Sociedad Civil y
Educación en Compromiso: Claves de la Democracia
Y este hecho
sumamente grave ha llevado aparejado una tutela constante a la que la
ciudadanía nos vemos condenados por unos denominados “mercados” que
constituidos en pequeñas mesas redondas en Londres o New York determinan que es
lo que se debe o no se debe hacer, que recortes en los derechos de la
ciudadanía se deben o no llevar a cabo por los estados en pos de la estabilidad
económica mundial. Curioso cuando menos ver como quienes han sido los “bandoleros
“ de la economía globalizada ponen ahora sus reglas y pautas a los estados,
incapaces estos de hacer frente a una realidad política y económica
supranacional en un mundo global en donde si Japón se costipa Europa Estornuda. Se establece de esta forma un choque a mi
juicio entre dos modelos de globalización o de gobernanza mundial, la defendida
por un pensamiento progresista a favor de una globalización justa, un
reforzamiento del estado y del sistema público en pos de la igualdad entre la
ciudadanía o medidas como la de Garantizar la primacía de la legalidad y el
control sobre los movimientos migratorios, fortalecer la cooperación
internacional para mejorar las condiciones de vida, económicas y sociales en
los países emisores, y desarrollar una política de inmigración clara, que
provea de derechos y obligaciones a los ya emigrados , frente a este modelo de
sociedad global esta el pensamiento
neoliberal – en alza en la actualidad- en donde la economía manda frente
a los derechos y las libertades y en donde los sistemas públicos garantistas se
difuminan a golpe de tuerca en forma de medidas “de control presupuestario”,
medidas que en el fondo lleva aparejada la quiebra del principio rector de la
igualdad en las democracias, principio que permite que la ciudadanía tenga la
oportunidad de tener a su alcanza conquistas de antaño como la educación o la
sanidad pública entre otras. En definitiva es el propio modelo de estado el que
esta en juego en las postrimerías de un siglo XXI cargado de nuevos retos que ahora
tocan ser enfrentados por las generaciones que nacidas al abrigo de la
Democracia tenemos ante nosotros el deber y la responsabilidad de nuestra
participación activa, y es cuando menos curioso observar como el “apagón” y el
“alienamiento en los contenidos” ofertados desde las televisiones de países
como España o Italia pretenden tal vez desmovilizar a través de esa nueva
cultura ficticia que hace que los
problemas personales de Belen Esteban o las tramas de Gran Hermano sean para las generaciones de jóvenes de nuestro
país de más interes que el conflicto en Libia o la reforma laboral .
Llegados a este punto no cabe duda de que son
dos las claves que desde el pensamiento progresista deben de ponerse en valor
como elementos fundamentales para hacer frente a la situación que el presente y
el futuro deparara a nuestra democracia, por un lado el reforzamiento de la
sociedad civil , de una sociedad civil activa, libre, independiente y
reivindicativa, una sociedad que debe de
servir como contrapeso a los poderes tradicionales del estado frente a las
desviaciones que desde los mismos se pudieran realizar en relación al ejercicio
de sus responsabilidades, la calidad de
una democracia lo es mayor en base de la existencia por ende de una sociedad
civil en los términos anteriormente señalados. Se convierte la misma de esta
forma en una salvaguarda y una vigilante activa del propio desarrollo
democrático, o es que acaso no fue gracias en gran parte a ese tipo de sociedad
civil comprometida nuestra propia transición
democrática o no lo fue menos en los movimientos que alzaron la voz para decir
No a la Guerra. Hoy en cambio , asistimos a un inmovilismo a una falta de
participación y compromiso en las nuevas generaciones de jóvenes, generaciones
de universitarios que se movilizan en torno a grandes botellonas o partidos de
futbol de la selección española en un mundial de Sudáfrica pero que se alejan
en su mayoría del compromiso activo de la participación social y política, de
las herramientas por ende que desde la sociedad civil se tienen no sólo para
hacer frente a los retos de este nuevo tiempo sino para seguir conservando los
derechos y las libertades que anteriores generaciones han logrado con trabajo,
esfuerzo y compromiso. O es que ¿acaso piensa alguien que los derechos que hoy
disfrutamos son consencuencia de una tarde de verano? . Y ante esta falta de
compromiso analizada anteriormente y a mi juicio la casi inexistencia de una
sociedad civil activa , tenemos que analizar desde el pensamiento progresista
las causas que nos ha llevado a ello.
Aquí varias a mi juicio son las causas , y varias las soluciones .
Las Causas claras:
falta de participación en la política y alejamiento de esta de la sociedad , la
falta de una sociedad civil activa e independiente, la inexistencia de un
modelo educativo que tenga como principio rector la educación en el compromiso
o la existencia de modelos de comunicación a través de la mass media que forja
a las nuevas generaciones de jóvenes en valores alejados del compromiso, el
esfuerzo o los valores de solidaridad , las soluciones concretas : la puesta en
marcha de un modelo de partidos políticos de apertura a la ciudadanía y de
procedimientos de democracia participativa en su seno que posibiliten la
participación real y libre de quienes quieran aportar su tiempo y su esfuerzo
en la construcción de una sociedad justa, libre e igual, el apoyo decidido a la
activación e independencia de la sociedad civil y el trabajo constante y en red
de esta con los agentes públicos y privados en la construcción de proyectos
comunes y el replanteamiento del modelo
educativo a todos los niveles son sólo algunas de esas soluciones que desde el
pensamiento progresista tienen que ponerse en marcha . Cabe reseñar aquí la
importancia de la Educación, de la apuesta decidida en el replanteamiento de la
misma, pues no sólo es educación la que se conforma en base a la asimilación
contenidos sino también la que forza a hombres y mujeres en el compromiso
democrático, la asignatura de educación a la ciudadanía es un primer paso sin
lugar a dudas pero creo firmemente que deberían de existir otros, nuestras
universidades por ejemplo deberían ser espacios a la reflexión y el compromiso,
a la formación en valores no sólo en conocimientos y la construcción de ciudadanos
y ciudadanas plenos en el significado de la palabra ciudadanía, la puesta en
valor de la creatividad y del espíritu crítico son otros de los valores que
desde nuestra educación pública deberíamos de poner en valor y de igual forma
como señalaba recientemente el Candidato a la Alcaldía de Sevilla Juan Espadas
la inversión pública constante en infraestructuras educativas que permitan el
desarrollo de esa educación al alcance de todos y no sólo de unos pocos , pues es esta el elemento fundamental que forja
las democracias y es esta la que determina la temperatura de nuestro presente y
la hoja de ruta a nuestro futuro.
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