducta que debe recibir una respuesta o esperan demasiado antes de
responder.
El estilo hostil conlleva diferentes errores. Los maestros pueden hacer
declaraciones con un tu que condena al estudiante sin especificar claramente lo
que el debe hacer. Los maestros también amenazan a los estudiantes y casi nunca
llegan a las últimas consecuencias.
Asertividad real. A diferencia de los estilos pasivos y hostiles una
respuesta asertiva comunica a los estudiantes que a usted le importan en
realidad, tanto ellos como el proceso de aprendizaje que permite que la mala
conducta persista. Los maestros asertivos establecen claramente lo que esperan.
En este sentido para detectar problemas, actitudes y conductas posibles en los
estudiantes le hablan, lo miran a los ojos, se dirigen a ellos por su nombre,
quiza le dan muestras corporales de estima, etcétera. La voz del maestro es
serena, firme e inspira confianza. No discuten lo justo de las reglas,las
negocian, esperan cambios.
Cuando todo esto se aplica y los conflictos persisten, hay que aplicar la
negociación. Aún cuando el maestro envia mensajes en primera persona, y también
respuestas asertivas y el alumno no reacciona, maestro y alumno entran de verdad
en conflicto.
Ambos creen que ninguno ganara a menos que el otro pierda.Esto suma
problemas. Los dos se vuelven menos capaces de percibir en forma adecuada la
conducta del otro. Cuanto más se enoja uno con alguna persona más considerara al
otro como el villano y a uno como la víctima. Los errores del otro a uno le son
muy claros y las acciones propias parecen perfectamente justificadas. Como ambos
creen que su contrincante está en el error, hay menos confianza. Hay poca
posibilidad de cooperación en las soluciones al conflicto.
Existen tres métodos para resolver conflictos entre el maestro y el alumno:
1. Consiste en que el maestro ponga la solución. Esto es necesario durante
una emergencia.
2. Implica que el maestro ceda a las demandas del estudiante.
El maestro puede quedar convencido por el argumento del estudiante. Este es de
pensarse porque implica ser desbancado de su posición.
En estos dos métodos
el maestro o el estudiante no ceden completamente y el poblema queda
latente.
3. Método sin derrota. En este caso tanto las posiciones del
estudiante como las del maestro son tomadas en cuenta en la solucion. No se
espera que alguien ceda en su totalidad, pero ambos mantienen respeto por si
mismos y por su interlocutor.
Gordon en su texto sobre las relaciones profesor- alumno plantea seis pasos
en este método de solución:
1. Definir el problema. Cuáles son las conductas implicadas, que quiere cada
persona. Escuche a los estudiantes activamente para entender el problema
real.
2. Proponga varias soluciones posibles. Dialogue, pero no permita que
se evalúe.
3. Evalúe cada solución. Cualquier participante puede desechar
alguna idea, hay que dialogarlo.
4. Tome una decisión. Escoja la solución por
consenso, no permita votos, al final deben quedar de acuerdo todos.
5. Decida
como concretar la solución. Qué se necesitará, quién se hará responsable de cada
parte. En qué tiempos.
6. Evalúe el éxito de la solución. Hay que preguntar
si se está satisfecho con la decisión, que tan bien funciona, o que cambios hay
que hacer.
Las conversaciones en el salón de clases y los roles y reglas que las
orientan.
Otro de los aspectos que se han estudiado en lo que sucede dentro del salón
de clases para entender su realidad cotidiana son las relaciones de
comunicación. Para llevar a cabo este trabajo, es necesario que se observe lo
que realmente sucede y que no se dé por sentado o conocido; es decir plantearse
cómo se desarrollan los procesos de relación pedagógica. Para ello se ha echado
mano de la sociolinguística, que nos permite analizar mejor lo que sucede en el
conjunto de interacciones sociales que se dan en el salón de clases.
Para llevar a cabo dicha empresa es indispensable describir el uso del
lenguaje tanto de estudiantes como de maestros, lo que propiciará las diversas
personalidades, conductas y relaciones que cada estudiante plantea al
relacionarse con sus compañeros y con el maestro y asimismo las de éste en
relación con sus alumnos. Tal situación nos encamina a cuestionarnos e
investigar la complejidad de la comunicación dentro del aula.
Tales descripciones nos pueden servir para revisar la planeación de la
educación, la evaluación en los procesos de ensenanza aprendizaje.
En relación a este punto Stubbs nos señala que lo importante es explicar cómo
los alumnos y maestros se comunican entre si en los salones de clases.Para ello
hay trabajos que estudian el estilo global del lenguaje de los maestros,
planteando que se pueden construir barreras de interferencia a nivel de
estilo.(no me entiendes como hablo).
Otros estudios han especificado como las diferentes estrategias cognitivas
utilizadas por los maestros se revelan en los diálogos en el aula, permitiendo
conocer como el lenguaje abre o cierra posibilidades de aprendizaje en los
estudiantes. (Tipo de preguntas planteadas y manera como se organiza la
información). También se ha mostrado cómo los profesores y alumnos utilizan
diferentes recursos de comunicación para definir las tareas de ensenanza y las
relaciones sociales involucradas. (Qué piensan los alumnos y maestros de la
finalidad de ir a las clases y cómo conciben su relación en el aula).
Asimismo, se han explicado las diversas formas utilizadas por los docentes
para mantener el control sobre la conversación de un tema, la relevancia y
exactitud de aquello que los alumnos dicen y cuando y que tanto pueden hablar
los estudiantes. Esto también ha llevado a analizar las estructuras de diálogo
en el aula, mostrando el control y dominio de la conversación por parte de los
docentes, tanto en cantidad como por el uso de ciertas secuencias discursivas.
Todo ello nos lleva a ubicar el papel importante del lenguaje en el proceso
educativo. Ese es un mediador en las relaciones que se dan en el salón de
clases; en su uso se concretan muchas determinaciones de los procesos, tanto
escolares como extraescolares que inciden en el aula. Por eso reitero que la
situación educativa es también comunicativa, ya que se apoya en gran medida del
uso sociocomunicativo del lenguaje con fines pedagógicos.
Ahora plantearé, retomando a Wilkinson, los supuestos del enfoque
sociolinguístico aplicado al ámbito educativo:
1. La interacción en las actividades del salón de clases requiere competencia
estructural (linguística) y funcional (comunicativa o interaccional). Para
participar en el salón de clases los estudiantes deben conocer academicamente
las materias y además saber expresar, manifestar su conocimiento.Deben saber con
quién, cuándo, y dónde pueden hablar y actuar, interpretando las reglas
implicítas en el salón de clases.
2. El salón de clases es un contexto comunicativo único. La competencia que
se requiere es específica, aunque a veces se proyectan elementos de otros
contextos (laboral,hogar, compañerismo, etcétera). Muchos intercambios
comunicativos entre mestros y estudiantes en el salón de clases están
estructurados para facilitar a los alumnos la adquisición de información
académica, por ello los intercambios son más restringidos y la evaluación se
hace en este contexto. (Gran problema, porque los alumnos piensan que el
profesor quiere que se repita como el lo dijo, y ellos lo dicen con sus
palabras).
Recurrimos a Stubbs, quien señala que para ser maestro no sólo basta con
entrar al salón de clases, sino debe saber realizar actos comunicativos bastante
específicos, como impartir, explicar, preguntar, animar, dinamizar, desaburrir,
hablar, etcétera.
Los roles sociales del maestro y del alumno deben ser actuados, desempeñados
y construidos en el curso de la interacción social.
Por ello el lenguaje utilizado por los docentes debe cumplir funciones
específicas en la enseñanza y en la dirección de la clase. Esto nos permite
conocer las relaciones de autoridad, los procesos ideólogicos involucrados y el
denominado currículum oculto.
En toda conversación se manifiestan relaciones básicas, sociales y
personales. Por ello el tipo de lenguaje utilizado por los hablantes refleja
quién está hablando a quien, y con qué propósito (regresamos nuevamente al punto
inicial de definición de la comunicación). Por la manera en que habla el maestro
a los alumnos, les comunica su definición de la situación y la forma de relación
entre ellos que considera apropiada. Asimismo, de manera linguística se definen
las opiniones del profesor sobre quién controla la situación, los valores
básicos de tipo sociocultural y las relaciones de status.
En los mensajes que los maestros transmiten a los alumnos hay funciones
metacomunicativas (es decir aquellas que nos permiten conocer y evaluar las
acciones de comunicación que lleva a cabo el docente o el alumno), las cuales
son básicas para la interacción. Estas nos sirven para organizar la transmisión
del conocimiento y para transmitir una concepción de como se debe transmitir.
Esto nos deriva a categorías de explicación, resumen, corrección, comentario
crítico, evaluación, definición de temas, etcétera. Y nos lleva a entender
cuando el profesor sabe lo que es importante en una asignatura, que el profesor
cree que sabe cuando el alumno presta atención , cuando se está produciendo el
aprendizaje, que siempre hay una respuesta correcta a la pregunta del profesor y
que la actitud apropiada del alumno es la pasividad, y la labor del maestro es
organizar las situaciones de enseñanza.
La comprension de las conversaciones en el salón de clase dependen del
conocimiento sobre el contexto y la cultura de la clase, de las convenciones y
significados que se hayan creado en cada situación particular.
Según Mercedes
Charles la actividad y comunicación de docentes y alumnos en el salón de clases
están determinadas por el contexto educativo institucional y el currículum, por
concepciones pedagógicas e interpretaciones del mundo ahi materializadas, por la
cultura, saberes, lenguajes e historias sociales y personales de maestros y
estudiantes.
Una serie de invetigaciones aplicadas en la Universidad Pedagógica Nacional
en la carrera de Psicología, llevaron a Makhlouf y Ramirez a considerar que en
las clases se van dando diferentes situaciones, las cuales implican diversas
formas de interacción y por lo tanto de comunicación. Algunas definidas por
tareas educativas, actividades varias y por roles que deben desempeñar los
sujetos. Estas situaciones conforman contextos, los cuales se generan con cada
acción de los participantes durante la clase. Estos autores definen contexto
como la situación tal como la encuentra el hablante antes de empezar a hablar.
En estas situaciones existen reglas para hablar, por ello las emisiones deben
ser apropiadas a las situaciones.
Los hablantes no se limitan a obedecer reglas sino para crear y cambiar los
contextos. Por ello el lenguaje no se da en situaciones, sino forma parte de
ellas y contribuye a producirlas.
Se entienden, entonces, como contextos a los diferentes acontecimientos o
fases que se suceden en una clase, como son la exposición, el repaso, los
ejercicios, etc. A su vez cada fase está conformada por intercambios entre los
participantes y estos por turnos e intervenciones de cada sujeto. La secuencia
que mas se utiliza es inicio-respuesta-retroalimentación, donde el maestro
pregunta y el alumno contesta y el profesor evalúa o comenta la expresado por el
alumno.La manera como se presentan las conversaciones nos dice de la estructura
de participación de cada fase. (Poner ejemplos de situaciones de diálogo en
diferentes ejercicios didácticos).
Por ejemplo, cuando los alumnos exponen, aparentan tener el control
conversacional de la clase, por el rol que el maestro les dio, pero no utilizan
el mecanismo de interacción pregunta respuesta u otro para propiciar la
participación del grupo, el que interviene es el maestro para evaluar,
monitorear y retroalimentar sobre el contenido durante esa exposición. Vemos
aqui la importancia de los roles de alumnos y maestros y la evaluación por parte
de éste. Finalmente el maestro es el responsable de los procesos y de la
evaluación de la clase. Aqui el alumno que expone no tiene la finalidad
intrínseca de enseñar sino de ser calificado y como tal asume su rol.
En la exposición regularmente se manejan las siguientes fases:
1. Los
alumnos expositores deben hablar de un tema, su público el maestro y los
compañeros.
2. El profesor puede intervenir en cualquier momento para
preguntar, aclarar,corregir, opinar sobre la dinámica, involucrar al grupo,
etc.
3. Los alumnos del grupo pueden preguntar, sin embargo no lo hacen por
no importales lo que enseñan los compañeros, por solidaridad con ellos, por que
la clase termina ya, etc.
4. El maestro mantiene el control de la evaluación.
Otro ejemplo son algunas clases de seminario, donde la disposición del salón
generalmente es con mesa grande, rectan-gular, los alumnos sentados alrededor de
la mesa, el maestro en una cabecera, sin alumnos a sus lados. Aqui generalmente
se promueve más la participación, sin embargo, es mayor la participación del
profesor que la de los alumnos, aunque éstos intervengan mucho, ya que el
profesor siempre tiene el control de la conversación. Generalmente aqui se
consensa un tema, se prepara antes y en la clase solo se sintetiza, se comenta y
se agregan contenidos.
Algunos aspectos relevantes en este tipo de sesión son:
1. Los alumnos
deben estar preparados al inicio de la clase para exponer un tema, previamente
resumido.
2. El maestro asigna al azar al expositor.
3. El alumno
seleccionado expone sin interrupción del grupo o maestro.
4. Despues de la
exposición el maestro hace preguntas al grupo.
5. Los alumnos, cualquiera
puede contestar o hacer preguntas al momento, esto es al azar o dirigido.
6.
La participación de los alumnos le dicen al maestro como evaluar, o como
continuar.
7. El maestro evalúa las intervenciones, las afirma, las aclara o
las cuestiona.
8. Si algún aspecto no queda claro en la exposición del alumno
o en la participación de los compañeros, el maestro lo complementa.
9.
Algunas veces el maestro tiene a varios alumnos consentidos y les pide
directamente que ellos contesten preguntas, los cuales generalmente aceptan,
aunque el grupo no.
Cabe comentar que las interacciones comunicativas dependen en gran medida de
las reglas que el grupo tiene, de la personalidad del maestro, de su estado de
ánimo en ese momento, de cada integrante del grupo, de los líderes del grupo, su
personalidad y estado de ánimo, del clima situacional que se de en el momento.
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